lunes, 30 de marzo de 2015

Diez claves

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Primera: la filosofía de este club, bien presidido por Alfonso García, tiende a decantarse por la práctica del buen fútbol. No nos fue mal hasta ahora, seguimos inmersos en unos años gloriosos, pero se sufre en demasía al ver cómo otros muerden hasta en la coronilla. Segunda: por ende, no se termina de apostar por técnicos aguerridos, sino por entrenadores que, a priori, congenian más con el fútbol preciosista. Tercera: el eslabón de la cadena nos lleva a formar una plantilla con pocos guerreros, sin apenas protagonismo, y demasiados generales. Cuarta: encontramos un problema capital, el centro del campo, siempre dominado por nuestros adversarios. Se insiste en un esquema abierto que suelen utilizar los grandes, con medio equipo pegado a las bandas, diseñado para emplear en Segunda, siempre y cuando se aspire al ascenso. Quinta: los laterales se incorporan bastante al ataque; no habría problema si el centro del campo estuviera más poblado y las aventuras de los defensas las pudieran cubrir los centrocampistas. Sexta: enlazando con la clave anterior, el trabajo para cubrir la subida de los laterales lo suelen hacer los extremos. Delanteros que, en demasiadas ocasiones, defienden pegados a nuestra área en auxilio de sus compañeros de banda, en vez de permanecer más frescos con el fin de aprovechar su rapidez. Séptima: defender con músculo en el centro del campo equivale a formar un muro que facilita sobremanera la labor de nuestra zaga. Octava: lo expuesto nos llevaría a decantarnos por un 1-4-4-2, en el que los delanteros extrajeran el máximo partido al beneficiarse de las recuperaciones de balón. Novena: con respecto al calendario, nos jugamos la permanencia en el Mediterráneo frente a varios rivales directos. No caigamos en el error de ser muy ofensivos, porque remontar un tanto en esos choques se prevé harto complicado. Décima: podríamos depender de la situación en la que finalmente se encuentren en las dos últimas jornadas, tanto Sevilla como Valencia. Si se la jugasen, no tendríamos margen de error en el Mediterráneo. 

lunes, 16 de marzo de 2015

Y Thomas jugó de titular

Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

Inexplicablemente relegado al banquillo en los últimos encuentros, el ghanés sobresalió proporcionando control, fuerza y equilibrio. Thievy habría aportado más que Hemed con diez

Nadie puede negar la entrega y el compromiso mostrado ante un rival como el Villarreal. Hasta ahí de acuerdo, pero yo quiero ir más allá. Si a un ejército no se le suministra el armamento suficiente y la estrategia adecuada, parte de la batalla la tendrá perdida. Eso fue, ni más ni menos, lo que le ocurrió al conjunto de JIM en jornadas precedentes. Si en otros choques nuestro potencial fue desaprovechado, en el de ayer sí se pusieron parte de los medios para intentar contrarrestar al adversario. Y digo parte, porque sigo pensando que todavía hay más balas ocultas. Pero volviendo a la génesis del argumento, el propio JIM aludió varias veces a la extraordinaria entrega y actitud de sus jugadores, clave del moderado éxito obtenido. ¿No sería más bien que la presencia inicial de Thomas resultó ser providencial? Por eso indicaba antes que el resultado final no solo depende de la entrega de los jugadores, sino de la estrategia y de los medios suministrados. La figura de Thomas, inexplicablemente relegada al banquillo en los últimos encuentros, sobresalió esbelta para proporcionar control, fuerza y equilibrio a partes iguales. Quien no quiera ver eso es que es un ciego, futbolísticamente hablando. Lo que no admito es que se intente solapar ese hecho irrefutable con la entrega y el compromiso que, si en otros choques no llegó al nivel de ayer, no terminaba de ser la causa principal por la que el conjunto de JIM rozó el ridículo anteriormente. Sin duda alguna la presencia de Thomas, que liberó a Corona de una incómoda tarea para las características del talaverano, aportó bastante de lo que adolecía un equipo que de seguir con la misma táctica, ni en cien vidas hubiese optado a permanecer en la máxima categoría. Tan solo espero que la lección se haya aprendido de una vez, y que al poner sobre el tapete parte del potencial oculto, nuestro entrenador se anime a colocar todo el arsenal (llámese por ejemplo Azeez) en el campo de batalla. Otra ventaja con la que contó el rival fue la sustitución de Thievy. Una vez que se afrontaba la segunda mitad con un jugador menos, se necesitaba un plus. No he descubierto la pólvora, pero ¿qué plus? Yo apostaba a que Hemed se iba a quedar en la caseta, sin embargo el sacrificado fue Thievy, un jugador que desde mi punto de vista habría aportado más que el israelí en situación de inferioridad. Es sencillo. Hemed es un delantero rematador, aunque más vale no recodar que por su pifia solo se sumó un punto, mientras que Thievy es más veloz e imaginativo, características ambas susceptibles de mitigar nuestra inferioridad. No obstante, JIM manifestó que la decisión tomada en el descanso fue la acertada, entre prescindir de Wellington o de Thievy. Incluso se autofelicitó al apostar por el gran extremo carioca. ¿La elección debía ser obligatoriamente entre el brasileño y el congoleño? Doctores tiene la iglesia. Con la reflexión de hoy intento dejar a las claras que el equipo de JIM tenía más potencial del que ofreció recientemente, y que incluso guarda más balas en la recámara. Espero que se aprovechen.

domingo, 8 de marzo de 2015

¿Por qué?

