domingo, 24 de enero de 2016

La engañosa mejoría, confirmada

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Vuelta a las andadas. De vez en cuando se han llegado a vislumbrar los renombrados brotes verdes. Ciertamente, con Carrillo se empezaron a hacer bien las cosas, ya que se intentó comenzar por los cimientos, o sea, por la defensa. Algunos episodios de verdadera  mala suerte dinamitaron lo que  parecía el origen de la recuperación de un conjunto que a las claras sigue mostrando dos características negativas:  el no estar trabajado, tanto técnica como físicamente, y el escaso músculo de una plantilla inferior a las demás en presencia corporal. Esta última cuestión se intuye en el cuerpo a cuerpo de varios integrantes del plantel con los adversarios, amén de la referida falta proveniente de la etapa de Sergi. Realizar una pretemporada en plena temporada es complicado, pero vuelvo a incidir en el camino que emprendió Carrillo, el de reforzar a toda costa el aspecto defensivo y de trabajo en detrimento de otras materias del juego. La llegada de Gorosito obtuvo su punto culmen en Miranda de Ebro. Se comenzó a jugar como un equipo de Segunda, con un cierto equilibrio. La técnica del Córdoba y la fortaleza física del Leganés, junto a su estricto orden, y por qué no decirlo, su trabajado planteamiento, han vuelto a poner en la picota a un conjunto que, como desgraciadamente reflejé en mi anterior misiva ante el Córdoba, mostraba una engañosa mejoría. Me da que Gorosito no ha llegado a entender lo que precisa su equipo y por dónde había que empezar a  meter la pala. El técnico argentino puso en Miranda de Ebro la primera piedra y, como el político de turno, no volvió por donde el  problema asomaba. Los primeros minutos lo resumen todo. La UDA a tontas y a locas a por el triunfo con un planteamiento ofensivo, pero sin un constructor de juego (Pozo desde Almería viendo el choque). Incluso, la desesperación de Uche le llevo a tener que desplazarse al centro del campo en busca del esférico, para en determinados momentos distribuir lo que nadie distribuía. El nigeriano es capaz de eso y de más, pero por lógica dejaba huérfana la posición de delantero centro. Entretanto, se intentaba ser ofensivo rifando balones. O sea, ni se buscó una táctica defensiva (que es lo que se tenía que haber hecho) para dar al Leganés de su propia medicina al contragolpe, ni se atacó con sentido, sino al patadón y ni se presionó en el centro del campo (eso ya es costumbre). Otra vez un conjunto a la deriva en función de lo que el contrario nos concede. Repito, que tan solo frente al Mirandés se igualaron las fuerzas y se anuló al rival. ¿Para eso vino Gorosito? ¿Para seguir jugando a la nada? ¿Para permitir a Dubarbier hacer de las suyas de nuevo? ¿Para quemar a Soriano en vez de hacer que emplee su experiencia cuando los contrarios estén más cansados? En definitiva, ¿para seguir estando a merced de los adversarios como antaño? Reitero, Carrillo intentó algo, válido diría yo; Gorosito hasta la fecha poco o nada ha inventado. En la segunda mitad el amor propio suplió las carencias, pero con el amor propio este equipo va lanzado a Segunda B.

