lunes, 19 de diciembre de 2016

Una derrota más que necesaria

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Si se gestiona como se debe, esta nueva derrota lejos del Mediterráneo podría haber venido hasta bien. De cualquier circunstancia hay que extraer lo positivo, y más en la actual situación de un conjunto quebradizo, pero con unos síntomas más o menos claros para revertir la situación. Si en anteriores actas aludí a la falta de contundencia en general, ayer se vio con nitidez de lo que adolece, más que carece, el equipo de Soriano, un conjunto más blando que un pato de goma en varios aspectos de su juego. No es solo la ternura a la hora de defender un balón parado, es el propio juego que no se acompaña de la necesaria fortaleza. Quizá ahí se encuentre parte del mal fuera de casa, donde el rival local pone lo mejor de sí. El Mirandés es un conjunto muy limitado, por ser cortés, se pudo comprobar. La UDA tiene una plantilla superior técnicamente, pero si la capacidad física llega a ser tan escasa las fuerzas se igualan, porque tampoco a los rojiblancos se les  puede dedicar una oda a su exquisita habilidad. Soriano quiso introducir un centro campo poderoso, dentro de lo que dispone. Por esa razón prescindió de Pozo para dar entrada a tres jugadores de un corte similar que, en teoría, deberían de haberse impuesto en la parcela central. Aun así, no se consiguió el objetivo, entre otras cosas porque Diamanka está para que no vuelva estas Navidades de Senegal, al menos a Almería. Tras el despiste de su marca en el tanto de la victoria burgalesa, lo menos que se hubiese merecido el centrocampista, ipso facto, es el banquillo. Pero no, no bastó su exhibición ante el Mallorca de hace una semana. Donde no faltó contundencia fue a la hora de prescindir de Ximo y Puertas de inicio. A nadie se le escapa que la doble decisión no fue del todo técnica, sino que otros aspectos influyeron. Es una situación complicada cuando un jugador, como Puertas, se encuentra ante una decisión tan importante. Se tiende a pensar que su cabeza ya no está donde debe y al final, uno por otro y la casa sin barrer. Ojalá que, sea como fuere, no tengamos el enésimo caso de un  tira y afloja. Lo de Ximo, con un lazo para Barcelona y de paso algún billete en la buchaca. Volviendo al análisis de este enfermo que no termina de abandonar la UCI del descenso, resulta curioso el hecho de poder disponer de una serie de piezas tan útiles como Nano (colosal), Joaquín, Azeez, Fidel o el mismo Pozo cuando se le da protagonismo, y que dichas piezas no se puedan complementar con una estructura diseñada para Segunda. Como indiqué, perder ante un conjunto como el Mirandés puede dar su fruto con el fin de cimentar una plantilla que ni siquiera tiene una base digna para empezar a jugar a lo que se debe en esta categoría. La incomodidad de tener que pasar toda la Navidad en descenso, siendo superada la UDA por otros equipos que con cuatro virtudes y media obtienen petróleo, ojalá provoque la necesaria revolución de un plantel que desde la última temporada en Primera, vive de las individualidades de turno, sin forjar un sistema robusto, ordenado y contundente.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Puertas, el desatascador

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

  • Cuando peor pintaba la cosa emergió el esbelto delantero almeriense y su zurda de oro
  • José Ángel tuvo que hacer por dos ante la inoperancia de su compañero Pape Diamanka


  • Podría haber comenzado muy mal la jornada dominical para el conjunto de Soriano, como farolillo rojo, si el Nástic hubiese vencido el sábado. Pero nada de eso ocurrió. Superado el escollo psicológico, el buen comienzo del Mallorca, al amparo de su nuevo técnico, se tornó a favor de los intereses del conjunto de Soriano. ¿Quién fue el artífice del viraje? Pues el de siempre, Antonio Puertas. Cuando peor pintaba la cosa, emergió el esbelto delantero almeriense y su zurda de oro, como el Ave Fénix, para enmendar el previsible entuerto. Otro partido se vio a partir de ahí, y ya van unas cuantas de Puertas sacando las castañas del fuego. En realidad, se volvió a ver el tipo de encuentro que últimamente suele disputar el conjunto de Soriano en casa, con cierto equilibrio. El resto, lo ponen las individualidades. ¿Qué le falta a este equipo de visitante para parecerse algo al que lleva varias victorias consecutivas de local? Posiblemente un plus basado en la contundencia que se requiere en campo ajeno. Y no me refiero a la línea defensiva, sino que vuelvo a incidir en el bloque, con especial atención al centro del campo. Ahí cabe destacar a José Ángel que, desde mi punto de vista, fue el hombre del choque. Su labor fue sorda, pero no dejó de ayudar en defensa y de distribuir con solvencia a la hora de construir. Es más, tuvo que hacer por dos ante la inoperancia de su compañero Diamanka, al que trató de defender Soriano en rueda de prensa. Míster, no se puede justificar lo injustificable. El senegalés debió ser sustituido tras la reanudación, porque en el fútbol entra en juego la competencia. Tampoco se trata de cargarse emocionalmente a una persona, pero el deporte no es una ONG. Con esa rémora hubo que remar hasta la orilla, gracias a la ayuda del mencionado José Ángel y a la ventaja en el marcador que da alas e inspira confianza, y si no que se lo digan a Fidel, que fue de sobrado en alguna que otra acción. Capítulo aparte Trujillo, que completó un partido poco inteligente. Provocó una absurda tarjeta amarilla al comienzo cometiendo falta sobre un contrario que estaba todavía a poco menos de 70 metros de Casto. Más tarde, en la segunda mitad, se la jugó con una innecesaria entrada en el centro del campo. Menos mal que al final no hubo consecuencias negativas. Al igual que José Ángel, Nano estuvo de dulce. Este lateral es de los que hace equipo, infranqueable, disciplinado y participativo en cualquier parte del terreno de juego. Qué bueno que viniste. La calidad de Pozo (mal partido, pero con tres intervenciones que valieron por una entrada) y la de Fidel, suelen poner la guinda para obrar el milagro de tanta victoria seguida en el Mediterráneo, pero lejos de él Soriano debería de variar de sistema en espera del mercado invernal, del que hablaremos en breve. Como se ha vuelto a ganar y hay que insuflar ánimos, habrá que darle cierto mérito a la serenidad mostrada por Soriano pese a la angustiosa posición clasificatoria y al hecho de terminar el choque con cuatro jugadores que pasaron por el filial. Eso siempre congratula.

    domingo, 4 de diciembre de 2016

    SOS en el centro del campo

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    Estimados lectores, perdonen si me repito pero uno comienza a redactar y se las ve y se las desea para argumentar algo diferente de lo que se haya escrito en anteriores actas acerca de la disposición del Almería, sobre todo cuando toca analizar los partidos lejos del Mediterráneo. Mismos errores, idénticas carencias y semejantes planteamientos, con una forma de buscar la meta contraria idónea para los intereses de cualquier rival. Y eso que los adversarios no pasan del aprobado raspado, pero les basta con exprimir sus escasas virtudes para alcanzar un suficiente. El primer dato que llama la atención es la posesión de balón. Por ahí podemos empezar a reflexionar. Es como si un estudiante emplea ocho horas al día y suspende, mientras que otro con tan solo cuatro, aprueba sin problema. Tanta diferencia de posesión a favor denota que la forma de atacar no es la correcta. El Numancia sacó máximo partido a su juego directo, sin tener que sortear el balón. Por el contrario, los de Soriano magrearon el esférico con estériles posesiones y desplazamientos horizontales, teniendo que sufrir en cada contra del rival. Míster, la Segunda es así, no hay que darle demasiadas vueltas. Además, la decisión final, los últimos pases los ejecutaban los zagueros con pésimo resultado, rifando los lanzamientos dada su escasa precisión, con el rival bien posicionado. Me viene a la memoria cuando los adversarios del Dream Team les buscaban las cosquillas al atrevido sistema de Cruyff. Simplemente dejaban ex profeso la construcción del juego en manos de Ferrer y Sergi. Aun así, el fútbol es a veces sorpresivo e injusto, pero solo en determinados partidos, no en una liga regular que muestra a las claras el paupérrimo rendimiento de los rojiblancos como foráneos. El centro del campo no solo es estéril en sí mismo, sino que su negligencia suele perjudicar a la zaga y a la delantera, por el hecho de estar conectado a ambas líneas. José Ángel y Vélez, como siempre, muy alejados de Pozo. Y como indicaba al comienzo, la misma cantinela de siempre, con una notable diferencia, la peligrosidad de la tabla clasificatoria. La igualdad existente nos tiene medio cegados, pese a que hoy se podría ocupar el farolillo rojo, con las posibles victorias de Rayo y Nástic. Y eso que ya se encara el ecuador de la competición. Individualmente, más de lo mismo, con nuevo show de Trujillo, ausente en el tanto de la derrota y en varias jugadas de peligro del Numancia durante la primera mitad, y no por momentánea lesión. Con Morcillo sancionado y Quintanilla sin contar, resulta complicado mover de la defensa a Joaquín,  pero es una lástima que el prometedor jugador almeriense no tenga más campo de acción para desarrollar sus virtudes, salvando las distancias, similares a las de Busquets. Como imagen final, hay que quedarse con el triple córner ejecutado por Corona, representación de la impotencia de un conjunto que, a la chita callando, se va anclando en el fondo de la clasificación sin hacer ruido, como cualquier personaje gris que pasa por la vida para, tan solo, andar y respirar.



    lunes, 14 de noviembre de 2016

    En estado de abducción

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    El gol del adversario proviene de una candidez total por parte de Vélez y la jugada que genera el penalti a favor, justo de lo contrario. Por lo tanto, no queramos empezar la casa por el tejado

    Han pasado 14 jornadas, se ha jugado frente a la mayoría de los rivales, de visitante y de local, se han dado diferentes circunstancias durante los encuentros y ha habido tiempo para testar varios planteamientos. Incluso, se está teniendo toda la paciencia del mundo con el técnico (el nombre de Soriano sigue pesando), no solo por parte del presidente, sino del propio entorno. Conclusión: desde mi punto de vista, y teniendo en cuenta el nivel de la categoría, hay plantilla para estar por lo menos fuera del descenso, al que no se ha llegado en esta jornada precisamente. Pero, sobre todo, el gran problema vuelve a ser el mismo de pasadas campañas, la facilidad con la que se encajan goles. Hay una máxima que se cumple desde que el fútbol dejó de ser un noble divertimento, para pasar a ser un juego profesionalizado, y es la seguridad defensiva junto a la contundencia. Todo ello se debe revestir de una disciplina castrense. Y si hablamos de Segunda, el precepto ya se convierte en poco menos que una religión. De hecho, el gol del adversario proviene de una candidez total por parte de Vélez, y la jugada que genera el penalti a favor, justo de lo contrario. Por lo tanto, no queramos empezar la casa por el tejado. O se vuelve a poner una solución similar a la de la temporada anterior, reforzando el sistema defensivo con el aditivo de la intensidad, o pocos puntos se van a lograr de visitante. Se compite, pero si uno se queda con el discurso de Soriano, como tapando lo que la suegra no ve en casa de sus hijos, intentando obviar la actual problemática, se logrará por momentos mantener la esperanza de un conjunto que roza el farolillo rojo. Vamos camino de estar en estado de abducción, intranquilos pero confiados a la vez, aunque pasan las jornadas y al menos un servidor ha despertado del sueño. Hay que tomar medidas ya, antes de que sea tarde. No estoy pidiendo la cabeza del técnico expresamente, sino un cambio de sistema para sacar el máximo partido de la plantilla. Si es con Soriano, perfecto, si no que pase el siguiente. Ahora bien, si se pretende que Chuli supla con garantías a Puertas o que Fidel no lleve al banquillo a un hombre invisible como Iván Sánchez, como ocurrió ayer, mal camino se lleva. Una pregunta al aire: ¿qué pasaría si se tropieza en casa y se cae al último lugar? Jugar al límite, trae esas consecuencias. 

    lunes, 7 de noviembre de 2016

    El fútbol ya está inventado

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    La irrupción de José Ángel es una gran noticia, aunque de nuevo haya tenido que demostrar su valía. Mención especial para Joaquín, que corrobora su internacionalidad en las inferiores.

    En ocasiones la fortuna juega a favor o en contra, pero cuando todo se plantea de una forma razonable, la influencia externa interviene en menor medida. Si además nos referimos a una competición liguera, la de la regularidad, y encima se trata de la interminable Segunda A, la suerte no hace sino dar pequeños sustos semanales para, posteriormente, terminar siendo equitativa. Ante el Córdoba, pese a la cabezonería de Soriano con algunas individualidades, el bloque rojiblanco ocupó con criterio el terreno de juego. El apoyo de José Ángel a Pozo fue clave, pero por encima de todo la contundencia y la intensidad empleadas, tantas veces reclamadas desde estas líneas. Contundencia por la anticipación y la presión defensiva, destacando en este apartado un jugador como Pozo. Precisamente, en uno de sus robos se generó la primera ocasión. No solo los defensas y los centrocampistas deben aportar, sino que todo el conjunto en bloque debe participar. Ya sé, es un concepto muy manido, pero funciona. De hecho, en una entrevista realizada a Guardiola acerca del secreto de su gran Barça, el técnico catalán confesó que su gran mérito nada tenía que ver con la seguridad de Xavi, la magia de Iniesta o la resolución de Messi, sino que radicaba en lograr que esos mismos jugadores de otra dimensión futbolística, presionaran al rival desde la zaga contraria como el que más. Tampoco se trata de desgastar defensivamente a los de más talento, pero sí que nunca se debe olvidar que el bloque (tercera vez que dicho término sale a colación) es lo más importante. Intensidad por el desarrollo del juego, y aquí entra en liza el plano ofensivo. El primer tanto rubricado por Fidel proviene de la intensidad, en llegar un segundo antes que el rival. Ximo, con su progresión por la derecha, y Puertas, con su asistencia de oro a Fidel, fabricaron un tanto gestado por la potencia y la anticipación ofensiva. No digamos el segundo de Quique, una maravilla, pero de nuevo entra en juego la intensidad. Basta ver cómo Quique sortea al defensa, al límite, y cómo define, de nuevo al límite. Reitero, de nada servirían ambos conceptos, contundencia e intensidad, si como aludí al comienzo no se distribuyen convenientemente las piezas sobre el tapete. Si no, éstas se convertirían en pollos sin cabeza. La irrupción de José Ángel ya supuso una grata noticia en el curso anterior, pero de nuevo en el presente, el jugador procedente del filial, ha tenido que volver a demostrar su valía, en este caso por la lesión de sus compañeros. Su ausencia del once inicial en Zaragoza, no tuvo sentido alguno. Como colofón, mención especial para Joaquín, un jugador total que demuestra el porqué de su internacionalidad en categorías inferiores. Una jornada afortunada, no es frecuente que el primer equipo y el filial ganen y consigan golear en el mismo fin de semana. Si además la UDA logra su victoria 200 en Segunda A, miel sobre hojuelas, pero que no se olvide un dato, el equipo sigue en puestos de descenso. A seguir trabajando.     

    domingo, 30 de octubre de 2016

    Suficiencia

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    En La Romareda se dieron todos los condicionantes para simular que se avanza por la senda correcta, por un atajo que sortea las trampas que esconde esta complicada categoría. Pero si se rasca, se visualiza el trasfondo del rendimiento de la plantilla y cuerpo técnico, toda una muestra de debilidad en todos aspectos del juego. Lo peor es que sirvan de coartada algunas circunstancias como el estéril dominio de la segunda mitad, la estrechez del marcador final o la propia endeblez de un grande como el Zaragoza, venido a menos. No nos engañemos, ni en las goleadas ante el Rayo y Nástic el conjunto de Soriano dio la impresión de equipo compacto, de los que atacan y defienden en bloque. En algunos partidos, durante determinadas fases del juego, parecieron los rojiblancos un conjunto más de Segunda, pero solo cuando las individualidades aciertan de lleno, se allana el camino. Ayer no hubo acierto individual y, por consiguiente, no se pudo enmascarar  el encefalograma plano en que está sumido este equipo. Observo que de puertas para adentro todo son autocomplacencias y expectativas, se piensa en lo que queda de competición para pasar del supuesto suficiente al notable. Lo malo es que no se ha pasado del insuficiente, y no lo digo yo ni ningún otro agorero, sino la propia clasificación que es capaz de premiar a plantillas insuficientes, como las del Reus o Huesca, precisamente por jugar en bloque. Se incide en preceptos equivocados, o incluso diría  que inocuos, porque no se juega a nada y además se adolece de las más básicas virtudes que cualquier conjunto de Segunda debe llevar intrínsecas en su ADN futbolístico, si es que se pretende competir en igualdad, como el orden y la contundencia, en defensa y ataque. Lo de la zaga salta a la vista, observando los tantos encajados sobran las palabras. En el plano ofensivo, aparte de no disparar entre los tres palos, se ataca sin un patrón de juego definido, aunque reitero que el agujero que conviene tapar cuanto antes se sitúa en la retaguardia. Algo que también resulta incomprensible es la confianza del míster en jugadores que no dan pie con bola, como Trujillo o Vélez, y sin embargo las escasas esperanzas depositadas en otros que, como José Ángel, merecerían continuidad. Otro dato para la desesperanza lo encontramos en la elección de los cambios durante el choque. Dejar sobre el terreno de juego a Vélez para intentar construir con el marcador en contra, prescindir de Fidel para contar con el inédito Chuli o retirar a Ximo para perder profundidad, no hacen sino situarnos en la realidad, la que la propia clasificación dicta pese a que de puertas para adentro se vea la botella medio llena.  

    lunes, 24 de octubre de 2016

    La afición dictó sentencia


    Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

    A ver si se entera Soriano, Pozo es quizá el mejor jugador de Segunda. Incluso destacaría en Primera, pero no, aquí hay que preservarlo para cuando triunfe en otro equipo, no se vaya a lesionar gravemente. Bueno, desde un punto de vista de club vendedor, no es un proceder disparatado. Ironías aparte, la victoria ante el Nástic se cimentó en Pozo, con aquel esférico que se perdía. La maniobra del centrocampista malagueño y su posterior centro a lo Pantic (nunca vi a nadie centrar mejor que al exatlético) permitieron encarrilar un choque no exento de dramatismo. Repito, como en mi anterior acta, Pozo es tan necesario para el conjunto de Soriano, que el sistema es el que se debe adaptar al concurso del centrocampista y no al revés. Si al menos fuera indiscutible con el esquema que fuera, eso se ganaría. Es evidente que no está al nivel ni de Messi ni de Cristiano, ni siquiera brillará en todos los encuentros, pero este jugador necesita minutos y confianza. Así no, Soriano. El cambio realizado con la entrada de Juanjo tuvo su explicación en la mente del técnico maño, aunque minutos después de la polémica sustitución de Pozo, los rojiblancos se tambalearon ante el farolillo rojo, que jugaba de visitante y en inferioridad. Según Soriano, Juanjo era necesario con el fin de aportar experiencia y tranquilidad, cuando lo que se precisaba en ese instante, frente a un adversario mermado en busca del empate, era sobre todo velocidad a la hora de contragolpear. Con un hipotético resultado a favor de los catalanes, sí que se hubiese necesitado de su corpulencia. Además, expresar en rueda de prensa que Pozo no juega más por la presión de la prensa, es como decir que la crisis económica fue generada por la propia prensa, al denunciar su existencia. Ansiamos el éxito de Soriano, porque será el de la UDA y el de todos nosotros, pero algunas de sus declaraciones resultan cuando menos contradictorias, cercanas a un oxímoron. A fin de cuentas, de nuevo el almeriense Puertas, con su zurda, sacaba las castañas del fuego como ante el Rayo, interviniendo decisivamente para despejar las dudas que los rojiblancos volvían a mostrar. Esa fue la realidad del choque, sin pretender obviar los detalles positivos. La participación activa de numerosos exintegrantes del filial, incluyendo al mismo Puertas, me congratuló. Otro aspecto positivo vino tras la desgraciada lesión de Corona, pues José Ángel, ante la ausencia de los otros lesionados, Azeez y Diamanka, forma una interesante dupla con Joaquín. Lástima que una incidencia tuviera que descubrir algo medianamente tangible. Es loable la intención de contar con Corona para sacar el balón jugado desde atrás, pero en Segunda se trata de elevar la contundencia por encima de la belleza. Como me comentaba un buen amigo, el lema defensivo procedente del basket, saber, querer y poder, se puede extrapolar a cualquier equipo de Segunda que pretenda conquistar la cima en esta categoría. De momento, se van salvando los muebles, pero el calendario se endurece y ya no se podrán realizar experimentos con gaseosa.

