lunes, 19 de septiembre de 2016

Próxima tarea, juntar las líneas


Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

La distancia entre integrantes de la medular como Vélez y Pozo, no es mayor porque no hay más césped.  Una pena, porque sigo pensando que hay mimbres para algo más de lo visto ayer

Por lo padecido, tengo una oportunidad de oro para cubrir toda esta misiva de críticas negativas, pero creo que es mejor reflexionar de una forma sosegada. Estamos en los albores de la nueva campaña y conviene ser cauto porque a este equipo se le han visto detalles positivos desde el comienzo de la temporada. La patente diferencia de juego a favor del Tenerife no se reflejaba en la clasificación, porque hasta pasadas las 13:30 horas de ayer, los visitantes contaban con un punto menos. De hecho, a los de Soriano, por momentos se les vio brillar en otros partidos, superando con claridad al rival. Por eso quiero acuñar aquella frase que reza, ni tan buenos antes, ni tan malos ahora. Dicho esto, sí que conviene profundizar en determinadas cuestiones que, de no corregir a tiempo, pueden hacer que este conjunto reviva la angustia de la anterior campaña. La misma angustia que un servidor revive al analizar un mal endémico arrastrado tiempo ha, un equipo partido en dos. La distancia entre algunos integrantes de la medular, me refiero a Vélez y Pozo, no es mayor porque no hay más césped. Uno, pegado a la pareja de centrales y otro, al delantero centro. En medio, un Azeez desconocido, desdibujado. Conclusión a extraer de la categoría: esta Segunda A es paupérrima, porque si con estas facilidades tiene un rival que esperar a las postrimerías del choque para adelantarse de rebote, es porque su calidad resolutiva ante el marco contrario deja mucho que desear. Una pena, sigo pensando que hay mimbres para algo más que lo que vimos ayer. De toda la vida se ha dicho que las líneas deben estar muy juntas, para que todo el bloque bascule al unísono, a no ser que la calidad técnica de los jugadores diera para otros menesteres. Como no es el caso, habría que corregir ese desajuste cuanto antes. Si hay que renunciar a un punta, se hace; si uno de los delanteros se sacrifica en otras labores, con el objetivo final de no perder poder ofensivo, se idea, se entrena o se prueba, pero algo hay que concebir diferente a lo que se está viendo. Pese a la igualdad de la categoría, a la torpeza de los adversarios y a ciertas acciones individuales que elevan el optimismo, la ansiedad se volverá a instalar en todo el entorno rojiblanco, incluyendo a la sufrida afición, si no se toman medidas drásticas. Juntar las líneas es la próxima labor en la que Soriano debería trabajar antes de que sea demasiado tarde. Permitiría atacar y defender como hizo el Tenerife. Me atrevería a afirmar que con las múltiples vías de acceso que tuvieron los tinerfeños, los de Soriano hubiesen matado antes el choque. Por cierto, se le podría conceder una oportunidad a Quintanilla, no vaya a ser que el nuevo central, aparte de demostrar su valía, suba el caché de Morcillo, como Saveljich logró. Saber de las posibilidades de Quique, de la habilidad de Fidel, de las prometedoras acciones de Puertas o del futuro de Pozo, y no poder disfrutarlas en un contexto apropiado para sus características, puede provocar lo de Cristian o Montoro, su éxito lejos del Mediterráneo. A tiempo se está de evitar el desastre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario