lunes, 30 de junio de 2014

A huevo

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Se agradece que a uno le faciliten el trabajo. En una tarde tórrida, con escasos movimientos en el entorno rojiblanco y con Holanda jugando en el lugar que le hubiera correspondido a España, me han puesto en bandeja el tema a tratar. El 7 de julio del año pasado se publicó en estas páginas mi artículo semanal. En él alabé el marketing de la campaña de abonos y su eslogan, un tesoro. Como indiqué, era imaginativo y con clase. Casi un año después, se ha presentado el video que intenta captar a más abonados tras la meritoria permanencia. La semana pasada manifesté la cómoda elección del almeriense ganador del programa MasterChef, es como un Bisbal en pequeño, pero eso pasa a segundo plano cuando se visiona el minuto de promoción. Juan Manuel Sánchez ha protagonizado e interpretado, con escaso acierto, un bodrio de mal gusto. Yo estoy convencido de que las riendas del club las llevan personas capacitadas con un nivel superior al exhibido en el video. Por esa razón, ¿de quién ha partido la idea? ¿Por qué se le dio el visto bueno? ¿Cómo es posible que una entidad seria como el Almería, envidiada por su rigor y su laboriosidad, haya permitido una promoción tan indigna y soez? ¿A quién se pretende captar así? El video ha dejado a todos los aficionados in albis y ya es vox populi. Además, todas las opiniones que he escuchado coinciden con lo esgrimido en esta misiva. Es más, pienso que la campaña está siendo negativa de cara a la captación de abonados, por el revuelo que se ha formado en torno a algo tan cutre. Todos cometemos errores, yo el primero, pero rectificar es de sabios. Repito, estoy convencido de la valía de quienes se ocupan con acierto de elevar el nombre de Almería a lo más alto, después de tantos años de plomo sufridos en esta ciudad con los continuados escándalos futbolísticos. Por ello, espero y deseo que no se vuelva a caer en la trampa del recurso fácil y populista, y que incluso se pueda reemplazar la promoción, porque una mala tarde la puede tener cualquiera.

lunes, 23 de junio de 2014

Calentando motores

 Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Ya huele a rojiblanco. La nueva campaña de abonos y la temprana eliminación de España, nos ponen de nuevo en órbita liguera. Aleix Vidal se marchó dando las gracias. ¿Qué menos podría hacer? Abandona la entidad que le abrió las puertas para resolver su futuro económico, sin que ésta pusiera demasiadas pegas a la hora de negociar con su nuevo club. Si al menos ese hecho es tenido en cuenta por las promesas más apetecibles del mercado, compensaría el escaso beneficio que se suele obtener en estas operaciones. A ver si Azeez se saca de la chistera un mediático golazo en Brasil, como lanzadera para el día que se negocie su traspaso. A la espera de más fichajes, valoro positivamente la incorporación del polivalente y rocoso Fran Vélez. Siempre lo dije, también a Francisco cara a cara, tenemos que ser un conjunto duro en el centro del campo, porque los modestos en primera no pueden vivir del fútbol preciosista. En esta campaña, en la que ha habido tiempo extra por el Mundial, hay que apretar los dientes más que nunca, por lo que nadie se podrá quejar si se demanda un esfuerzo al límite. Así que espero lo máximo en cada partido, como hizo Chile en el choque frente a España. En ese aspecto estaré ojo avizor y seré muy exigente esta próxima temporada. Con respecto a la campaña de abonos, se vuelve a acertar con precios y condiciones asequibles, no hay excusa para que el número de abonados crezca, aunque en realidad son costes similares a los de varias entidades de nuestro nivel. La televisión es el gran maná en estos tiempos y la que cubre gran parte del presupuesto. La imagen prestada por Juanma Sánchez rezuma cierto conformismo entregado a la figura almeriense del momento, tan agotada por Bisbal. Entiendo que un profesional del marketing cuesta un potosí, pero desde mi punto de vista se podía haber intentado ser más imaginativo. Al final, nunca mejor dicho, ascendió el Córdoba. Buena noticia para nuestros intereses, ya que es un equipo proclive a descender más pronto que tarde.

lunes, 16 de junio de 2014

Sin presente no hay paraíso

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Las sensaciones juegan un papel fundamental, pero de ahí a aseverar que la selección está hundida, va un mundo. Los que vaticinaron lo peor se pavonean y los que confiaban ya lo ven gris tirando a negro. No redacto estas líneas con la intención de ir a degüello, sería muy cómodo, sino con la idea de analizar el porqué de varias situaciones. La elección de los 23 seleccionados era mejorable. Un jugador como Llorente nunca debe faltar, por la sencilla razón de que sus características son tan diferentes al estilo de España que es imprescindible en cuanto los adversarios, por nuestra propia ineficacia o acierto del rival , colapsan un esquema diseñado para acumular posesión. Aun contando con alguna carencia más en la convocatoria, el partido ante Holanda no dejó de ser engañoso. Antes del empate Silva tuvo franco el segundo gol, sin que hasta ese momento se mostraran debilidades; acto seguido Casillas comenzó su festival. ¿Tuvo Iker la culpa de la goleada? Por supuesto que sí, demasiados errores (incluyendo el gol de Van Persie) en un puesto específico. No me valen los típicos comentarios de los gañanes de turno alegando lo mucho que nos ha dado en el pasado. Claro que sí, pero ¿no cobró por ello? ¿No era su obligación? ¿Por esa razón le permitimos todo, hasta una noche con nuestra pareja? No señor, la selección nos dio un Mundial y ya fueron agasajados; ahora se juega en Brasil. Dicho esto, tengo la certeza de que España está capacitada para vencer a Chile por más de un gol, ¿O no? ¡A Chile, no a Alemania! Más trascendente es la diferencia goleadora ante los chilenos que frente Australia, ya que lo que se le resta al equipo de su rutilante estrella, Alexis, cuenta por partida doble. Todo puede pasar, pero si la preocupación es Chile, apaga y vámonos. Con dos tantos de diferencia tendremos bastantes posibilidades de pasar, goleando posteriormente sin estridencias a Australia. No comparto la primacía de la diferencia de goles con respecto a los enfrentamientos directos, pero es lo que hay.