    domingo, 16 de octubre de 2016

    Adaptados a vivir en el fango

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    Se está entrando en una deriva muy peligrosa. El hecho de conformarse con lo bueno, aunque sea poquito, ocultando de soslayo lo malo, pese a ser abundante, no deja de tener un componente hipnótico que esconde una clara realidad, la de un conjunto que ve escapar al líder del grupo que descenderá a Segunda B. Incluso puede que hoy se pase a ocupar el farolillo rojo de tal grupo, y algunos tan contentos por las mejoras experimentadas ante el Levante y el Alcorcón. La expulsión de Vélez fue cuando menos rigurosa, pero con el reglamento en la mano fue justa, por lo que caer en esa trampa es más de ingenuos que de otra cosa. El primer problema, que tardó en resolver Soriano casi un cuarto de hora, partía de la convocatoria al dejar en Almería a José Ángel, máxime cuando Azeez y Diamanka están lesionados y los dos pivotes defensivos son proclives a cargarse de tarjetas pronto. Corona, al que se le ve fuera de forma, por utilizar una expresión comedida, está resultando ser un comodín para Soriano. Si a punto de entrar en el 2017 es lo que requiere un equipo con algunas piezas válidas para incluso buscar un ascenso, ni siquiera el veterano jugador, emblema rojiblanco, merece que le pongan a los pies de los caballos, al hacerle cargar con esa responsabilidad. La realidad es que el proceder de la primera mitad, junto a la mala planificación previa al choque, dice mucho del por qué se comienza a navegar sin pudor alguno por la cola de la clasificación. Lo paradójico aconteció a raíz de jugar con diez, ya que se juntaron las líneas y se defendió mejor. Incluso se llegó a contraatacar con cierto peligro. Esto vino a demostrar lo que en tantas ocasiones un servidor ha reclamado, apuntalar el sistema defensivo para evitar encajar con tanta facilidad. Las veces que el esquema se adaptó a esa idea, primordial para competir en Segunda, se ha logrado un buen botín de puntos. Apostaría que de haber seguido con once, estaríamos hablando de otro resultado. Nada menos que cuatro delanteros presentes en el once inicial y ninguna casaca con el nombre de Pozo. Como decía Díaz-Miguel, menuda "frivolité". La entidad rojiblanca siempre fue muy dada a proteger a sus perlas en el banquillo. Suso sufrió lo suyo, no digamos Espinosa y ahora Pozo. Vuelvo a expresar una vez más que Pozo es uno de los mejores jugadores de Segunda, con categoría de sobra para triunfar en Primera. Pozo debe jugar sí o sí. ¿Cómo se puede prescindir del malagueño? ¿Es que el conjunto de Soriano va sobrado y se pretende tener fresco al centrocampista (como el Barça con Messi) para el tramo decisivo de la campaña? Si hay que cambiar el sistema, se cambia, si hay que adaptarse a las características del jugador, se hace, pero ya está bien de privarse de los mejores, y más en época de máxima necesidad. Ojalá que la coyuntura del choque, la de tener que juntar líneas, sirva de base de cara al futuro, aunque fue la divina providencia la que tuvo que ver con el punto obtenido. Ante el Nástic ya no cabrán medias tintas ni circunstancias especiales, o tres puntos o...

    lunes, 10 de octubre de 2016

    El sistema defensivo, un agujero negro

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    Con la rémora de la debilidad defensiva no se puede continuar, los guarismos cantan y la UDA es el cuadro más goleado de Segunda.  Trujillo por sí solo puede echar por tierra toda una planificación.

    El fútbol se suele expresar con total claridad. Alerta de las virtudes, de los defectos y confirma los diagnósticos dictados antaño. Este Almería es un enfermo con el mal totalmente localizado. Si en Gerona no se consiguieron los tres puntos pese a lograr tres tantos, o ante el Levante tampoco se ha vencido tras dos goles, ocasiones, disparos a la madera y buen juego ofensivo, la evaluación tiene un claro dictamen. En esta categoría es preferible adolecer de potencial en ataque con tal de encajar lo menos posible, pero al conjunto de Soriano le ocurre lo contrario. Es el concepto defensivo el que hay que trabajar más, desde la delantera a la defensa, ya que en el plano ofensivo la inspiración ocupa el primer lugar. Uno recuerda la jugada de los taconazos que acabó en el palo y lo confirma. Con la rémora de la debilidad defensiva no se puede continuar, porque a su vez el fútbol son estados de ánimo, que ensalzan las virtudes y engrandecen los defectos, como se pudo comprobar después de cobrar ventaja tras el inesperado penalti. Los guarismos cantan, la UDA es el conjunto más goleado de Segunda, pero en una semana no se puede volver a encontrar al equilibrio, como si esto fuera un juego de niños. El doble pivote con Azeez y Joaquín prometía, pero si el modus operandi no es el mismo desde la pretemporada, en román paladino, el estilo o patrón de juego, en los peores momentos del partido no hay base para anular al contrario. Jugaban primero frente a último, aunque la diferencia entre las plantillas no es la que mostraba la clasificación. Ahí está el quid de la cuestión, el de un equipo que sabe a lo que juega, que explota sus virtudes y tapa sus carencias, y el que no. Hay quien volverá a aludir a la desigualdad entre ambos planteles, pero no se da cuenta de que jugadores como Pozo o Fidel están del lado rojiblanco. También está Trujillo, fijo para Soriano, que por sí solo puede echar por tierra toda una planificación, porque su estado de forma con respecto al Trujillo que se ganó el derecho de ser jugador de Primera, es como la distancia de la Tierra a Plutón. De nuevo insisto en Pozo. El malagueño debe jugar sí o sí. En Almería somos muy dados a ir preservando a jugadores que poseen un toque mágico. El mismo Espinosa, rival ayer, pasó su particular calvario de rojiblanco, y otros creadores han sufrido lo suyo por aquí. Se pretende jugar bonito y no de forma práctica, pero a su vez no se le otorga la confianza necesaria a los que te sacan las castañas del fuego. Espinosa en la última salvación en Primera o el mismo Pozo la pasada campaña, fueron clave. Falta morir con una idea preconcebida, falta jugar a lo que sea, pero de memoria, y sobra improvisación o vivir de los buenos momentos, con el marcador de cara. Basta de golpes de timón en busca de equilibrios momentáneos. De otra forma, en uno de los bandazos, nos la vamos a pegar definitivamente.

    domingo, 2 de octubre de 2016

    Falta de disciplina, ausencia de conjunción


    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    Ha llegado el momento de analizar no solo el choque de ayer, sino toda la trayectoria de la entidad rojiblanca a lo largo de las últimas campañas. No es una tarea complicada ni pesada, porque lo acontecido en El Alcoraz es una fotocopia exacta de tantos y tantos partidos en los que la UDA ha transmitido idénticos síntomas de lo que es un conjunto carente de una dirección deportiva firme y coherente. Firme por un lado, porque no se vislumbra tiempo ha un técnico que imparta disciplina de la de verdad. De hecho, con independencia de Emery con su ascenso y trayectoria en Primera, y de Gracia, el resto de los entrenadores locales han pasado poco menos que al ostracismo futbolístico. Y coherente, porque los directores deportivos han elaborado las plantillas a golpe de nombres, no de hombres que complementen las carencias específicas que se deben cubrir. Se contratan buenos jugadores que luego no encajan, quizá porque no se parte de un patrón definido ni de cómo y a qué se quiere jugar. Prueba de ello lo tenemos en los elogios que suele recibir el plantel rojiblanco por parte de los técnicos contrarios. El dato es estremecedor si recordamos algunos ejemplos. Los más cercanos los tenemos muy frescos. Montoro vino con marchamo de calidad, de gran organizador, pero el centrocampista fracasó. Sin embargo, en unos meses triunfó, no en Segunda, sino en Primera con una gran UD Las Palmas. A Cristian Herrera le ocurrió algo similar, con su traspaso en el mercado de invierno al Girona. Hay ejemplos aun más directos, porque ayer mismo vimos en el Alcoraz a ese gran Fidel que deslumbraba en Segunda, deambulando por la banda. Por el contrario Samu Sáiz o Borja, los delanteros del Huesca, exrojiblancos del filial y descartados en su momento en Almería, completaron un excelente encuentro. Grosso modo, la mayoría de los adversarios saben a lo que juegan en sus respectivos conjuntos y conocen al dedillo su función sobre el terreno de juego. Lo contrario es lo que ocurre a orillas del Mediterráneo, quizá como indicaba, por falta de firmeza y coherencia deportiva. Se contrata a Pozo y a otras piezas interesantes, pero por ejemplo técnicos enérgicos e ideales para Segunda como Bordalás, con fases de promoción y un ascenso a cuestas, u otros, no se rescatan para la causa. En Almería los jugadores suelen mostrar su mejor cara al final, como los malos estudiantes. Lo peor es que tanto va el cántaro a la fuente, que un día se romperá. Preparémonos para ver triunfar a Pozo con otros colores, como a los anteriormente aludidos, a Espinosa, Raúl García, Alberto y a un largo etcétera. Plantilla interesante suele haber por estos lares, pero aquí no se aplica el término conjunción. El presidente y la directiva suspiran, como todos los abonados y seguidores, por un equipo en el campo y no solo en la teoría. El propio Alfonso García lo manifestó hace unos días, pero para lograr ese objetivo hay que apostar desde el comienzo por un estilo definido (en Segunda debe primar el orden y el físico) y por un técnico que dé miedo, futbolísticamente hablando; si no, el sueño de esta etapa dorada en LFP se nos escapa de las manos.

