lunes, 24 de febrero de 2014

Ocasión perdida


Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Si echamos un vistazo al calendario nos damos cuenta de lo importante que hubiese sido la victoria ante un Málaga tan pobre. Más que por nuestros próximos choques tan complicados, por los de los rivales directos: Málaga ante Valladolid y Osasuna, y los pucelanos frente el Barça. Aun así la situación sigue siendo relativamente cómoda, sobre todo por la creencia generalizada de que íbamos a ser el Betis de esta temporada. Si tenemos en cuenta que el partido del sábado no difirió mucho de un choque de tercera en Turkmenistán, podremos comprender que los sueños son sueños y que las victorias no llegan por arte de magia. La seguridad defensiva que se ha logrado en casa contrastó con el ataque. Suso no termina de volver por sus fueros y su sustituto en esta ocasión, Barbosa, completó un horripilante encuentro. Yo creo que las erróneas decisiones finales a las que se refirió Francisco iban dirigidas al portugués. Soriano también anduvo muy perdido pese a jugar en casa, corriendo de más, como un pollo sin cabeza. De todas formas no le vamos a pedir peras al olmo. Este equipo estaba diseñado para lograr la permanencia con sufrimiento y lo está consiguiendo, si bien con plantillas de andar por casa se mantiene Osasuna temporada tras temporada. Como resalté tras el partido ante el Atlético, iba a estar ojo avizor sobre la entrega y la actitud. Nada que objetar, hay que seguir en la misma línea. Por cierto, volvió el 2x1. Las promesas que se vertieron desde la directiva de no conceder prebenda alguna a cambio de atractivos precios de abonos, como así son, me parecen correctas si solo se ofrece ese beneficio aisladamente, y no hasta el final de la temporada, a los que por fortuna tienen recursos para abonarse y solo esperan su turno de cada campaña como buitres.       

domingo, 16 de febrero de 2014

Ya vi esta película

 Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
 
Si de mi existencia hubiese dependido un pronóstico del resultado final del choque, sin duda habría escogido el uno a cero que por desgracia se produjo. Si analizamos el momento decisivo, al comienzo de la segunda mitad, cuando un tanto local sonaba a sentencia habida cuenta de su potencial defensivo, da más rabia si cabe la relajación de los nuestros en el gol encajado. Un centro y un gran remate, ambas acciones sin oposición alguna, nos sentenciaron como suele hacer el Levante de Caparrós. Por eso decía que esta película se ha visto en más de una ocasión. Un adversario aguerrido y un excelente guardameta, hicieron el resto. El Almería no se dejó amedrentar por la fortaleza física del rival y, al igual que frente al Atlético, disputó un choque con garra y actitud, pero los azulgrana saben a lo que juegan y le sacan el máximo beneficio. Es muy fácil a posteriori decir que se podría haber planteado un encuentro incluso más tosco y más defensivo, pero también es cierto que los nuestros disputaron un buen partido, contando con el nivel actual de primera. Y si no ahí vemos al Levante, encaramado en la séptima posición, con billete europeo. Pese a la derrota, se ve que le hemos cogido el pulso a la categoría, se compite y se tienen opciones de puntuar en numerosos enfrentamientos, aunque igualmente se pudo observar la falta de ideas claras y juego fluido a la hora de remontar un partido. Por eso, vuelvo a incidir en nuestro objetivo primordial si queremos lograr la permanencia: seguridad defensiva ante todo. El próximo enfrentamiento ante el Málaga puede resultar decisivo por una razón muy simple; la siguiente salida es al Camp Nou. En el caso extremo, pero no tan descabellado, de no puntuar en tres jornadas, presumiblemente volveremos a los puestos de descenso, con la carga psicológica que eso conlleva tras el respiro de estas semanas. Por eso, más vale que Francisco se deje lo de los dos días de descanso, que hay mucho trabajo por hacer. Ojalá, dentro de un par de meses, nos podamos permitir ese lujo.
 