lunes, 9 de junio de 2014

Nunca más de pardillos

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

No podemos contratar jugadores consagrados. Ni siquiera éstos nos garantizan la permanencia, pero al menos la disputa del Mundial nos da lugar a meditar, cavilar y estrujar al máximo nuestro presupuesto. Una de las claves para reforzarnos son las ventas, sobre todo las que provienen del filial y van forjando un nombre gracias a la extraordinaria política canterana que se practica tiempo ha. En estos días es Aleix Vidal quien se debate entre varios clubes de cierto nivel. Es evidente que la UD nunca cortó la trayectoria ascendente de ningún jugador, y así lo ha demostrado. Es más, si el sambenito de la entidad fuera el de ser un club con escasa repercusión futura, nos sería complicado reclutar a jóvenes promesas. Ahora bien, una cosa es la proyección que se suele adquirir de rojiblanco, y otra es el choteo económico al que nos pretenden someter la mayoría de entidades históricas, por el mero hecho de ser tan pequeñitos. Si se negocia una cláusula con dureza, la de Aleix en este caso, podemos ser tildados de insolidarios con el jugador y de no mirar por sus intereses. De acuerdo, pero ¿quién se preocupa de nuestro rédito? ¿Es que nuestra entidad vive del aire? ¿O es que a nosotros como club no se nos corta también la trayectoria si se decidiese vender a precio de saldo, tras arriesgar con jugadores semianónimos? Por eso, espero que el presidente sepa jugar sus cartas, con la mano abierta, pero también con firmeza para hace valer el riesgo de conceder oportunidades a diestro y siniestro. Hoy es Aleix, y mañana serán Azeez, Jonathan o Kiu. El caso es que otros venden laterales insípidos al fútbol inglés por millones de euros, casi como nuestro presupuesto anual, y a nosotros nos ponen a los pies de los caballos por un extremo con una velocidad extra, de los que escasean. Presidente, yo no le voy a dar lecciones, es usted quien nos las ha dado con su trayectoria, pero cierta dureza hay que exteriorizar ante el continuado abuso que pretenden ejercer los que piensan que todo el monte es orégano. 

lunes, 2 de junio de 2014

El Eibar del 79

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Ahora sería impensable, pero en días lluviosos como el de ayer había que cruzar por el barro para presenciar in situ un encuentro de la AD en el Franco Navarro. No había medias tintas, sin aceras, o nos aventurábamos o uno se quedaba sin partido porque no había televisión en directo, y lo que es peor, los resúmenes de nuestro club casi nunca llegaban a tiempo. Con 11 años lo llevé bien, pero algunos seguidores en los albores de la jubilación lo pasaban regular. No importaba, la ilusión se sobreponía al fastidio de partir hacia el campo muy temprano por las largas colas de la Ctra. Granada, al complicado estacionamiento provocado por la gran cantidad de espectadores que acudían a un recinto que acogía más publico del permitido y al inconveniente de tener que levantarse del asiento para poder ver la jugada que se producía, a derecha o izquierda, si los contendientes rivalizaban cerca del corner. Nada ni nadie lograba eclipsar la utopía que estaba a punto de hacerse realidad. El choque del ascenso frente al Castellón fue el punto culmen de todo aquello. Emoción a flor de piel y aroma a puros habanos. Los nuestros remataron la faena a lo grande, unos jugadores que en gran parte caminaron de la mano de la Agrupación por todas las categorías existentes. Un incrédulo seguidor sentado a mi lado, se expresó a falta de 20 minutos después de permanecer mudo durante todo el partido. ¡No me lo creo, el año que viene leeré en los carteles, Almería-Real Madrid! Fue tan sincero y natural como explícito. Y es que aquellas proclamas de papel eran sagradas. Menos mal que al hombre no se le ocurrió viajar al futuro, porque si no le da un síncope al comprobar cómo el mismo Real Madrid no pudo vencer a la AD tres meses después. La estampa final del malogrado Maguregui, recorriendo el campo a hombros tras la gesta, mientras los aficionados le vitoreaban desde la grada, quedó en la retina de todos nosotros. Han pasado 35 años, pero todavía huelo a puros habanos, como si lo hubiese presenciado ayer mismo.