lunes, 29 de septiembre de 2014

Constatación de un secreto a voces

 Mi sección, El acta de Vivancos, publicada en Diario de Almería

Como afirmó Aristóteles, en el término medio está la virtud. O el equilibrio, si pretendemos aproximarnos al contexto futbolístico. Por tercera vez se demostró que el trivote del centro del campo era tan necesario como la respiración. Tres primeros encuentros con razonables dudas y el equipo partido en dos, versus tres siguientes choques con más solvencia y un bloque sólido, a expensas de la inspiración individual. Ésta última llega con más facilidad cuando se dan los pasos previos en pos de una estructura ordenada. Si los jugadores ocupan con raciocinio el terreno de juego, la individualidad se refuerza. Ayer se volvió a ver un conjunto en fase de crecimiento, con los lógicos apuros ante un rival directo, aunque logrando acorralar al adversario en los últimos instantes pese al papel de visitante y al momentáneo empate. Ese detalle me encantó, con independencia de la explosión final con el tanto de la victoria. Otro aspecto positivo a tener en cuenta fue el físico tras disputar tres encuentros tan seguidos. El equipo acabó como una moto. Además, los cambios de Francisco fueron el broche de oro, porque esta vez sí que aportaron decisivamente. Mención especial merece Wellington. El brasileño corría y driblaba a otra marcha, tanto que Víctor Fernández tuvo que reforzar su banda izquierda, pero ni así evitó la galopada final del extremo en busca de los tres puntos. Puede que a Wellington le beneficie salir cuando el rival está más cansado, aunque lo importante es la confianza que va obteniendo de cara al futuro. Es un caso parecido al de Soriano, que ingresó con los adversarios más debilitados y cuando se empezaba a perder la brújula. Como remate, Thievy comienza a destapar el tarro de las esencias. Su intención de dejar pasar el esférico entre las piernas en la jugada del gol, valió su peso en oro. También podemos respirar en esta temporada por un hecho que se empieza a vislumbrar con claridad: existen rivales, como el Deportivo, que parecen estar un pequeño escalón por debajo de nuestro equipo. Eso no quiere decir que esté todo hecho, porque la salvación no está garantizada, pero sí da cierta confianza. Otro de los puntos controvertidos desde la pretemporada estaba siendo la portería. Pienso que ya nadie puede dudar de Rubén. El cancerbero está demostrando una consistencia que casi nadie vaticinaba. Es un portero con una virtud determinante, la de aguantar firme a la hora de tomar la última decisión en las ocasiones a bocajarro. De hecho, algunos de los ocho puntos de nuestro casillero llevan su sello. Como guinda final, tal y como ocurrió en el partido, quería dejar a Edgar, uno de los cuatro jugadores titulares que pasaron por el filial (nunca olvidemos ese detalle). Tiene potencia, zancada y un disparo demoledor. Por el contrario, adolece de control del balón cuando avanza en carrera con él y de escasa visión de juego a la hora de conectar con sus compañeros. Es un diamante en bruto que, si logra reforzar sus puntos flacos, nos va a proporcionar muchas satisfacciones como la de ayer en el último minuto.