    domingo, 25 de septiembre de 2016

    Esta película ya está vista

     Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    Frente al Tenerife la foto del centro del campo se asemejó a la de llegada del hombre a la Luna, con Azeez de astronauta. Ante el UCAM la alineación se pareció a un extravagante ensayo de la NASA. No cabían más experimentos, ayer al menos hubo cierto equilibrio.

    Mientras comienzo a redactar estas líneas, me pregunto si he vuelto al pasado o es solo un sueño, porque los argumentos a esgrimir sobre este partido de la recuperación ante el Lugo, no difieren en demasía de los empleados durante la anterior campaña cuando los de Sergi, Carrillo o Gorosito, intentaban volver a competir. Otra cosa es si en el camino se lograba algo positivo, pero al menos ya se intentaba partir en igualdad de condiciones. Eso mismo fue lo que ocurrió ante el Lugo, como un volver a empezar con el firme propósito de hacer las cosas de una manera más racional, comenzando desde el cuerpo técnico y terminando por el último jugador en saltar al césped. De primeras, se pudo comprobar que para optar al triunfo en la actual Segunda A, e incluso para liderar la clasificación, se debe ocupar el terreno de juego de manera simétrica. Si frente al Tenerife la fotografía del centro del campo rojiblanco se asemejó a la de la llegada del hombre a la Luna, con Azeez de astronauta, ante el UCAM de Murcia la alineación se pareció a un extravagante ensayo de la NASA. Ya no cabían más experimentos ni concesiones al adversario, un simple triángulo formado en la parcela central por Joaquín, Diamanka y Azeez proporcionó el equilibrio necesario para competir de tú a tú ante el ordenado y sorprendente Lugo. Como se comprobó, no se trataba de realizar ninguna exhibición de fútbol total, sino de achicar los accesos al rival como primera medida e intentar dejar la portería a cero. El resto, es una labor de talento por parte de los creadores y acierto ante el marco rival de los delanteros. Con una sosa igualdad rayana en el comunismo más ortodoxo, transcurrió todo el choque entre el equipo más goleado y el más goleador de la categoría. ¿Qué se perdió por el camino? Sin duda alguna el factor sorpresa y la imaginación ofensiva. Además, las transiciones, una de las armas más interesantes que hasta ahora se les ha visto a los de Soriano, pasaron a ser meros acercamientos sin desborde alguno. Encontrar el contrapeso para obtener seguridad defensiva y control en el centro del campo, junto a poder ofensivo, significa en Román Paladino ascenso a Primera División. Pero por segunda temporada consecutiva no se está en esos vericuetos, sino en volver a escapar de la quema a base de aburrir a las ovejas, de ser contundentes y de encontrar la ocasión propicia para matar. El punto culmen estaría en encajar en ese ordenado puzzle a Pozo. Hay jornadas para intentar sellar un concepto futbolístico contrario a la idea preciosista del presidente, aunque también se dijo lo mismo al destituir a Sergi y se acabó dependiendo en el último segundo de la necesidad del Girona. En el plano individual, hay jugadores que podrían dar más de sí siempre que las cosas se hicieran mejor, como es el caso de Puertas. Se le ve al de Benahadux con una marcha más que al resto de sus compañeros y quizá cohibido ante la inseguridad de los suyos. Próxima parada Huesca, un rival y un estadio propicio para testar el orden y la seguridad anhelada.

    lunes, 19 de septiembre de 2016

    Próxima tarea, juntar las líneas


    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    La distancia entre integrantes de la medular como Vélez y Pozo, no es mayor porque no hay más césped.  Una pena, porque sigo pensando que hay mimbres para algo más de lo visto ayer

    Por lo padecido, tengo una oportunidad de oro para cubrir toda esta misiva de críticas negativas, pero creo que es mejor reflexionar de una forma sosegada. Estamos en los albores de la nueva campaña y conviene ser cauto porque a este equipo se le han visto detalles positivos desde el comienzo de la temporada. La patente diferencia de juego a favor del Tenerife no se reflejaba en la clasificación, porque hasta pasadas las 13:30 horas de ayer, los visitantes contaban con un punto menos. De hecho, a los de Soriano, por momentos se les vio brillar en otros partidos, superando con claridad al rival. Por eso quiero acuñar aquella frase que reza, ni tan buenos antes, ni tan malos ahora. Dicho esto, sí que conviene profundizar en determinadas cuestiones que, de no corregir a tiempo, pueden hacer que este conjunto reviva la angustia de la anterior campaña. La misma angustia que un servidor revive al analizar un mal endémico arrastrado tiempo ha, un equipo partido en dos. La distancia entre algunos integrantes de la medular, me refiero a Vélez y Pozo, no es mayor porque no hay más césped. Uno, pegado a la pareja de centrales y otro, al delantero centro. En medio, un Azeez desconocido, desdibujado. Conclusión a extraer de la categoría: esta Segunda A es paupérrima, porque si con estas facilidades tiene un rival que esperar a las postrimerías del choque para adelantarse de rebote, es porque su calidad resolutiva ante el marco contrario deja mucho que desear. Una pena, sigo pensando que hay mimbres para algo más que lo que vimos ayer. De toda la vida se ha dicho que las líneas deben estar muy juntas, para que todo el bloque bascule al unísono, a no ser que la calidad técnica de los jugadores diera para otros menesteres. Como no es el caso, habría que corregir ese desajuste cuanto antes. Si hay que renunciar a un punta, se hace; si uno de los delanteros se sacrifica en otras labores, con el objetivo final de no perder poder ofensivo, se idea, se entrena o se prueba, pero algo hay que concebir diferente a lo que se está viendo. Pese a la igualdad de la categoría, a la torpeza de los adversarios y a ciertas acciones individuales que elevan el optimismo, la ansiedad se volverá a instalar en todo el entorno rojiblanco, incluyendo a la sufrida afición, si no se toman medidas drásticas. Juntar las líneas es la próxima labor en la que Soriano debería trabajar antes de que sea demasiado tarde. Permitiría atacar y defender como hizo el Tenerife. Me atrevería a afirmar que con las múltiples vías de acceso que tuvieron los tinerfeños, los de Soriano hubiesen matado antes el choque. Por cierto, se le podría conceder una oportunidad a Quintanilla, no vaya a ser que el nuevo central, aparte de demostrar su valía, suba el caché de Morcillo, como Saveljich logró. Saber de las posibilidades de Quique, de la habilidad de Fidel, de las prometedoras acciones de Puertas o del futuro de Pozo, y no poder disfrutarlas en un contexto apropiado para sus características, puede provocar lo de Cristian o Montoro, su éxito lejos del Mediterráneo. A tiempo se está de evitar el desastre.

    lunes, 12 de septiembre de 2016

    El yin y el yang de un equipo dispar

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
     
    El acierto de contar con Quique en lugar de Chuli valió un punto. Puertas está camino de ser la revelación de la temporada. Azeez no tuvo su día y lo negativo anida en el eje de la zaga.

    Una vez conocidos los resultados de los rivales, se tenía la posibilidad de ocupar puesto de ascenso directo con una victoria o de estar a un punto del descenso con la derrota. Así está la actual Segunda A, que no sabe de equipos históricos, ni de ilustres futbolistas. Cualquier conjunto puede, no solo ganar, sino golear al adversario, juegue de local o visitante. Por ello, con cuatro jornadas ya disputadas la fluctuación, en caso de victoria o derrota, sigue siendo enorme. Incluso, durante el propio encuentro no hay patrón de juego que valga, ningún equipo lo impone y existen diferentes fases en las que cada conjunto tiene su chance. Sin ir más lejos, la clara victoria liguera ante el Rayo vino precedida por varias ocasiones visitantes abortadas por Casto. En esta tesitura, habrá que ir pensando en aprovechar al máximo los momentos favorables, porque no parece haber nadie, tanto individual como colectivamente, que domine la situación. El mismo equipo de Soriano tiene sus contrastes, aspectos positivos que hacen albergar esperanzas con respecto a la anterior campaña, y otras particularidades que recuerdan la zozobra padecida hace bien poco. Lo primero que me llama la atención como aspecto positivo es la presión rayana en violencia futbolística que tanto he reclamado en mis misivas durante las dos últimas temporadas, tanto en Primera como en Segunda. La aportación de Vélez la valoro como eficaz en la coyuntura actual de la categoría. Entradas como la que protagonizó en la primera mitad, que rozó la expulsión, no deben servir de ejemplo, pero al menos entronca más con la eficacia que en numerosas ocasiones se requiere en esta categoría. Siguiendo con lo mejor, las transiciones en ataque están resultándoles fatídicas a los rivales. Pozo está encontrado su sitio y los atacantes se desmarcan con dinamismo. En concreto, el acierto de contar con Quique en detrimento de Chuli valió un punto. Su gol y sus asistencias nos vuelven a mostrar a aquel delantero que hace un año regresó de Santander para comerse el mundo. Fidel puede dar más de sí y Puertas está camino de convertirse en la revelación de la temporada; condiciones tiene para eso y más. Tan solo Azeez no tuvo su día de medio campo en adelante. Lo negativo anida en la retaguardia y más concretamente en su zona central. No hay que eximir a los centrocampistas de su ayuda en defensa, pero saltan a la vista los desajustes entre los centrales y su nula anticipación en los balones aéreos. Si analizamos los tantos recibidos anoche, los encajados desde la primera jornada y los que ha evitado Casto, habrá que mejorar si se quiere aspirar a ser algo más que un Numancia de turno. Si hay que lograr cuatro goles para vencer, pintan bastos. Trujillo anda perdido y Morcillo se ha contagiado, a tenor de su pasividad mientras cabeceaba a gol Sandaza. Incluso Nano, que a duras penas cumple, se la tragó en una de las últimas jugadas que pudo significar la derrota. Los cambios de Soriano al final también desdibujaron a un Almería que, corrigiendo los desajustes defensivos, tiene mimbres para marcar alguna diferencia.

