domingo, 25 de septiembre de 2016

Esta película ya está vista

 Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Frente al Tenerife la foto del centro del campo se asemejó a la de llegada del hombre a la Luna, con Azeez de astronauta. Ante el UCAM la alineación se pareció a un extravagante ensayo de la NASA. No cabían más experimentos, ayer al menos hubo cierto equilibrio.

Mientras comienzo a redactar estas líneas, me pregunto si he vuelto al pasado o es solo un sueño, porque los argumentos a esgrimir sobre este partido de la recuperación ante el Lugo, no difieren en demasía de los empleados durante la anterior campaña cuando los de Sergi, Carrillo o Gorosito, intentaban volver a competir. Otra cosa es si en el camino se lograba algo positivo, pero al menos ya se intentaba partir en igualdad de condiciones. Eso mismo fue lo que ocurrió ante el Lugo, como un volver a empezar con el firme propósito de hacer las cosas de una manera más racional, comenzando desde el cuerpo técnico y terminando por el último jugador en saltar al césped. De primeras, se pudo comprobar que para optar al triunfo en la actual Segunda A, e incluso para liderar la clasificación, se debe ocupar el terreno de juego de manera simétrica. Si frente al Tenerife la fotografía del centro del campo rojiblanco se asemejó a la de la llegada del hombre a la Luna, con Azeez de astronauta, ante el UCAM de Murcia la alineación se pareció a un extravagante ensayo de la NASA. Ya no cabían más experimentos ni concesiones al adversario, un simple triángulo formado en la parcela central por Joaquín, Diamanka y Azeez proporcionó el equilibrio necesario para competir de tú a tú ante el ordenado y sorprendente Lugo. Como se comprobó, no se trataba de realizar ninguna exhibición de fútbol total, sino de achicar los accesos al rival como primera medida e intentar dejar la portería a cero. El resto, es una labor de talento por parte de los creadores y acierto ante el marco rival de los delanteros. Con una sosa igualdad rayana en el comunismo más ortodoxo, transcurrió todo el choque entre el equipo más goleado y el más goleador de la categoría. ¿Qué se perdió por el camino? Sin duda alguna el factor sorpresa y la imaginación ofensiva. Además, las transiciones, una de las armas más interesantes que hasta ahora se les ha visto a los de Soriano, pasaron a ser meros acercamientos sin desborde alguno. Encontrar el contrapeso para obtener seguridad defensiva y control en el centro del campo, junto a poder ofensivo, significa en Román Paladino ascenso a Primera División. Pero por segunda temporada consecutiva no se está en esos vericuetos, sino en volver a escapar de la quema a base de aburrir a las ovejas, de ser contundentes y de encontrar la ocasión propicia para matar. El punto culmen estaría en encajar en ese ordenado puzzle a Pozo. Hay jornadas para intentar sellar un concepto futbolístico contrario a la idea preciosista del presidente, aunque también se dijo lo mismo al destituir a Sergi y se acabó dependiendo en el último segundo de la necesidad del Girona. En el plano individual, hay jugadores que podrían dar más de sí siempre que las cosas se hicieran mejor, como es el caso de Puertas. Se le ve al de Benahadux con una marcha más que al resto de sus compañeros y quizá cohibido ante la inseguridad de los suyos. Próxima parada Huesca, un rival y un estadio propicio para testar el orden y la seguridad anhelada.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Próxima tarea, juntar las líneas


Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

La distancia entre integrantes de la medular como Vélez y Pozo, no es mayor porque no hay más césped.  Una pena, porque sigo pensando que hay mimbres para algo más de lo visto ayer