lunes, 18 de enero de 2016

Una mejoría engañosa


No convendría dejarse llevar por un juicio superficial. Sobrevuela la idea de que se jugó bien y que solo la escasa fortuna privó a la UDA de una victoria. Gorosito y el propio Alfonso García mostraron su satisfacción y moderado optimismo de cara al futuro. Sin embargo habría que analizar en profundidad ciertos aspectos. Para comenzar, el Córdoba de Oltra tiene hechuras de primera, una técnica envidiable y, sobre todo, dejó jugar como hacen los conjuntos de superior categoría. Ojo a este último aspecto, que facilitó sobremanera la circulación del balón a los rojiblancos, algo similar a lo que ocurrió en Copa ante el Celta, con lo que la supuesta mejoría que se atisbó en Vigo, y anoche en el Mediterráneo, la pondría como aquel día en entredicho. La escasa creatividad ofensiva (ayer con una exigua presión contraria), es la que posee el Córdoba, suficiente para reinar en una ruda Segunda A. Y si no, tan solo habría que rememorar las sensaciones de pavor que transmitían las llegadas visitantes frente a alguna que otra local durante la primera mitad. Contrariamente a lo que se estaba comentado durante el descanso, no las tenía todas conmigo de cara a la reanudación. Tanto, que pese a ser una jugada más que polémica, parecía que el Córdoba podía adelantarse cuando se lo propusiera o aparcara el excesivo respeto que le estaba teniendo a su adversario. Y así fue. Pese al monólogo tras la expulsión, más de lo mismo, calidad del Córdoba y bloqueo ofensivo de la UDA ante la ausencia de efectivos con clarividencia futbolística. Por todo lo expuesto, no lanzaría las campanas al vuelo y relegaría, de momento, el ligero optimismo manifestado por el respetable a pesar de la derrota. Además, este  conjunto continúa adoleciendo de agresividad. Ni ayer se le pudo jugar de tú a tú  al rival, ni cuando el choque es ante uno de los muchos equipos ramplones, se dispone de la calidad suficiente para marcar diferencias. Es un pecado futbolístico tener a Pozo castigado sin jugar varias jornadas, privado de ritmo, y luego pretender que resuelva en 15 minutos. El de anoche, por las características del contrario, era un partido para él. La llegada de Uche me parece fantástica, siempre y cuando tenga apoyos a su altura, porque jugadores como Chuli parecen amateurs al lado del nigeriano. El detalle de prescindir de Julián no debería pasar inadvertido; ahí estoy con Gorosito. Y la próxima vez que se tenga la oportunidad de una falta tan cercana, como la de la cesión, convendría disparar apuntando más alto; también, el ejecutor no debería  impactar tan tarde al esférico. De esa forma, Razak pudo adelantarse y neutralizar con cierta comodidad. No sé si esta derrota pudiera ser hasta beneficiosa porque, al margen de un engañoso optimismo, se vislumbra la necesidad de ahondar en el mercado invernal en busca de toda la ayuda posible. No será fácil, porque  por falta de calidad por una parte y contundencia por otra, este equipo se consume peligrosamente. Se podría comenzar por casa. En el filial continua Azeez. Una pena.

domingo, 10 de enero de 2016

Ya saben a lo que juegan

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
 
Qué pérdida de tiempo. Se pudo comprobar a las claras que el camino correcto es el elegido e iniciado en Anduva. Competir con visos de superioridad ante un conjunto que encarna toda la malicia de la Segunda A y parte de la B, en su caja de cerillas, es como recriminarse ante un espejo la torpeza exhibida antaño por la forma de afrontar esta categoría tan tosca, que permite a un equipo como el Mirandés rozar la zona de promoción en pleno ecuador de la competición. Los locales sabían lo que hacer, es sencillo: presionar, proteger y lanzar dardos envenenados a sus delanteros. Es evidente que eso no da para ascender, pero sí la ejecución calcada de ese precepto, junto a una pizca de calidad. Estamos en la selva y no ha lugar a confianzas mientras se avanza. La UDA se plantó con orden, anticipación y sobre todo con agresividad. Ésta última es la que en Segunda permite crear más oportunidades de peligro ante la meta contraria. De hecho, es de los choques en los que más faltas se han cometido. Buen dato. Además, si Dubarbier completa uno de los mejores partidos de su vida como lateral, miel sobre hojuelas. Quien no termina de funcionar es Julián. No es que todo lo haga mal (solo faltaba eso), pero en encuentros como el de ayer su participación era clave. Fue un partido para ganar por un detalle, el mismo que en el plano negativo volvió a tener el cancerbero granadino. Hasta el instante de encajar el tanto en propia puerta la UDA apenas pasó apuros, lo que concede más importancia a una jugada en la que Julián debió arrollar a Soriano en busca de un esférico que ya estaba en su zona intocable. Sin un portero sobrio, que se olvide Gorosito de promociones y escaladas épicas. Si el gol hubiese llegado en otra situación, mala suerte, pero con la altura de Julián, que ocurra lo que aconteció, tiene delito futbolístico. La prueba forzada de José Ángel parece que convenció a Gorosito, que ciertamente se muestra muy sincero y acertado en sus ruedas de prensa post partido. No quiere decir nada, porque luego hay que plasmarlo en el campo, pero al menos va ahondando con tino en las carencias de un conjunto que comienza a saber a lo que juega. El que podría espabilar es Jonathan, que parece estar con la cabeza en otro sitio. Está lento y desacertado, pero lo que me llamó la atención fue su salida a la hora de dejar su puesto a Puertas. Quedaba mucho partido y había que buscar la victoria, sin embargo el burkinés abandonó el terreno de juego con lentitud y parsimonia, como si no le importase lo que sus compañeros pudieran lograr. El mes de enero será clave. Va a poner a cada uno en su sitio, empezando por el mismo equipo y terminando por la propia plantilla, que por fuerza va a variar su fisonomía. La llegada de Kalu Uche me causó sorpresa y alegría a la vez. Sorpresa porque no me lo esperaba, y alegría por el nigeriano que, si quiere, marcará las diferencias entre tanta mediocridad. No es solo el gol, es su visión de juego. Bienvenido de nuevo al jugador con más talento que pisó de rojiblanco el tapete del Mediterráneo.