    domingo, 4 de septiembre de 2016

    Con los pies en el suelo

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    De la misma manera que se destacó el buen juego durante la primera mitad en Oviedo, con independencia de la derrota final, no se deben obviar los claroscuros de la UDA frente a un flojo Rayo. Para un servidor sería fácil escribir una oda dedicada a la puntería ante el marco contrario, cantando el acierto rojiblanco. Así fue, con la decisiva colaboración de un inmenso Casto, pero precisamente sin los reflejos del guardameta quizá se estaría hablando de otra cosa. Vuelvo a incidir en la misma cuestión por enésima vez, como si de un disco rayado se tratase: este conjunto adolece de una fortaleza defensiva y de una estructura ordenada capaz de anular las virtudes del adversario. Ayer se vio con claridad, a un prometedor comienzo le siguió una fase dubitativa causada por la endeblez general, provocando un bloqueo mental que pudo desatascar la zurda de Puertas. Lo que vino después, incluyendo la subsiguiente zozobra del Rayo, fue una circunstancia favorable que no siempre se da. Se puede estar tranquilo con ciertas individualidades porque hay mimbres para el cesto, incluso los goleadores, por diferentes circunstancias, no tienen que ver con los de la campaña anterior, pero sería de ilusos pensar que el abultado resultado de anoche será el adalid del futuro resurgimiento de la UDA, el que se pensaba disfrutar hace justo un año. Nano transmitió buenas vibraciones, Puertas merece continuidad, promete si consigue el almeriense combinar su físico y su talento. Por el contrario Chuli sigue muy desacertado. Apuesto por la inminente titularidad de Quique. Pozo y Fidel, a lo suyo, si bien tienen margen de mejora. Le queda mucho trabajo a Soriano, sobre todo en el aspecto defensivo, porque cuando plantillas como la del mismo Rayo Vallecano comiencen a engrasar piezas, se debe estar preparado para contrarrestar tanto potencial. Mientras tanto, nadie duda de que se afronta mejor la rutina diaria con victorias y de que los seguidores merecían un premio como el de ayer.

    domingo, 28 de agosto de 2016

    Del cielo al infierno

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    Hacía tiempo que no disputaba la UDA una primera mitad, como visitante, rayana en la perfección. Casi todo funcionó, la presión, la anticipación, la rapidez y el dominio. ¿Qué faltó para cobrar ventaja al descanso? Quizá algo de picardía ofensiva y acierto final. Un pésimo bulto sospechoso de amarillo, que dejó de señalizar un claro penalti cometido sobre Ximo, ayudó a equilibrar la balanza. No se aprovechó el momento, y bien que se pagó. Abrió la caja de Pandora de los despropósitos Trujillo, que ni siquiera intentó evitar el primer tanto en contra, la autoexpulsión de Diamanka provocó el nuevo esquema ordenado por Soriano, que más bien parecía una respuesta con un objetivo claro, el de defender una supuesta ventaja en el luminoso. Prescindir a la vez de Zongo y Fidel, dejando huérfanas las bandas de un conjunto que debía buscar el empate, resulta cuando menos chocante. Para rematar la faena, Corona no tuvo una buena rentrée, Iago se olvidó de defender y Quique se mantiene en el nivel de Chuli, o sea, más bien escasito. Solo Puertas levantó al final a un muerto que parecía muy vivo al comienzo. En la sentencia de los locales, como en el primer tanto, hubo un desesperante protagonista, Trujillo. Parece evidente que para encarar al portero cualquier delantero debe, en buena lógica, superar a todos los defensores. Pues bien, Trujillo hizo añicos esa obviedad, y en los dos goles en contra tan solo reculó ante el adversario de turno. Ahorrarle al atacante el último regate es lo que permitió el central por partida doble. A ver si alguien le dice al zaguero lo que hay que hacer, algo tan sencillo como intuir el engaño del contrario y provocarle el fallo, como última intentona. Si solo se recula, incluso se puede llegar a molestar visualmente al propio guardameta. Me quedo con la primera mitad, no quiero revivir recientes pesadillas

    domingo, 21 de agosto de 2016

    Preocupación

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    Dos malas temporadas seguidas han ratificado la madurez de la afición. Una masa social de 10.000 seguidores, sin la euforia del momento, es un logro inédito por estos lares. Pido a la afición que siga ahí, pese a las críticas (las hacemos por el bien del equipo), la plantilla de turno o una temporada aciaga, porque por encima está la entidad, que se hará fuerte cuanto más fieles sean sus incondicionales. El ambiente del Mediterráneo fue extraordinario, aun a sabiendas de que el actual plantel se asemeja al anterior. Y tanto, como se pudo apreciar ante el Cádiz. Más que la plantilla, diría que la disposición sobre el césped, con viejos defectos como la escasa presión. Quizá no se tienen los hombres adecuados, pero tampoco se intenta ocultar dicha carencia con un sistema diferente, que potencie el entramado defensivo desde la delantera. De nuevo, un equipo sin personalidad, intentando jugar un buen fútbol sin la suficiente técnica y presionando sin orden ni fortaleza, o sea, quedándose a medio camino de todo. Un centro del campo, el corazón del equipo, deshilachado, con Vélez muy distanciado de Pozo y el bueno de Azeez luchando en solitario. Por delante, Chuli de delantero centro o un cero a la izquierda, lo mismo es. Hay mimbres, como Fidel, pero para hacer el cesto se necesita algo más. Si no llegan refuerzos, el cuerpo técnico tendrá que trabajar en pos de un objetivo prioritario, disimular las carencias. Un empate ante un rival limitado, preocupa más por las formas que por el propio marcador.

    domingo, 7 de agosto de 2016

    Demasiada desgana

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    Cada vez resulta más complicado analizar una pretemporada. Antaño, los choques en esta época rezumaban por los poros de los futboleros de pro máxima expectación y drama por la posible derrota. Eran otros tiempos, donde el empeño por convencer al técnico de turno llegaba a ser mayor que durante la propia campaña. Este preludio viene a colación por el análisis que podría realizar de los dos últimos partidos de la UDA, no ya frente a rivales menores, sino ante adversarios de su liga. Poco que decir y mucho aburrimiento. Poco que atisbar y excesiva desgana de unos y otros. Aun así, en mi anterior misiva ahondé en Pozo como el mejor fichaje que el club rojiblanco podía cerrar. A tenor de lo visto, modestamente creo que no voy desencaminado. Un jugador al que en la mañana de ayer le bastaron quince minutos para sembrar el pánico en el área contraria. Sí, la zaga rival ya estaba cansada, pero otros como Chuli, que sigue en la misma línea que hace meses o Quique, que es una sombra del poderoso jugador que descubrimos hace justo un año, no son capaces a día de hoy de desequilibrar al oponente. A Fidel sí se le adivinan buenas maneras (el tanto ante el UCAM y el segundo frente al Levante, fueron construidos por Fidel y Pozo), pero del resto de la plantilla y del propio sistema, poco se puede analizar, no porque no se vayan conociendo las intenciones de Soriano, sino por la escasa intensidad de estos choques, que impide emitir un juicio de valor acerca de lo que se podría avecinar en un par de semanas. Quintanilla tiene una buena salida de balón, Azeez es Azeez, del nigeriano no dudo, Diamanka promete y Corona se desenvuelve a las mil maravillas en estos bolos, pero la verdadera liga está por llegar y desde mi punto de vista se adolece de un guardameta sólido, de un lateral izquierdo robusto y defensivo y de un delantero centro corpulento que sepa aguantar y habilitar a los extremos y laterales. Eso, como máxima urgencia, amén de otros retoques. Toca esperar.

    lunes, 1 de agosto de 2016

    Pozo, el mejor fichaje

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    Los nuevos nombres ya sobresalen. Fidel va mostrando quién es futbolísticamente, uno de los jugadores más valiosos de Segunda. Diamanka ha entrado con buen pie, ocupando un gran espacio del terreno de juego y Azeez sigue instalado en su elevada línea de regularidad. Son nuevos nombres con una clara misión, la de evitar que sus compañeros caigan de nuevo en la espiral de desesperación y angustia que padecieron durante la pasada temporada. Pero no nos engañemos, prometedores jugadores, pueden destacar en partidos de pretemporada, sean o no los contrarios de la misma categoría. El quid de la cuestión de la Segunda A es el sistema y la fortaleza física. Cuando las jornadas vayan pasando, se irá viendo cuáles son los equipos que saben dónde están y a lo que jugar. Faltan por venir más jugadores e incluso algunos pueden cambiar de aires, pero a día de hoy, con la esperanza puesta en incorporaciones que sumen y en la lección que supuestamente Soriano, como jugador y entrenador, extrajo de hace unos meses, me preocupa algo que comienzo a vislumbrar, el posible ostracismo de Pozo. Insistí en los meses previos a la salvación, y al final los números no dejaron lugar a la duda: gracias a Pozo la UDA salvó los muebles. De sus botas partieron asistencias imposibles y tantos decisivos. Espero que Soriano sepa motivar a un jugador clave que ya calentó banquillo y grada en demasía. Por mucho Azeez, Diamanka o Corona renovado que juegue por su zona, el talento se paga a precio de oro. Ojalá no nos acordemos de Pozo como cuando truena de Santa Bárbara.

