lunes, 28 de abril de 2014

El espíritu catalán

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

 
El filial volvió a sobrevolar Cataluña. Hace poco más de un año Chumbi revivió en Girona a un equipo que estaba más muerto que vivo, con el ascenso como único objetivo. El ex delantero del otrora conjunto de Francisco, desatascó de cabeza el tapón que tenía visos de convertirse en la tumba de Javi Gracia. En el caso de ayer Fran Vélez, otro integrante del filial, le colocó in extremis la mascarilla a un moribundo que se nos iba, con un guión parecido al de Mestalla. Francisco buscó de inicio alternativas para volver a la senda de la permanencia, quizá demasiado tarde, ojalá que no, con el agua más cerca de la nariz que del cuello. Para estar jugándose la vida, la actitud de ciertos jugadores fue simplemente correcta, se compitió a un aceptable nivel con las carencias de un candidato al descenso, aunque ciertamente partíamos de recientes actuaciones rayanas en la desidia. Es difícil de analizar un choque frente a un equipo que poco o nada se jugaba y que ciertamente se dejó llevar al final, con el agravante de su inferioridad numérica, si bien había que estar ahí con fe y acierto. Suso lo tuvo al final y todos tan contentos en espera de los combates que se avecinan. El del domingo tiene su morbo, con el Betis descendido. Un melón por abrir que solo deberían saborear los más fieles. Los partidos no los ganan 3.000 más que ocasionalmente rellenan la grada en busca de divertimento, sino los sacrificados que cada temporada apuestan a ciegas. Moriremos o sobreviviremos, pero los de siempre juntos y arropados, en plan heroico. Nos esperan varias batallas para ganar una guerra, y la que se vislumbra a las faldas de la Alhambra promete ser de aúpa, de las que se retienen en la memoria mucho tiempo. Pero volviendo a lo más reciente, me quedo con el detalle de Trujillo antes de la reanudación, animando a sus compañeros uno por uno. Que siga adelante el proyecto de cantera de Alfonso García, por encima de la categoría en donde se milite, porque jugadores que sientan los colores solo los podemos fabricar nosotros.


lunes, 21 de abril de 2014

Las cosas de palacio van despacio

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería


Al final, más tarde que pronto, reconoció Francisco la falta de intensidad de su equipo. La que llevo mencionando y denunciando un artículo sí y otro también. La que se ocultaba en anteriores envites tras el tupido velo de la dignidad o de la mala fortuna. La que nos privará, salvo reacción final, de alcanzar la salvación. La que se le debe exigir a una de las plantillas más modestas de la categoría. La que más se debe trabajar y planificar, como exhibió el Barça de Guardiola pese a estar plagado de estrellas, ya que el ataque está más sujeto a la inspiración. La que se tuvo ante el Atlético o la Real, aunque Francisco afirme que igual su conjunto carece de esa característica. En resumidas cuentas, con la que se debe morir en el intento de salvar la categoría. Sobre el resto del choque, algo me quedó claro: no supimos contrarrestar las virtudes del rival. Se presionó en su zona defensiva, donde el gasto de músculo era absurdo, mientras que la parcela letal del adversario, su área de creación desde el centro del campo hacia la mediapunta, quedaba desguarnecida en minoría de rojiblancos, sin arañar con la violencia futbolística que se requería. Si ello se hubiese negociado mejor, nos habríamos aprovechado de su pésimo sistema defensivo, pero se ve que nosotros casi siempre nos ocupamos más de preservar nuestras escasas virtudes, que de intentar anular las del oponente. Aun así, todavía hay esperanza, a la espera de que la salvación no sea demasiado cara, eso sí. Se está a tiro de piedra de la permanencia, pendientes del partido aplazado entre el Madrid y el Valladolid, que sin duda adultera la competición. En cuanto a las entradas rebajadas y el estadio lleno, lo de siempre: minusvalora el esfuerzo de los abonados y no influye para nada en el resultado. Por último, la necesaria cobertura telefónica ante cualquier emergencia de los presentes, se suprimió en todo el recinto y alrededores. ¿Por qué? ¿Inhibidores? ¿Para no dar más disgustos a la pareja, amigos o familiares? Quien sabe.


