Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
Si se gestiona como se debe, esta nueva derrota lejos del
Mediterráneo podría haber venido hasta bien. De cualquier circunstancia hay que
extraer lo positivo, y más en la actual situación de un conjunto quebradizo,
pero con unos síntomas más o menos claros para revertir la situación. Si en
anteriores actas aludí a la falta de contundencia en general, ayer se vio con
nitidez de lo que adolece, más que carece, el equipo de Soriano, un conjunto más
blando que un pato de goma en varios aspectos de su juego. No es solo la
ternura a la hora de defender un balón parado, es el propio juego que no se
acompaña de la necesaria fortaleza. Quizá ahí se encuentre parte del mal fuera
de casa, donde el rival local pone lo mejor de sí. El Mirandés es un conjunto
muy limitado, por ser cortés, se pudo comprobar. La UDA tiene una plantilla
superior técnicamente, pero si la capacidad física llega a ser tan escasa las
fuerzas se igualan, porque tampoco a los rojiblancos se les puede dedicar una oda a su exquisita
habilidad. Soriano quiso introducir un centro campo poderoso, dentro de lo que
dispone. Por esa razón prescindió de Pozo para dar entrada a tres jugadores de
un corte similar que, en teoría, deberían de haberse impuesto en la parcela
central. Aun así, no se consiguió el objetivo, entre otras cosas porque
Diamanka está para que no vuelva estas Navidades de Senegal, al menos a
Almería. Tras el despiste de su marca en el tanto de la victoria burgalesa, lo
menos que se hubiese merecido el centrocampista, ipso facto, es el banquillo.
Pero no, no bastó su exhibición ante el Mallorca de hace una semana. Donde no
faltó contundencia fue a la hora de prescindir de Ximo y Puertas de inicio. A
nadie se le escapa que la doble decisión no fue del todo técnica, sino que
otros aspectos influyeron. Es una situación complicada cuando un jugador, como
Puertas, se encuentra ante una decisión tan importante. Se tiende a pensar que
su cabeza ya no está donde debe y al final, uno por otro y la casa sin barrer.
Ojalá que, sea como fuere, no tengamos el enésimo caso de un tira y afloja. Lo de Ximo, con un lazo para
Barcelona y de paso algún billete en la buchaca. Volviendo al análisis de este
enfermo que no termina de abandonar la UCI del descenso, resulta curioso el hecho
de poder disponer de una serie de piezas tan útiles como Nano (colosal),
Joaquín, Azeez, Fidel o el mismo Pozo cuando se le da protagonismo, y que
dichas piezas no se puedan complementar con una estructura diseñada para
Segunda. Como indiqué, perder ante un conjunto como el Mirandés puede dar su
fruto con el fin de cimentar una plantilla que ni siquiera tiene una base digna
para empezar a jugar a lo que se debe en esta categoría. La incomodidad de
tener que pasar toda la Navidad en descenso, siendo superada la UDA por otros
equipos que con cuatro virtudes y media obtienen petróleo, ojalá provoque la
necesaria revolución de un plantel que desde la última temporada en Primera,
vive de las individualidades de turno, sin forjar un sistema robusto, ordenado y
contundente.
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