    domingo, 24 de julio de 2016

    Adaptación al medio

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
     
    La maquinaria de la nueva temporada ya ruge. La campaña de abonados va a ser una buena piedra de toque tras el sufrimiento padecido, como quien dice, hace nada. No está nada mal la cifra alcanzada hasta el momento, pero inevitablemente será levemente inferior a la de la pasada temporada. Cualquier otro guarismo superior contradiría la lógica aplastante, después de un año cargado de sinsabores. Más que el apoyo numérico, lo determinante es la masa social que, año tras año, se consolida a la sombra de la marca UDA. Dos mil abonados más o menos no significan nada si a la siguiente temporada todo se viene abajo. Como se ve, el arraigo al club presidido por aquel murciano, medio almeriense, que vino hace más de 15 años, está dando sus frutos. Esa es la mejor noticia que se puede dar por encima de cualquier fichaje o ave de paso. En cuanto a la elaboración de la plantilla, insisto una vez más, se trata de la actual Segunda A. El acierto que se tenga a la hora de confeccionar el centro del campo será clave. Dichos centrocampistas pueden convertir a unos buenos defensas en corderitos despistados o viceversa. De igual manera, los mismos centrocampistas son capaces de transformar a un delantero mediocre en el Messi de Segunda. Es el tronco del equipo, de donde fluye toda la savia. De hecho, en los momentos más complicados de la pasada campaña hubo que reforzar la parcela central con los laterales, para poder salir del atolladero en donde un alegre Sergi nos metió. Acaba de llegar Diamanka, Azeez va a partir de inicio, José Ángel esta ahí, Corona en la sombra y Pozo debería poner la magia. Aun así debe llegar alguien más con poderío con el fin de contrarrestar a los perros de presa que poblarán la categoría de plata. El fichaje de Fidel está muy bien, siempre y cuando el centro del campo habilite a la delantera. La adaptación al medio para que no ocurra lo de la pasada campaña es clave, si no la Segunda no perdona. Avisados están.

    domingo, 17 de julio de 2016

    Reverdecer viejos laureles


    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
     
    Se vislumbra una temporada cargada de incógnitas, en la que el conjunto que aspira al ascenso puede caer en el abismo o viceversa. La Segunda A se ha convertido en un escenario idóneo para medir la fuerza bruta, en donde la táctica supera a las individualidades y el tesón aventaja a la técnica. Algo así como la Premier League inglesa, pero al cubo. Los pasos de la UDA en estos primeros días de pretemporada no invitan al optimismo, aunque mejor será esperar. La interpretación del primer fichaje, Corona, puede tener varias lecturas. En el entorno del club rojiblanco sobrevuela la idea de recuperar a viejas glorias. Se habló en su momento de Crusat y de otros, vino Uche y ahora Corona. También Trujillo y hasta Verza parecen estar en la recámara. Esta entidad ha tenido un pasado glorioso, el mejor de la historia del fútbol en Almería, y atrae la idea de querer reverdecer viejos laureles, sin embargo se comete un error. El éxito de la UDA de Alfonso García fue el de acertar con numerosos jugadores que posteriormente fueron vendidos con éxito. Esa política dio excelentes resultados. El hecho de pretender que algunos de esos jugadores vuelvan, conlleva un triple riesgo: nunca más podrán ser rentables en forma de venta, puede que busquen su acomodo en nuestra capital y, obviamente, su rendimiento nunca será el de antaño. Con esta reflexión no me refiero a Corona, ya que su vuelta obedece a otros intereses, por otra parte arriesgados al ser jugador y a la vez íntimo del técnico, pero se debe tener cuidado al intentar reverdecer gloriosas etapas con los que ya las hicieron posible.

    domingo, 10 de julio de 2016

    Cómo encajar las piezas


    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    Al paso que se desarrollan los acontecimientos en el entorno de la UDA, resulta inevitable ahondar en aspectos anteriormente reseñados, donde me refería a la adaptación a una Segunda A diferente a aquella que conocimos antaño y a la escasa fortaleza física de la plantilla rojiblanca. Grosso modo, con la lista anunciada por Soriano para comenzar el próximo miércoles (se sucederán salidas y entradas) la figura de Ramón Azeez sobresale por su criterio y fuerza a partes iguales. Además, posee el marchamo de canterano, habiéndosele concedido la oportunidad de dar el salto profesional; esta característica, similar a la de varios compañeros, otorga compromiso, con independencia de que luego se tenga más o menos acierto. Como complemento del nigeriano siempre vi a Pozo, pero en el banquillo está Soriano, que por la razón que fuera nunca contó con tal dupla. Inclusive, ni siquiera con Pozo, cuando es un jugador llamado a marcar las diferencias, siempre y cuando su equipo iguale en físico al rival. Ahí entran en liza el consabido Azeez, José Ángel o el pretendido Diamanka, con perfil idóneo para cubrir la susodicha deficiencia muscular. En cualquier caso, mantengo la regla de cada temporada, la de no opinar sobre jugadores que no conozco a fondo, porque hay quienes se hacen una idea preconcebida sin apenas haber podido verlos en acción. Para la portería no confío en Julián, no me parece un cancerbero que vaya a despuntar. Al igual me equivoco y llega a la selección, pero no escribo para rellenar páginas, sino para expresar mi opinión y mojarme. Y en la delantera, si no hay un par de jugadores con fortaleza para recepcionar de espaldas a la meta contraria y habilitar posteriormente al extremo o al lateral, todas las virtudes que se logren del medio campo hacia atrás, quedarán medio eclipsadas. El reto está ahí. De aquí al 31 de agosto, hasta el rabo todo es toro para intentar confeccionar un plantel adaptado a esta complicada Segunda A.

    domingo, 3 de julio de 2016

    El espíritu de la cantera

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    De las escasas noticias que se filtran en esta época de parón informativo en el seno de la UDA, sobresalen las que se comentan en torno a varios jugadores que han pasado por el filial u, oficialmente, continúan en él. Se rumorea que Soriano no cuenta de cara a la próxima campaña con jugadores como Iván Sánchez, Puertas o José Ángel, titular indiscutible durante la segunda vuelta. Me da la sensación de que se querrá tirar de más experiencia, de jugadores más curtidos en la categoría para, de alguna manera, no volver a pasar apuros. Si así fuera, creo que se cometería un error. Son los jugadores que han pasado por el filial los que, a la postre, más rendimiento suelen ofrecer, siempre y cuando su calidad pase el corte para competir en Segunda. Este triunfal axioma entre cantera y rendimiento se ha cumplido a los largo de los años. Salvando las diferencias, con la cantera del Madrid en la época de Butragueño y por supuesto con la del Barça. Cuando a un jugador proveniente del filial se le otorga la confianza necesaria, los resultados suelen ser excelentes, con mezcla de entrega y talento. Azeez, ese jugador que no destaca en nada pero que todo lo hace bien, o un prometedor Joaquín, a buen seguro que aportarán más que jugadores a los que fácilmente se les aplica el término de aves de paso. El último episodio es el de Hicham, como fue el de Dani Romera. Con esto no quiero decir que en Almería no se haya contado en las últimas temporadas con los integrantes del filial, por fortuna sí se ha hecho y los resultados ahí están, con un récord de temporadas en la LFP. Si se combina el espíritu de la cantera con el supuesto acierto en los fichajes foráneos (hay que saber a qué se quiere jugar y las características de la categoría en la que se compite), el éxito estará garantizado. A ver si Soriano, por querer asegurar de más en su debut como técnico, rompe una combinación que planificada con tino proporciona, en un porcentaje muy elevado, el triunfo final.

    domingo, 26 de junio de 2016

    A vueltas con el músculo

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    El presupuesto de la próxima campaña va a sufrir un serio recorte. En principio, la noticia podría caer como un jarro de agua fría entre la afición almeriense, que ve cómo las aspiraciones de antaño se minimizan. Se habla de no pasar apuros, admitiendo que el supuesto ascenso quedará muy lejos. En teoría, el plantel rojiblanco daría para ser un Numancia más, pero ese supuesto queda hecho añicos cuando analizamos la última temporada en Segunda. El fútbol de salón exhibido por el conjunto de Emery en el año del ascenso ya no cotiza al alza, a no ser que la categoría técnica de los jugadores fuera excelsa para contrarrestar a los numerosos pitbulls de los equipos de plata. Como los jugones acaban en Primera, habrá que acertar a la hora de introducir músculo. El primero que debe cambiar de mentalidad es el presidente. Sus buenas intenciones de fútbol preciosista deben caer en el olvido para adaptarse a las circunstancias. De hecho, la UDA va a partir con un presupuesto similar al de Alavés o Leganés, que ascendieron directamente. Una pieza clave sobre la que armar la nueva plantilla ya está en casa, Ramón Azeez. Lo confieso, solo por ver la evolución del nigeriano en esta temporada merece la pena renovar o adquirir un nuevo abono. Si se llena la plantilla de Ramones, junto a extremos veloces, fortaleza atrás y una pizca de ingenio en las inmediaciones de la media luna, se puede hablar de un nuevo Alavés, Leganés, Osasuna, e incluso Nástic o Girona. Para eso no hace falta el presupuesto de la pasada campaña con el que se estaba a medio camino. Ni se tenía la calidad suficiente para sortear la dura presión contraria, ni se podía combatir cuerpo a cuerpo. Habrá que adaptarse al medio formando, de una vez, el Almería más rudo que se recuerda, no solo para sobrevivir, sino para triunfar.

