lunes, 22 de septiembre de 2014

La pieza que le faltaba al puzzle

Mi sección, El acta de Vivancos, publicada en Diario de Almería

El fútbol no es matemática, pero se aproxima. El hecho de que se afronte un partido explotando todos los recursos no garantiza nada, pero al menos traza el camino a seguir. Si luego no se llega a la meta, queda la satisfacción del deber cumplido. Como diría José María García, expresé por activa y por pasiva la necesidad de reforzar el centro del campo, de explotar todas nuestras armas, en resumidas cuentas, de ejercer de equipo modesto en primera y de extraer el máximo jugo a nuestra plantilla. La consecuencia la vimos en Anoeta: con la pieza que faltaba podremos ganar, empatar o perder, pero el porcentaje de éxito se eleva sobremanera. Esa pieza se llamó ayer Azeez, pero se podría apellidar de otra manera; no es cuestión de nombres, sino de hombres en una zona capital del terreno de juego. Como ya ocurrió en Granada en la pasada temporada, se volvió a ver un conjunto más unido, más compacto, más junto. Entonces, ¿por qué a veces nos empeñamos en ir contracorriente? Dos pruebas en dos situaciones delicadas (mucho más la de la anterior campaña), y dos victorias a domicilio en estadios complicados. Incluso se podría ir más allá y jugar con un 4-4-2, dando más libertad a los laterales, pero vayamos pasito a pasito. Lo que sí tengo claro es que de seguir con este sistema (parece lo más lógico) nos falta incluso otro centrocampista en el banquillo del estilo de Verza, Thomas o Azeez. Sobre este último quisiera detenerme. No pudo jugar los partidos de casa por sanción y por la Copa de África, pero nada le impedía al mundialista disputar el choque de Getafe. Un pecado, ¿no? Pues casi. Azeez es ese tipo de centrocampista que no destaca en nada pero que casi todo lo hace bien, aparte de dar equilibrio. Pero como decía antes, por encima de las individualidades está el sistema, y éste nos posibilitó obtener más control y más fluidez a la hora de atacar. En defensa sí tuvimos dificultades, porque entre otras cosas sigo pensando que nos falta más agresividad. Lo de Hemed es un lujo. Cierto es que marró un tanto, pero lo que nos va a aportar este gran delantero lo vislumbro en una bola mágica. Rubén también destapó el tarro de las esencias (venía de salvar un punto contra el Córdoba). Por contra, Dubarbier la volvió a liar. En una zona del campo estéril no se puede cometer tal error, que pudo costar la victoria. Ya van unas cuantas del argentino. Édgar me transfiere sinsabor. Encomiable lucha, intervenciones continuadas, junto a ejecuciones deplorables. El único pero que le achaco a Francisco fue la tardanza en ingresar a Vélez, porque a veces se trata de conservar lo cosechado, sin tener que ser tildado de "amarrategui". De lo que sí puede estar orgulloso Alfonso García es de un dato irrefutable: Trujillo, Vélez, Azeez, Édgar y Jonathan no disputaron los minutos de la basura. Cinco jugadores que han pasado por el filial. Se atisban más por el horizonte. Así, hay futuro.

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