jueves, 25 de septiembre de 2014

El dulce sabor de la derrota

 Mi sección, El acta de Vivancos, publicada en Diario de Almería

Más allá del resultado mandan las sensaciones. Éstas son las que, casi siempre, indican el futuro a medio plazo. Y digo medio porque el fútbol es muy traicionero y cualquiera sabe lo que puede acontecer allá por la próxima Semana Santa. El caso es que hemos caído derrotados dulcemente por el buen trabajo, el orden y concierto de un equipo que, de momento, se ha integrado en primera. Parece que Francisco se ha dado cuenta, tras solicitárselo varias veces, de que el trío del centro del campo es más que necesario. No me gustaría pensar que al enfrentarnos en la siguiente jornada a un adversario de nuestra liga, volvamos a ceder parte del terreno de juego. Frente al Atlético se hizo casi todo bien. Se contuvo a los colchoneros cuando hizo falta con un armazón firme, cuantioso y muy junto, mientras que se atacó, eso sí, con más fe que intención, buscando siempre el centro fácil. Jonathan debería de haber encarado a los laterales en más de una ocasión, en vez de insistir tanto en el centro estéril. En cualquier caso se acarició el objetivo de maniatar a los campeones de liga a la espera de un contragolpe eficaz, que a la postre nunca llegó. Repito, esta derrota tan dulce nos debe mostrar el camino a seguir, el de un centro del campo poblado, se llame el rival Eibar o Real Madrid. A partir de ahí entra en juego el plano individual, saliendo a la palestra en primer lugar Rubén. Tiene cuerpo de gran portero y además sus acciones y decisiones están jugando a nuestro favor. Si continúa en esta progresión contamos con un baluarte capital de cara a la salvación. Un mito que debe caer es el de los jugadores que no suelen ir convocados por su supuesto mal estado físico o mental. Mané, sin realizar un esplendoroso encuentro, demostró que está listo para competir, no como antaño, pero sí de forma digna. De hecho, estoy en contra de los onces tipo y a favor de rotar los jugadores en función del rival, de las circunstancias y de dónde se dispute el choque. Nuestro extécnico Emery lleva 58 alineaciones diferentes de las últimas 61, y creo que el entrenador vasco es alguien en el fútbol actual. La obligada ausencia de Thomas se notó, pero con un sistema definido son los hombres los que rotan, siendo éstos súbditos de la estructura. Sin embargo con el cambio de Hemed (sigo enamorado de este jugador) por Thievy, dicha estructura sale perdiendo considerablemente. Todavía no veo al jugador congoleño centrado. Si debe jugar, por lo que sea, nunca hubiese sustituido a Hemed, capaz de generar una ocasión de gol por su calidad dentro del área. Solo Kalu Uche, cuando le apetecía, estaba habilitado para ejecutar lo que a nadie se le ocurría. Ojalá que no perdamos la cabeza y sigamos en la misma línea, o sea, la de dificultar al contrario su movilidad en la parcela central, porque si anoche no se llegó tanto, fue debido a la calidad del Atlético. A buen seguro que ante otro adversario, se puede conservar la misma solidez y a la vez llegar al área contraria con más peligro. 
 

lunes, 22 de septiembre de 2014

La pieza que le faltaba al puzzle

Mi sección, El acta de Vivancos, publicada en Diario de Almería

El fútbol no es matemática, pero se aproxima. El hecho de que se afronte un partido explotando todos los recursos no garantiza nada, pero al menos traza el camino a seguir. Si luego no se llega a la meta, queda la satisfacción del deber cumplido. Como diría José María García, expresé por activa y por pasiva la necesidad de reforzar el centro del campo, de explotar todas nuestras armas, en resumidas cuentas, de ejercer de equipo modesto en primera y de extraer el máximo jugo a nuestra plantilla. La consecuencia la vimos en Anoeta: con la pieza que faltaba podremos ganar, empatar o perder, pero el porcentaje de éxito se eleva sobremanera. Esa pieza se llamó ayer Azeez, pero se podría apellidar de otra manera; no es cuestión de nombres, sino de hombres en una zona capital del terreno de juego. Como ya ocurrió en Granada en la pasada temporada, se volvió a ver un conjunto más unido, más compacto, más junto. Entonces, ¿por qué a veces nos empeñamos en ir contracorriente? Dos pruebas en dos situaciones delicadas (mucho más la de la anterior campaña), y dos victorias a domicilio en estadios complicados. Incluso se podría ir más allá y jugar con un 4-4-2, dando más libertad a los laterales, pero vayamos pasito a pasito. Lo que sí tengo claro es que de seguir con este sistema (parece lo más lógico) nos falta incluso otro centrocampista en el banquillo del estilo de Verza, Thomas o Azeez. Sobre este último quisiera detenerme. No pudo jugar los partidos de casa por sanción y por la Copa de África, pero nada le impedía al mundialista disputar el choque de Getafe. Un pecado, ¿no? Pues casi. Azeez es ese tipo de centrocampista que no destaca en nada pero que casi todo lo hace bien, aparte de dar equilibrio. Pero como decía antes, por encima de las individualidades está el sistema, y éste nos posibilitó obtener más control y más fluidez a la hora de atacar. En defensa sí tuvimos dificultades, porque entre otras cosas sigo pensando que nos falta más agresividad. Lo de Hemed es un lujo. Cierto es que marró un tanto, pero lo que nos va a aportar este gran delantero lo vislumbro en una bola mágica. Rubén también destapó el tarro de las esencias (venía de salvar un punto contra el Córdoba). Por contra, Dubarbier la volvió a liar. En una zona del campo estéril no se puede cometer tal error, que pudo costar la victoria. Ya van unas cuantas del argentino. Édgar me transfiere sinsabor. Encomiable lucha, intervenciones continuadas, junto a ejecuciones deplorables. El único pero que le achaco a Francisco fue la tardanza en ingresar a Vélez, porque a veces se trata de conservar lo cosechado, sin tener que ser tildado de "amarrategui". De lo que sí puede estar orgulloso Alfonso García es de un dato irrefutable: Trujillo, Vélez, Azeez, Édgar y Jonathan no disputaron los minutos de la basura. Cinco jugadores que han pasado por el filial. Se atisban más por el horizonte. Así, hay futuro.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Desorden

