lunes, 17 de agosto de 2015

La guinda que faltaba

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

La última vez que la UDA ganó el Trofeo Festa d'Elx ascendió a Primera al término de aquella campaña. Fue en el 2012. El pasado sábado los de Sergi se adjudicaron de nuevo el mismo torneo veraniego. Ojalá se repita la historia. Con el choque en tierras ilicitanas se ha completado una pretemporada inmaculada, con el cartel de invictos, pero los puntos que cuentan estarán en juego a partir del próximo domingo. La guinda de la plantilla se ha colocado fichando al tipo de delantero que se buscaba. Una alternativa a la propuesta que presentaba en ataque nuestro conjunto, con rapidez y movilidad, aunque escasa en centímetros. Durante la temporada visitarán el Mediterráneo numerosos adversarios con el propósito de cerrarse y jugar al contragolpe, por lo que un delantero referencia y a la vez corpulento se podía haber echado en falta. Cristian Herrera aterriza con la intención de abrir una nueva vía en el tortuoso camino de la Segunda A. ¿Que es un delantero que apenas ha goleado en primera? Pues sí. Cierto es que en la última campaña ha tenido por delante a un tal Jonathas, que no sé si les suena. El perfil encaja bien con la filosofía rojiblanca, donde últimamente numerosos delanteros se han revalorizado. De hecho Negredo, Ulloa y Charles llegaron a la UDA con estadísticas discretas. El ariete es joven, con hambre y cierta proyección. Veremos a ver. Habrá que estar atento a la decisión que se toma con Dani Romera y en qué posición queda. La lesión de Jonathan, que parece que se alarga, quizá pueda brindar una mínima oportunidad a Romera. Aun así la plantilla es extensa (no viene mal para afrontar una larga Segunda A), pero no me extrañaría que alguno pudiera abandonar la disciplina rojiblanca. El mayor problema pasa ahora al centro del campo, con el caso Azeez. Si el nigeriano pudiera llegar a un acuerdo con el club, ya hablaríamos de un plantel muy interesante. Un último consejo: no pierdan de vista a Iván Sánchez. Me temo que lo vamos a pasar muy bien con él.

lunes, 10 de agosto de 2015

Un timón llamado Fatau

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Cada vez soy más proclive a pensar que los partidos de presentación o las pretemporadas no nos proporcionan la clave. Antaño sí se les daba más importancia a estos bolos, en los que cualquier primer detalle se convertía en dogma, pero ni siquiera el buen o mal comienzo de la propia temporada nos debe mediatizar. El ejemplo concreto de Hemed, que deslumbró al comienzo y acabó decepcionando, sirve de modelo. Aun así, debemos extraer las primeras conclusiones de la presentación. Aparte de la victoria ante un primera y la más que aceptable imagen mostrada, saltaron a la vista dos circunstancias: la primera, lo trascendental que puede ser Fatau en nuestro conjunto. El suyo fue un gol de bandera, pero la disposición del centrocampista ghanés mostró a las claras que se trata de una pieza fundamental que, si le respetan las lesiones, dará que hablar. La segunda deducción de la tarde noche apunta a un jugador sobre el que estaban puestas todas las miradas, Chuli. Se pudo ratificar lo que suponíamos. Es un delantero incómodo para las defensas, con habilidad y buen toque. No estuvo redondo ayer, pero no deja de ser una garantía para el futuro. El problema puede aparecer cuando las tarjetas, el cansancio o una lesión deje su puesto vacante. Para un equipo que pretende estar en mitad de la tabla, no hay problema. Para otro que busca el ascenso, sí. A priori, no se vislumbra un recambio de garantía, pese a que los minutos de Dani Romera fueron prometedores. Por lo demás, Fran Vélez volvió por sus fueros, Marín ya es importante y Puertas dejó detalles muy interesantes. La sorpresa vino con José Ángel, con el que apenas se había contado. Disputó todos los minutos, alternando su clase con decisiones erróneas, quizá preso de sus nervios. De quien se esperaba mucho era de Iván Sánchez, y no defraudó. El menudo extremo está llamado a ser nuestro nuevo Crusat. Incluso es más completo que el catalán. En general, la primera impresión fue buena, aunque con dos refuerzos de categoría podemos aspirar a todo. 

lunes, 3 de agosto de 2015

La travesía del desierto

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería 
 
A diferencia de la anterior pretemporada, con la visualización en directo de los partidos de la UDA, en la presente tenemos menos argumentos para sacar conclusiones. Hablamos de oídas por las crónicas o guiados por el criterio de algún aficionado que pudo ver a los nuestros, aunque más de uno se atreve a opinar desde Almería como si hablara de Corona o Soriano. No obstante, la experiencia de otras temporadas reafirma mi teoría: esta buena base de jugadores necesita ser apuntalada con urgencia. La clave nos la proporcionan las experiencias en segunda. La competición con 22 conjuntos se hace cuasi eterna. Es una extensa travesía que no solo exige importantes elementos, sino que premia la profundidad de la plantilla con el objetivo final de sobreponerse a las lesiones, a la amonestaciones (en segunda, con el contacto físico, abundan) y al calendario, que no para por los encuentros de la selección. Si además se disputan las eliminatorias por el ascenso, la acumulación de partidos lastra sobremanera. No hay que remitirse a otros ejemplos, vayamos al propio. El año del ascenso con Emery, Uche, Michel y Mario Bermejo formaban un triplete de garantía. Con aquellos mimbres, más la participación de Crusat o la versión joven de Corona y Soriano, se ascendió con desahogo. El plantel de Javi Gracia contó de partida con Ulloa, Charles y Aleix Vidal, entre otros. Si en esta temporada del pretendido regreso, le entregamos toda la responsabilidad en la delantera a Chuli, además de fundirlo, nos podemos encontrar con dificultades, por mucho que prometa el ex bético. A colación de los verdiblancos, no olvidemos que su reciente ascenso se fraguó tras un comienzo titubeante, y que la amplitud de su plantilla fue determinante. Asimismo, nuestro actual centro del campo puede que necesite otro complemento de calidad. En definitiva, si no sumamos efectivos para la larga travesía podríamos llegar a la meta cuartos, quintos u octavos, pero no por falta de calidad, sino de cantidad.