Por lo padecido, tengo una oportunidad de oro para cubrir toda esta misiva de críticas negativas, pero creo que es mejor reflexionar de una forma sosegada. Estamos en los albores de la nueva campaña y conviene ser cauto porque a este equipo se le han visto detalles positivos desde el comienzo de la temporada. La patente diferencia de juego a favor del Tenerife no se reflejaba en la clasificación, porque hasta pasadas las 13:30 horas de ayer, los visitantes contaban con un punto menos. De hecho, a los de Soriano, por momentos se les vio brillar en otros partidos, superando con claridad al rival. Por eso quiero acuñar aquella frase que reza, ni tan buenos antes, ni tan malos ahora. Dicho esto, sí que conviene profundizar en determinadas cuestiones que, de no corregir a tiempo, pueden hacer que este conjunto reviva la angustia de la anterior campaña. La misma angustia que un servidor revive al analizar un mal endémico arrastrado tiempo ha, un equipo partido en dos. La distancia entre algunos integrantes de la medular, me refiero a Vélez y Pozo, no es mayor porque no hay más césped. Uno, pegado a la pareja de centrales y otro, al delantero centro. En medio, un Azeez desconocido, desdibujado. Conclusión a extraer de la categoría: esta Segunda A es paupérrima, porque si con estas facilidades tiene un rival que esperar a las postrimerías del choque para adelantarse de rebote, es porque su calidad resolutiva ante el marco contrario deja mucho que desear. Una pena, sigo pensando que hay mimbres para algo más que lo que vimos ayer. De toda la vida se ha dicho que las líneas deben estar muy juntas, para que todo el bloque bascule al unísono, a no ser que la calidad técnica de los jugadores diera para otros menesteres. Como no es el caso, habría que corregir ese desajuste cuanto antes. Si hay que renunciar a un punta, se hace; si uno de los delanteros se sacrifica en otras labores, con el objetivo final de no perder poder ofensivo, se idea, se entrena o se prueba, pero algo hay que concebir diferente a lo que se está viendo. Pese a la igualdad de la categoría, a la torpeza de los adversarios y a ciertas acciones individuales que elevan el optimismo, la ansiedad se volverá a instalar en todo el entorno rojiblanco, incluyendo a la sufrida afición, si no se toman medidas drásticas. Juntar las líneas es la próxima labor en la que Soriano debería trabajar antes de que sea demasiado tarde. Permitiría atacar y defender como hizo el Tenerife. Me atrevería a afirmar que con las múltiples vías de acceso que tuvieron los tinerfeños, los de Soriano hubiesen matado antes el choque. Por cierto, se le podría conceder una oportunidad a Quintanilla, no vaya a ser que el nuevo central, aparte de demostrar su valía, suba el caché de Morcillo, como Saveljich logró. Saber de las posibilidades de Quique, de la habilidad de Fidel, de las prometedoras acciones de Puertas o del futuro de Pozo, y no poder disfrutarlas en un contexto apropiado para sus características, puede provocar lo de Cristian o Montoro, su éxito lejos del Mediterráneo. A tiempo se está de evitar el desastre.

lunes, 12 de septiembre de 2016

El yin y el yang de un equipo dispar

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
 
El acierto de contar con Quique en lugar de Chuli valió un punto. Puertas está camino de ser la revelación de la temporada. Azeez no tuvo su día y lo negativo anida en el eje de la zaga.