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

No es cuestión de sumar un empate, una victoria o incluso de cosechar una derrota, es la manera de ejecutar un sistema que, desde mi punto de vista, descompensa a una serie de jugadores más validos de lo que parecen. Sin mucho ruido, un conjunto como el Córdoba se bastó para maniatar durante gran parte del choque a un Almería que interpreta con orden, un sistema de juego que a la postre le proporciona desorden. Siendo ya un equipo que no muerde, el páramo existente entre los cuatro defensas y los cuatro delanteros hace que el contrario se llegue a sentir cómodo durante muchos minutos. Eso ocurrió anoche, con excepción de los primeros instantes de ambas partes debido al impulso inicial. Sin embargo cuando todo se asienta, Thomas y Verza son meras islas en medio del océano y se recurre una y otra vez al juego aéreo en busca de Soriano, que sigue demasiado pegado a Hemed. Esta dinámica lo único que consigue es facilitar la labor del adversario, porque apenas se crea, se inventa, y no se sorprende con una línea de pase que rompa a la defensa rival. A consecuencia de todo ello Hemed, el jugador de mayor categoría que disputó el encuentro, apenas contactó con el esférico. ¿Se puede permitir ese lujo un equipo como el Almería? Además, ¿estamos tan sobrados como para prescindir de su concurso en los últimos minutos? Si me preocupa un sistema descompensado en ataque, la misma receta se puede aplicar a la defensa. No se forma una primera barrera que debilite las llegadas de nuestros rivales. Si el ataque es previsible, nuestra defensa es blanda. Como prueba, las pocas ocasiones en las que el Córdoba se aventuró, generaron demasiado peligro. La conclusión es que el equipo está partido en dos, y eso que Thomas es un jugador que ocupa mucho espacio. Tenemos demasiados jugadores desaprovechados y conjuntos como el Espanyol en inferioridad, el pírrico Getafe o el aseadito Córdoba, nos ponen en demasiados aprietos. Lo malo es que ahora se acercan los más grandes. A rezar. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

Vélez y Azeez

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería


Dos nombres, dos jugadores clave, dos puntos de inflexión en la pasada campaña. Ramón Azeez aportó equilibrio desde que Francisco decidió contar con sus servicios. Fue la sorpresa para muchos aficionados que, hace justo un año, lo veían cedido o traspasado. A mí no me extrañó, más bien fue la confirmación de lo que ya pude apreciar en los partidos del filial con el concurso del nigeriano. De hecho, antes de su explosión le trasmití mi impresión a Francisco, el cual corroboró mi presagio. Al final Azeez disputó el Mundial de Brasil, antes de ser decisivo en varios momentos. Se me viene a la mente el tanto de la victoria en el Villamarín, la reacción ante Osasuna en el Mediterráneo o el letal testarazo de la permanencia de nuevo ante los verdiblancos; y sólo he citado tres ejemplos a vuelapluma. Sin embargo, en esta campaña sigue inédito, amén de los problemas contractuales que pueda acarrear. En Getafe sí pudo jugar, y le eché de menos, pero se ve que los tres recambios de Francisco, que igual sirven para un roto que para un descosido (tres hombres idénticos para conservar un resultado en casa y también para buscar el empate de visitante), son más fijos que el Sálvame Deluxe.  En  cuanto  a  Vélez,
gran mérito de Francisco al confiar en él cuando nadie lo esperaba. Su labor en el centro del campo resultó esencial de cara a lograr la salvación. Reforzó a un equipo blando, aportando la fibra necesaria a la parcela central que todo conjunto modesto precisa. Pero en esta temporada calienta banquillo incluso cuando su presencia fue importante no sólo de centrocampista, sino por ejemplo ante un mermado y cansado Espanyol que solo tenía el recurso de bombear balones. ¿Nos podemos permitir el lujo de prescindir de jugadores potentes en una zona clave? Repito una vez más, a mí me sobran delanteros y me faltan centrocampistas en el once del Almería. Y mientras, José Ángel del filial, medio que jugó con brillantez algunos minutos en pretemporada con el primer equipo, se lució el sábado ante el Sevilla Atlético.