    domingo, 19 de junio de 2016

    Más músculo para Segunda

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    En estas fechas, de aparente quietud futbolística en Segunda, comienzan a jugarse parte de las posibilidades futuras del nuevo curso. Durante la temporada llegan las quejas en torno a la confección de la plantilla y del técnico, es fácil opinar, pero en la presentación de la anterior campaña en el Teatro Cervantes todo fueron alabanzas. Hay que tener claros dos conceptos: la categoría en la que se rivaliza y el modelo con el que se pretende competir. Intentar priorizar el referido modelo sobre la categoría, suele dar pésimos resultados. De hecho, el año pasado se confeccionó una delantera de escasos centímetros y en general un conjunto endeble físicamente, con la inocente perspectiva de realizar un buen fútbol. Craso error. Aquella idea nunca puede encajar en la categoría de plata a no ser que, como en la temporada del anterior ascenso, se pueda contar con dos futuros campeones de liga española e inglesa, a la sazón Aleix y Ulloa, amén de jugadores como Charles. Volviendo al presente y futuro, ya se conoce la actual categoría, siendo el modelo a elegir el que me preocupa. Espero que se incida menos en el fútbol bonito y se apueste más por nivelar la potencia muscular. ¿Qué conjuntos ascendieron directamente a Primera? Alavés y Leganés, que no destacaron por su bello manejo del esférico, con ex jugadores del Almería B. ¿Qué otro equipo ha ascendido? Osasuna, rácano donde los haya. Ojalá la UDA siga la senda de los rojillos, porque éstos se salvaron del descenso en la última jornada de la campaña 14/15, ocupando finalmente la misma posición que la UDA en esta temporada. Pasados unos meses, de nuevo en Primera. Hay que ver lo que es la categoría de plata de un año a otro. Sin ir más lejos, quien a la media hora del choque inaugural del pasado curso, goleando al Leganés, se le ocurriera vaticinar que la UDA se salvaría in extremis y que los pepineros ascenderían directamente, hubiese sido tildado de perturbado, como mínimo. Qué bonito e imprevisible es el fútbol.

    domingo, 12 de junio de 2016

    Carencias de la plantilla

    Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

    En estos días en los que los movimientos de la futura plantilla de la UD Almería están en stand by, teniendo en cuenta lo que se ha padecido, quizá sea el momento de analizar el rendimiento de varios jugadores, tal y como hacen las empresas privadas con sus asalariados, para estudiar lo que conviene de cara a la próxima campaña. La UDA, como cualquier otra empresa privada, no es Cáritas (loable labor la suya), no tiene que conceder favores a los que acertaron antaño, para eso se les paga y muy bien, sino que debe vislumbrar el mejor horizonte para una entidad que de por sí, con sus años en LFP, ya ha hecho historia en el fútbol almeriense. En la portería albergo varias dudas. Casto es superior a Julián. No ha completado una mala temporada el guardameta titular, pero el futuro debería ser Julián. ¿Está el espigado guardameta preparado para competir? Desde mi punto de vista, no. En defensa, Michel encontrará acomodo en Primera, mientras que Dubarbier no debería ocupar de nuevo el lateral (a los técnicos que así lo consideren, los tendré enfrente). Morcillo cumplió, Ximo mejor de central y Saveljich es válido, pero habrá que ver las condiciones de su contratación. El mejor fichaje para el centro del campo es Azeez. Menudo jugador para Segunda (y Primera) que competía en Segunda B con el filial. Pozo, si siguiera, podría formar una dupla con Azeez formidable, pero de lo que carece el centro del campo, y la plantilla de la anterior campaña en general, es de fortaleza física. En la delantera, Quique, Iván y poco más, son interesantes. Los demás son prescindibles a día de hoy, incluido Chuli, menudo chasco el suyo. En la reciente Segunda A, y quizá la venidera, prima el músculo sobre la técnica. Lejos queda la Segunda de la UDA con Emery, donde triunfaba el fútbol exquisito. Para la campaña que se aproxima, convendría un cóctel de técnica y fuerza (de la que se carece) a partes iguales. Con el presupuesto que se manejará no se debe errar, máxime si se conocen algunas de las deficiencias expuestas.

    lunes, 6 de junio de 2016

    Fotocopia del curso

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
     
    Campaña irregular, confusa y decepcionante. Pozo en el banquillo en un trance decisivo. Soriano desconectó.


    No podía finalizar de otra forma esta temporada: a expensas de que a la Ponferradina no se le ocurriera marcar al final. De hecho, el mismo partido de Córdoba fue un fiel reflejo de una campaña irregular, confusa y por momentos decepcionante, por el potencial que se le suponía a aquella plantilla que en su presentación dejó a cientos de seguidores fuera del Teatro Cervantes, sin poder aclamar, por ejemplo, a uno de los nuevos puntales del equipo, Chuli. De nuevo Soriano optó por dejar en el banquillo a Pozo en un trance tan decisivo, máxime cuando su conjunto dependía de sí mismo con una victoria. Pienso que prescindir de un jugador que, como mínimo, asegura una par de asistencias de gol, es cuando menos una temeridad. Otra vez emergió excelsa la figura del oculto Azeez (cuántas cosas se han hecho mal), si bien con menos contundencia que en Palamós. Y Quique, que con su aportación evitó la debacle, tanto ayer como en gran parte de la temporada. Lo que al filo del descanso perpetró Lolo Reyes quedará en una desagradable anécdota gracias a la permanencia, pero el chileno queda marcado al final por la afición rojiblanca. En la segunda mitad, pese a jugar en inferioridad, los de Soriano desconectaron, incluyendo al nuevo técnico, que incomprensiblemente mantuvo a Uche en un escenario tan hostil para las actuales características del nigeriano, como las que se encontraría Donald Trump en Corea del Norte. El baile final de la pareja andaluza, pegadita como en las lentas de antaño, podría haber tenido un claro damnificado, la UDA, pero para rematar una campaña tan singular, el denostado Cristian Herrera fue quien puso punto y final a una temporada que habrá tiempo de analizar en próximos escritos, con el propósito de que nunca más se vuelvan a repetir los mismos errores, que han sido graves y cuantiosos.

    lunes, 30 de mayo de 2016

    Casto deja las espadas en todo lo alto

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    El portero evitó el desaguisado final. El equipo viaja a Córdoba dependiendo de sí mismo, pero nadie puede evitar echar las cuentas de los rivales, porque la confianza es escasa.

    Qué complicado resulta analizar partidos como el de anoche. El corazón se impone sobre la mente y cada jugador hace la guerra por su cuenta. Y no solo los del equipo que estaba obligado a ganar, sino los del rival, que también parecían por momentos tener intereses contrapuestos a tenor de algunas acciones y de los cambios ordenados por un técnico como Terrazas, que se parece al sobrio y recto padre de familia que no se casa con nadie. Las sustituciones efectuadas por el severo entrenador visitante, retirando paulatinamente a jugadores que cometían un grave fallo, así lo indicaba. Enfrente, un Almería emotivo en la primera mitad y perdido en la segunda. Menos mal que Casto evitó el desaguisado final. Primero con una parada de colocación y reflejos en respuesta a un disparo extraordinario. Pero la intervención que realiza en el córner que a punto estuvo de ser gol olímpico, puede valer una permanencia. Quizá sea recordada como la parada de la salvación, si al final se consigue. De una placentera primera mitad donde el Mirandés sí pareció ser el que todos pensábamos, se pasó tras el descanso a poco menos que un túnel del miedo con constantes apariciones de monstruos. El primero, uno propio; Ximo anduvo tan desorientado que disputó su peor partido de rojiblanco. Por su zona vino casi todo el peligro y el que llegó por la banda izquierda tampoco lo resolvió, tragándose el centro del empate burgalés. Con los cambios ordenados por Soriano nada cambió, ni siquiera Azeez puso cordura con su fútbol control. Todo estaba dominado por la ansiedad y los resultados ajenos. Para no desmerecer a su compañero de banda, Zongo no dio una a derechas, nunca mejor dicho. El burkinés está a años luz de aquel jugador que llegó a provocar suspiros de admiración en el mismo Camp Nou no hace tanto. Con los argumentos expuestos marcha un equipo a Córdoba con la ventaja de depender de sí mismo. Sin embargo, a día de hoy nadie puede evitar echar las cuentas de los rivales. La confianza en un conjunto discontinuo, dubitativo e irregular, siendo benévolos, ante un Córdoba con hechuras de Primera, es poco menos que nula. Partiendo de la segura victoria del Mallorca en Valladolid, las posibilidades están claras y hay que manejar un detalle. Si el Córdoba logra distanciarse en el marcador, en Ponferrada lo tendrán claro ambos conjuntos; con un empate logran sus objetivos. Por lo tanto, el primer deber es no impacientarse si se adelantaran los de Oltra, cosa que puede suceder dada su calidad. Aun con la momentánea derrota, siendo mínima, en El Toralín no las tendrán todas consigo. Con tablas en el marcador el Girona se asegura las eliminatorias, pero no debe perder. Por lo tanto, se presume un juego de ajedrez entre ambos estadios. Otro detalle: la no derrota del Girona también hace que tanto Córdoba como Almería consigan sus objetivos con un empate. Lo que sí sé es que para los almerienses de pro, la jornada del sábado 4 de junio va a dejar a la reciente final de Champions en un plácido cuento de Walt Disney.

    jueves, 26 de mayo de 2016

    ¿Por qué no jugó Pozo?