lunes, 10 de febrero de 2014

Al límite

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Si en la jornada anterior vimos un equipo a verlas venir, ¿por qué ante el Atlético se afronta el choque de forma opuesta? ¿Por qué?, como diría Mou. Y no me valen las excusas acerca de la escasa plantilla o de su exigua calidad. Una actitud agresiva no garantiza victorias, claro que no, pero al menos suple en la medida que sea las carencias que tenemos, como las de cualquier otro conjunto de la mitad de la tabla hacia abajo. Si después se cae derrotado por múltiples circunstancias, es otro cantar. Así que animo a que en cada jornada se exponga de igual manera. Estaremos atentos. Ya lo advirtió Francisco, se debía actuar con máxima intensidad ante el combativo Atlético de Simeone, aunque ésta debe ir acompañada de rigor táctico y de un planteamiento acertado. Y vaya si lo fue. El marcaje efectuado a Diego Costa fue de libro, a lo Piñero pero adaptado a los tiempos que corren. Por ahí, por la retaguardia, se gestó el éxito. De hecho, la ausencia de goles en contra en los últimos partidos en el Mediterráneo tiene la culpa de nuestra holgada situación actual. Para un conjunto en primera como el nuestro, la defensa debe ser trabajada con esmero, mientras que el ataque llega a ser incluso secundario, porque en cualquier situación del juego puede llegar un tanto; los goles logrados el sábado avalan dicha teoría. Y a todo esto me llama la atención que no se recurra a la zaga de cinco para aumentar la seguridad. Esperanzador dato, que muestra la adaptación al medio de un conjunto y de un técnico por el que casi nadie daba un duro. Otro apunte esencial es el crecimiento de los laterales, curtidos a base de palos, que de ser nuestro punto negro se ha convertido en nuestro punto gris. Por cierto, rara, rara, rara, como diría el padre de Julio Iglesias, la dócil actitud de Simeone ante la derrota y la pérdida del liderato. Se ve que arrojó toda su chulería ante el más débil en el partido de ida. Para redondear el fin de semana, una manita en Sevilla como la que logró el filial, siempre sube la autoestima almeriense, ¿no? 

lunes, 3 de febrero de 2014

A verlas venir

 Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
 
Justa victoria de un equipo marrullero. Alguien puede argumentar que nuestro conjunto hizo lo mismo frente al Getafe en los últimos minutos, pero no fue así. Se puede perder tiempo con arte, con astucia, pero no con puro y ridículo teatro. Dicho esto, grabado está mi comentario durante la retransmisión para la Cadena Cope, sobre el minuto 15 de la primera mitad. Indiqué que con la mentalidad que se estaba afrontando el choque, mal nos irían las cosas. Por desgracia se cumplió mi vaticinio. No se puede encarar un encuentro tan importante ante un rival directo como lo hizo Francisco. Un partido que marcaba un antes y un después, pese a todas las jornadas que restan. Con la victoria se vislumbraba el horizonte de la permanencia, con el empate se continuaba en la lucha con firmeza y con la derrota entraríamos de lleno otra vez en una peligrosa espiral. Los rojiblancos, con el engañoso colchón obtenido ante el Getafe, salieron a verlas venir, a contener con la esperanza de sacar oro de una contra aislada. No, así no. Ni estábamos en mitad de la tabla cómodamente situados, ni el rival era el adecuado para contemporizar de esa manera. Todos los rechazos, todos los balones divididos eran para los ilicitanos. De milagro nos fuimos al descanso con empate, gracias a la fortuna y al paupérrimo nivel existente en la actual primera división. Lo peor es que Francisco vio otro partido bien diferente, a tenor de sus declaraciones. La falta de contundencia, a pesar de una mejor actitud en la segunda mitad, nos sentenció. Antes del gol, ya pudo rematar a placer un adversario desde la misma posición. Quizá era un partido para morder, como si de una final se tratara, para que Hans en vez de Tébar hubiese sido de la partida inicial en la parcela central. Aun así se pudo empatar si no es por el error de Soriano, al no rematar un balón de los que siempre hay chutar por si el colegiado o un contrario te habilita, como sucedió. Actitud, nervio, garra, anticipación y ambición es lo que se debe ofrecer para suplir nuestras carencias. Si no, mal camino llevamos.