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

¿Por qué no se crea juego desde el centro del campo? ¿Por qué no se presiona en el centro del campo? ¿Por qué, en definitiva, siempre se le regala al rival la parcela central? ¿Por qué se piensa que con esa filosofía podemos hacerle daño a un conjunto como el Elche, que tan bien conoce JIM, en su estadio? ¿Por qué entonces se le obliga al equipo a jugar al pelotazo, que no al pase largo? ¿Por qué vieron Thomas y Azeez el partido completo desde el banquillo? ¿Por qué no se realizó sustitución alguna tras el descanso, después de una primera mitad tan mala? ¿Por qué se prescinde de Wellington en los últimos minutos, cuando era el único rojiblanco que anunciaba peligro? ¿Por qué no se prescindió de un defensa en vez de ingresar en el terreno de juego a Casado? ¿Por qué se le concede tal premio al adversario? ¿Por qué se vuelve al sistema tan frágil de antaño, donde un equipo partido en dos y desmembrado, solo se puede nutrir de alguna acción individual? ¿Por qué no se recurre al 1-4-4-2, si se ve con nitidez que con el actual sistema, ni se crea ni se destruye? ¿Por qué JIM ha renunciado a la filosofía que anunció al llegar, de ser un conjunto fuerte y robusto en defensa?¿Por qué no se juega como un bloque, con apoyos, y nos olvidamos de ensanchar tanto el campo? ¿Por qué solo se juega así de juntos y solidarios ante los grandes? ¿Por qué siguen siendo de la partida Corona y Soriano, cuando su labor puede ser mucho más productiva con el rival más cansado? ¿Por qué no se reconoce que Soriano está en una alarmante baja forma desde que comenzó el año? ¿Por qué no se le da más cancha a un jugador creativo como Espinosa, ante la falta de imaginación que existe a la hora de atacar? ¿Por qué no nos aprovechamos del paupérrimo nivel que exhiben numerosos equipos de primera, que nos permite seguir vivos pese a lo mal que lo estamos haciendo? ¿Por qué, en definitiva, se carece de un patrón de juego definido? ¿Por qué no se da un giro de 180 grados, antes de que sea demasiado tarde? ¿Por qué?

domingo, 1 de marzo de 2015

Esperanza de 'Champions'

Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

La verdad es que veo complicado que la Unión Deportiva Almería descienda. No es que lo desee, claro está, sino que me refiero a la cantidad de vicisitudes negativas de esta campaña, que de momento se van solventando. Sin ir más lejos, los enfrentamientos ante el Deportivo ya han tenido su particular historia. En Riazor se venció sobre la bocina y anoche se logró un punto de esos que saben a permanencia. Cuatro puntos cosechados ante los gallegos con sangre, sudor, lágrimas y algo de fortuna. No pretendo restar mérito al trabajo estajanovista de un conjunto que salió airoso de un complicado trance, pero son demasiadas las ocasiones en las que nuestra inferioridad se refleja sobre el terreno de juego en demasía, mientras que los adversarios suelen desenvolverse mejor cuando ellos la sufren. Si además el contrario es de nuestro nivel, más llama la atención. Conviene recordar que en el Mediterráneo se han ganado partidos hasta con nueve hombres, como aquel ante el Valladolid con Negredo de protagonista. Dicho esto, cierto es que se disputaron los minutos más complicados con suma inteligencia. Es más, el Deportivo dispuso de menos huecos y ocasiones en superioridad, y eso hay que valorarlo. Un punto de oro, el gol average logrado ante un rival directo y un punto más alejados del descenso, aprovechando la derrota de los tres últimos de la clasificación. Por eso indicaba al comienzo de este artículo que los rojiblancos, con todos los altibajos desde el comienzo de la campaña y desaprovechando parte del potencial de su plantilla (es mi opinión personal), siguen estando a salvo con relativa tranquilidad a la espera de los choques más decisivos. En una primera división más que discreta, muy mal se tendrían que hacer las cosas ante los adversarios directos, que demuestran jornada a jornada que su nivel no está ni mucho menos por las nubes. Ahora bien, una cosa es ir dando pasitos y otra es disputar un encuentro tan malo como el de anoche. No olvidemos que antes de la expulsión de Thievy se estaba jugando francamente mal ante un Deportivo que amagaba pero no daba. De nuevo nos la jugamos a que el rival tenga el control del centro del campo (Thomas, Espinosa o el ausente Azeez siguen sin protagonismo), confiando de más en la seguridad de nuestros zagueros o en la genialidad de los atacantes. Mi parecer sobre el potencial de la plantilla y su aprovechamiento, va por ahí. Incluso creo que Thievy no desarrolla todo su fútbol tan pegado a la banda. Por cierto, su expulsión fue muy rigurosa. Lo que ya sí me dejaría muy tranquilo es si a la UD Almería se le sanciona con tres puntos menos por el affaire de la FIFA y el Aalborg. Si establecemos una analogía con las entidades deudoras en primera y se aplica un justo baremo, a la gran mayoría de nuestros adversarios se les debería sancionar con la pérdida de una gran cantidad de puntos, incluso a los grandes, por lo que veo factible entrar en Champions e incluso aspirar a ganar una histórica liga.