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería.

    Resulta complicado mantener la calma para poder redactar con sosiego tras un partido agónico, incluyendo la mala noticia que al final nos llegó procedente de Ponferrada. No cabía esperar otra novedad de tierras leonesas, porque al fin y al cabo la tarea la tenía que hacer la UDA solita. Como se vio, el cometido no era tan complicado, no se jugaba el Almería las habichuelas contra el Barça, por aquello de la equipación local. Se pudo ganar porque las ocasiones ni se pueden contar con los dedos de ambas manos, de principio a fin. El planteamiento inicial de Soriano, un esquema que dejó a los de Gorosito a la par de los de Cruyff, no estuvo del todo mal si no hubiese sido por la ausencia de Pozo. Este Almería tiene numerosos defectos y algunas virtudes, y entre éstas últimas está la afortunada presencia de un pelotero como Pozo en su plantilla. Hay cosas que uno no entiende, por más que se las expliquen, y una de esas fue la suplencia del centrocampista malagueño. Si la UDA está todavía luchando por mantener la categoría es gracias a Pozo, por lo tanto, si pudiera rellenar el resto de esta misiva con la siguiente pregunta, no pasaría nada: ¿por qué no jugó Pozo de inicio en el partido decisivo de la temporada? Para no ser aburrido, voy a formular otras cuestiones al respecto. ¿Por qué no jugó Pozo teniendo a su lado a un escudero de lujo como Azeez? ¿Por qué no jugó Pozo si era de largo el mejor jugador en Palamós? ¿Por qué no salió Pozo en la segunda mitad cuando al Llagostera ya no le valía el empate y estaba más fatigado? ¿Por qué no estaba Pozo en los contragolpes del final del choque para haber matado al contrario? ¿Por qué nos tuvimos que tragar a Chuli conduciendo esos contragolpes decisivos? ¿Por qué Del Bosque fue un gran técnico en su momento? Porque en sus planteamientos se imponía la lógica sobre la supuesta brillante idea del entrenador de turno. En definitiva, ¿por qué no le dio Soriano el giro necesario al partido en el momento clave, después de un planteamiento más que aceptable? Todas estas respuestas pasarían a un segundo plano si se logra la permanencia, pero yo no olvido el sufrimiento que en estas horas se va a padecer por no haber puesto sobre el tapete de Palamós a un jugador que, como mínimo, siempre se inventa un par de asistencias claras de gol. Y todo esto, en el día que se "descubre" a otro excepcional centrocampista, que ya brilló en primera y que además ha jugado un Mundial, Azeez. Con más tiempo y más lógica por parte del técnico de turno, me hubiese gustado ver a esa dupla actuar a pleno rendimiento durante el último tercio de campaña. Repito, el planteamiento me pareció correcto, pero entre lo comentado y el desacierto de Quique, la alarma roja se ha encendido. En cualquier caso, poco se le puede reprochar al máximo goleador, como a Dubarbier. Lo de Chuli y la confianza que Soriano ha depositado en él, es cuando menos sorprendente. Si al final, en aquel contraataeque, Chuli hubiese habilitado segundos antes a Quique, quizá estaríamos hablando de otra cosa. Ahora cabe esperar lo siguiente: que el Córdoba no se la juegue en la última jornada. A rezar.

    lunes, 23 de mayo de 2016

    Kalu Uche vino, vio y venció


    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    El fútbol es bello porque, por encima de otros deportes más herméticos, deja una puerta abierta al cambio de rumbo, a la sorpresa final. Sin ir más lejos, el reciente título del Leicester o el inesperado bajón de hace unas fechas del Barça, ratifican tal afirmación. Incluso, en el trascurso de un partido el escenario puede variar sin una razón de peso. Con este último regusto nos hemos encontrado tras vencer con claridad, sin ni siquiera sufrir en el descuento. El deseo expresado por Soriano días pasados poco tuvo que ver con la realidad de su primer once inicial, al incluir a Vélez en el mismo. Hizo bien el nuevo técnico almeriense, porque el zaguero tarraconense reconvertido en centrocampista tuvo que auxiliar en más de una ocasión a Morcillo y Salveljich. El viento soplaba en favor de la valentía y de morir matando, pero la realidad siempre se impone. Y ésta dice que se puede apostar por un esquema ofensivo, siempre y cuando se disponga de los jugadores adecuados para ello. Es como si un boxeador quisiera participar en un combate de pesos pesados y apenas pasara del peso mosca. El Oviedo despertó del sueño al conjunto de Soriano obligando a los rojiblancos a defenderse de un equipo más fuerte físicamente, más ordenado y, por ende, con una disposición ofensiva más diáfana que la de un Almería desquiciado de cabo a rabo. La fruta madura convertida en lógica llegó con el tanto visitante y, a partir de ahí, gracias a los detalles individuales y el tesón se pudo enmendar plana, porque nadie hubiese apostado en rojo y blanco en el mismo ecuador del segundo tiempo. Cinco nombres, cinco individualidades (para eso se invirtió en algunas de ellas) sacaron por sí solas a la entidad almeriense del pozo cuando la cuerda ya se resquebrajaba. Casto, con sus paradas, puso los cimientos en la primera mitad y, más tarde, la extraña dupla formada por Dubarbier y Pozo tomó la responsabilidad de echarse al equipo a sus espaldas. Habría que darle el valor que se merece a la determinación de ambos jugadores, cuando otros prefieren agachar la cabeza. El sempiterno oportunismo de Quique contribuyó al milagro. Nadie hubiese apostado por este jugador cedido al Racing de Santander, que ya padeció en la anterior campaña el aterrador descenso a Segunda B. Gracias a su entrega, con la dificultad de luchar cuerpo a cuerpo con defensas más aguerridos que él, la UDA sobrevive todavía, porque si se hubiera tenido que depender de Chuli, el descenso ya estaría certificado. Menudo fiasco el fichaje estrella de un delantero que telegrafía, como hizo ayer, un disparo en un claro cara a cara ante el guardameta rival. O es así de torpe o no está comprometido, porque su caché indicaba otra cosa. Para el final, cómo no, el delantero de más calidad de Segunda A, Kalu Uche. De nuevo, con su clase y sangre fría (menudo recorte ante Rubén Miño) deshizo otro empate. Las palabras de Soriano dedicadas a Gorosito reconfortan, porque gracias a la puntuación lograda en la etapa del argentino, la UDA mantiene en estos momentos serias esperanzas de salvación. Ojalá se logre.

    lunes, 16 de mayo de 2016

    Arrancada de caballo, parada de burro

    Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

    La osadía de salir como un toro bravo en El Alcoraz tuvo sus consecuencias. En Segunda no hay equipo capaz de someter a su rival todo el choque. El plan salió bien hasta que la fuerza aguantó

    La osadía de salir al terreno de juego como un toro bravo a la plaza, tuvo sus consecuencias. Y es que en Segunda no hay ningún equipo capaz de someter al rival todo el choque. La UDA arrolló desde el comienzo, pero no midió sus fuerzas. En su afán por vencer, Gorosito volvió a la defensa de cuatro sabiendo que dicho sistema solo funciona si se ataca constantemente, ya que sus laterales no destacan por su contundencia defensiva. El plan salió bien hasta que las fuerzas aguantaron porque, como indiqué antes, no hay equipo en esta categoría tan superior como para controlar de cabo a rabo. Incluso, lo diseñado se fue cumpliendo a pies juntillas con el tanto de Quique. Por lo tanto, nada que objetar a una primera mitad arriesgada, pero modélica. El problema vino tras el descanso por varias razones, algunas propias, como el débil sistema defensivo y otras ajenas, como la respuesta de un contrario que también se la jugaba. Había que dar una contestación ante el nuevo escenario, cambiando la mentalidad y el sistema. Al comienzo de la segunda mitad el adversario comenzaba a entrar por las bandas, las que defienden dos laterales endebles para lo que se avecinaba. ¿Por qué entonces siempre abogo por la línea defensiva de cinco para esta campaña? Porque los partidos duran 90 minutos y el equilibrio, que no tiene la plantilla con unos laterales tan ofensivos, se pierde cuando hay que cambiar el chip, y en la segunda fase del choque tocaba defender y salir al contragolpe. Se gastaron excesivas energías al comienzo en dominar por completo al Huesca en su propio estadio, en verdad no cabía otra con defensa de cuatro, y sin embargo no se previó que los de Anquela iban a disponer de su oportunidad. La única solución pasaba por reforzar y agotar los tres cambios. Lo lamentable es que un ausente Gorosito dejó morir a su equipo inexplicablemente, como si al técnico argentino le hubiesen suministrado cloroformo. Anquela movía con desesperación y valentía sus piezas, mientras que Gorosito realizó los cambios tarde y mal. Cuando el choque, pese al creciente dominio del Huesca, estaba para darle la puntilla con la defensa adelantada de los oscenses, el entrenador almeriense mantuvo en el terreno de juego a Uche, que ya hizo su labor con la asistencia del gol, y no introdujo ningún delantero veloz, ni apuntaló el centro del campo con un jugador fresco que cumpliera con una doble misión clave: ayudar a la parcela central y auxiliar a la hora de defender como un falso central. Cuando quiso reaccionar después del empate, Gorosito remató la faena contando hasta el final con un exhausto Uche y certificando el desastre con las dos últimas sustituciones, estando ya el partido casi sentenciado, más por la dinámica del mismo que por el estrecho marcador. El equipo necesitó durante el segundo tiempo de la ayuda de su técnico, el mismo que ordenó vaciarse desde el principio, pero a la hora de la verdad lo que se obtuvo fue la inoperancia de una entrenador que ahogó a su conjunto y luego no supo lanzarle un salvavidas de refuerzo.