Una vez conocidos los resultados de los rivales, se tenía la posibilidad de ocupar puesto de ascenso directo con una victoria o de estar a un punto del descenso con la derrota. Así está la actual Segunda A, que no sabe de equipos históricos, ni de ilustres futbolistas. Cualquier conjunto puede, no solo ganar, sino golear al adversario, juegue de local o visitante. Por ello, con cuatro jornadas ya disputadas la fluctuación, en caso de victoria o derrota, sigue siendo enorme. Incluso, durante el propio encuentro no hay patrón de juego que valga, ningún equipo lo impone y existen diferentes fases en las que cada conjunto tiene su chance. Sin ir más lejos, la clara victoria liguera ante el Rayo vino precedida por varias ocasiones visitantes abortadas por Casto. En esta tesitura, habrá que ir pensando en aprovechar al máximo los momentos favorables, porque no parece haber nadie, tanto individual como colectivamente, que domine la situación. El mismo equipo de Soriano tiene sus contrastes, aspectos positivos que hacen albergar esperanzas con respecto a la anterior campaña, y otras particularidades que recuerdan la zozobra padecida hace bien poco. Lo primero que me llama la atención como aspecto positivo es la presión rayana en violencia futbolística que tanto he reclamado en mis misivas durante las dos últimas temporadas, tanto en Primera como en Segunda. La aportación de Vélez la valoro como eficaz en la coyuntura actual de la categoría. Entradas como la que protagonizó en la primera mitad, que rozó la expulsión, no deben servir de ejemplo, pero al menos entronca más con la eficacia que en numerosas ocasiones se requiere en esta categoría. Siguiendo con lo mejor, las transiciones en ataque están resultándoles fatídicas a los rivales. Pozo está encontrado su sitio y los atacantes se desmarcan con dinamismo. En concreto, el acierto de contar con Quique en detrimento de Chuli valió un punto. Su gol y sus asistencias nos vuelven a mostrar a aquel delantero que hace un año regresó de Santander para comerse el mundo. Fidel puede dar más de sí y Puertas está camino de convertirse en la revelación de la temporada; condiciones tiene para eso y más. Tan solo Azeez no tuvo su día de medio campo en adelante. Lo negativo anida en la retaguardia y más concretamente en su zona central. No hay que eximir a los centrocampistas de su ayuda en defensa, pero saltan a la vista los desajustes entre los centrales y su nula anticipación en los balones aéreos. Si analizamos los tantos recibidos anoche, los encajados desde la primera jornada y los que ha evitado Casto, habrá que mejorar si se quiere aspirar a ser algo más que un Numancia de turno. Si hay que lograr cuatro goles para vencer, pintan bastos. Trujillo anda perdido y Morcillo se ha contagiado, a tenor de su pasividad mientras cabeceaba a gol Sandaza. Incluso Nano, que a duras penas cumple, se la tragó en una de las últimas jugadas que pudo significar la derrota. Los cambios de Soriano al final también desdibujaron a un Almería que, corrigiendo los desajustes defensivos, tiene mimbres para marcar alguna diferencia.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Con los pies en el suelo

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

De la misma manera que se destacó el buen juego durante la primera mitad en Oviedo, con independencia de la derrota final, no se deben obviar los claroscuros de la UDA frente a un flojo Rayo. Para un servidor sería fácil escribir una oda dedicada a la puntería ante el marco contrario, cantando el acierto rojiblanco. Así fue, con la decisiva colaboración de un inmenso Casto, pero precisamente sin los reflejos del guardameta quizá se estaría hablando de otra cosa. Vuelvo a incidir en la misma cuestión por enésima vez, como si de un disco rayado se tratase: este conjunto adolece de una fortaleza defensiva y de una estructura ordenada capaz de anular las virtudes del adversario. Ayer se vio con claridad, a un prometedor comienzo le siguió una fase dubitativa causada por la endeblez general, provocando un bloqueo mental que pudo desatascar la zurda de Puertas. Lo que vino después, incluyendo la subsiguiente zozobra del Rayo, fue una circunstancia favorable que no siempre se da. Se puede estar tranquilo con ciertas individualidades porque hay mimbres para el cesto, incluso los goleadores, por diferentes circunstancias, no tienen que ver con los de la campaña anterior, pero sería de ilusos pensar que el abultado resultado de anoche será el adalid del futuro resurgimiento de la UDA, el que se pensaba disfrutar hace justo un año. Nano transmitió buenas vibraciones, Puertas merece continuidad, promete si consigue el almeriense combinar su físico y su talento. Por el contrario Chuli sigue muy desacertado. Apuesto por la inminente titularidad de Quique. Pozo y Fidel, a lo suyo, si bien tienen margen de mejora. Le queda mucho trabajo a Soriano, sobre todo en el aspecto defensivo, porque cuando plantillas como la del mismo Rayo Vallecano comiencen a engrasar piezas, se debe estar preparado para contrarrestar tanto potencial. Mientras tanto, nadie duda de que se afronta mejor la rutina diaria con victorias y de que los seguidores merecían un premio como el de ayer.