martes, 5 de enero de 2016

La vida sigue igual

La UDA de Gorosito es un calco del conjunto que, desde el comienzo, le cuesta Dios y ayuda competir de tú a tú. El equipo pierde su escasa superioridad en un mal planteamiento defensivo.

Nuevo resultado, idénticos errores. La ansiada victoria no me va a cegar. La UDA de Gorosito es un calco del conjunto que, desde el comienzo de la temporada, le cuesta Dios y ayuda competir de tú a tú en Segunda. Cierto es que Gorosito no ha tenido tiempo suficiente para trabajar con sus jugadores, aunque presumo que le habrá bastado un solo encuentro para darse cuenta de que este Almería compite en desventaja en la actual categoría. No importa que el contrario se llame Llagostera u Osasuna, todos anteponen la destrucción a la construcción. Desde esa premisa ya se parte en desventaja, en tanto en cuanto los rivales se muestran organizados en primer lugar, con el aditivo de la agresividad. Como no hay equipo en Segunda que destaque sobremanera en el plano técnico, no basta la posesión o la inventiva, sino que todos los contendientes se alimentan en ataque de la anticipación. El tanto encajado ayer, es un claro ejemplo. La UDA puede que esté en el pelotón de los mejor dotados técnicamente, pero pierde la escasa superioridad en un mal planteamiento defensivo, de cabo a rabo. Un conjunto tan justo como el Llagostera (quizá el peor de la categoría), la tuvo en los diez últimos minutos. Se estaría contando otro desgraciado empate si no es porque esta vez la suerte se alió con los rojiblancos, sobre todo al final. Insisto, los contrarios compiten organizados con una considerable dosis de mala uva, mientras que gran parte de los jugadores de la UDA defienden a verlas venir o más bien flotan ante el rival de turno. En la segunda mitad los de Gorosito pudieron sentenciar ante un adversario escasito, e incluso no se pitó un penalti de libro sobre Iván Sánchez, pero las innumerables internadas con sumo peligro del conjunto catalán, por no comentar el esférico que acertadamente desvió al final a córner Julián a Chumbi (en el tanto recibido el cancerbero granadino volvió a mostrar su desubicación), no hizo sino confirmar que un equipo apenas dejó jugar, excepto una parte de la segunda mitad, y el otro defendió con la vista. Por si alguien tiene dudas, vuelvo a remitirme al visionado del partido completo para comprobar que todo lo expuesto sigue sucediendo. Tan solo unos centímetros al final y una aceptable segunda mitad evitó otra gran decepción. No pretendo ser agorero con toda esta retahíla tras la consecución de una más que necesaria victoria bajo el brazo, pero la emoción del triunfo no me nubla ni la vista ni la perspectiva. Es precisamente la lectura del choque, la que debe haber mostrado a Gorosito que para alcanzar la permanencia, no ya digamos la promoción de ascenso, se debe ahondar en dos aspectos primordiales: un intenso trabajo defensivo de todo el equipo desde la organización y la búsqueda durante el mercado de invierno de los componentes necesarios para ejecutar dicha idea, que no es otra que la idiosincrasia de la actual Segunda A, anticipación y orden. Si Gorosito logra equilibrar ambos preceptos, la UDA dispone de suficientes argumentos ofensivos como para superar, no sin dificultades, a más rivales de los que hasta ahora se han rebasado.