lunes, 14 de abril de 2014

Señoritos

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

 No me basta con escuchar aquello de, este partido estaba borrado de nuestro calendario. También se dijo cuando los dos gigantes (ya hay otro más grande) visitaron el Mediterráneo, pero Osasuna y Valladolid probaron suerte y, mira por donde, rascaron puntos. La actitud con la que se encaró el choque del Bernabéu fue la más pobre y mísera de cuantas le he visto a la UD tiempo ha. Todo comenzó torcido al no forzar la quinta amarilla los que estaban apercibidos. Si se tenía la idea de reservarlos, podrían haber entrado limpios al decisivo 'rush' final, provocando la tarjeta ante Osasuna. Tirón de orejas a quien corresponda. Pero ciñéndonos a lo del Bernabéu, alzo mi voz ante una actitud pasiva y una imagen triste de unos jugadores que defendían con la mirada, con complejo de inferioridad, que flotaban ante los rivales como si fueran espectadores de lujo, que no encimaban, que no provocaban al contrario, que no iban al choque, que imitaban al actual Messi, que tan solo cometieron siete faltas en todo el partido, que no recibieron ni una tarjeta amarilla y que sólo salvaron la cara con algún acercamiento digno. Unos auténticos señoritos ante un Real Madrid en horas bajas, con innumerables ausencias y que por fortuna tenía enfrente a un equipo con petos azules en un entreno de final de temporada. Hubiera sido preferible perder por ocho tantos de diferencia, exhibiendo algo de ambición e intención sobre el terreno de juego, porque nuestras bajas voluntarias no pueden justificar tal alfombra roja. Ni siquiera se tuvo más en cuenta, ante un Madrid más preocupado por sus próximos envites, la diferencia en el marcador final de cara al 'gol average' empatado con algún contrario, a tenor de la pasividad con la que se afrontó el simulacro de partido. Aun así, y como indiqué tras la derrota ante Osasuna, sigo creyendo en la salvación porque tenemos capacidad de mejora, tanto en el aspecto técnico como en el combativo. Ojalá que los señoritos se conviertan en gladiadores de aquí al final.



sábado, 5 de abril de 2014

Sobrados

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Entiendo y comparto la decepción, pero de ahí a pensar que el equipo está ya en segunda, va un abismo. Creo que los almerienses somos demasiado pesimistas en ese sentido y si anoche hubiese caído Osasuna, a buen seguro que los pamplonicas tendrían esperanzas de salvación. Dicho esto, desconozco el motivo por el que los rojiblancos juegan con intensidad en determinadas fases de los partidos, como si fueran jugadores de Champions que se enfrentan a colegas de Segunda B. No sé si Francisco intentó contragolpear durante la primera mitad en espera de la ansiedad de Osasuna (no olvidemos que ellos se jugaban lo mismo o más) o si nosotros vamos de sobrados. El caso es que se pudo empatar al final, pero la pájara de la primera mitad fue de órdago, en parte por una razón: la ausencia en el once inicial de Azeez. ¿Hay alguna explicación al respecto? Soriano y Corona están dando todo lo que llevan dentro, pero quizá no les llega para soportar tanto partido seguido de suma importancia. Por otra parte se pudo apreciar en la segunda la posición en la que más a gusto se desenvuelve el jugador que estaba llamado a marcar las diferencias anoche, que no era otro que Suso. El gaditano hace mucho daño por el centro contando con libertad de movimientos. De hecho, en la segunda parte se vio de la forma que sufrió Osasuna, pero comenzar un nuevo choque con dos goles de desventaja es muy complicado. Con otra estructura de inicio, con otro planteamiento y con otra actitud se podría haber vencido, o al menos empatado, a un equipo que como demostró al final no era nada del otro mundo y llegaba a Almería por debajo en la clasificación, pero de la manera que afrontamos los primeros minutos, se las ponían a Fernando VII. A partir de ahora tendremos que estar atentos a los enfrentamientos de nuestros rivales, amén de los propios, pero dependiendo de sus resultados estará la salvación más o menos cara. Lo que sí que no querría es seguir escuchando lo de estamos en segunda