martes, 29 de marzo de 2016

La paciencia es la clave del éxito


Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Más allá del resultado, el equipo continúa en progresión con tres centrales y dos laterales haciendo de interiores. Nadie duda de que la UDA mereció ganar, pero los partidos duran como mínimo 93 minutos. Quien anhela con ahínco la victoria nunca debe abandonar lo que le va bien, como se está demostrando. Ya en Elche los de Gorosito se impusieron en la zona suprema, en el centro del campo. La tela de araña con dos falsos interiores reconvertidos en laterales o extremos, según convenga, junto a los dos medios centros con el apoyo de Pozo, dibuja una incómoda simetría para cualquier rival. Corregida la fragilidad defensiva con el aditivo de los tres centrales, quedaba la asignatura pendiente de generar ocasiones. En Elche las hubo y ayer también. Si además se consigue alejar al contrario de las inmediaciones de Casto, ni siquiera para conceder una falta en contra, se puede afirmar que se halló la fórmula perfecta. Lo real y lo virtual así lo indicaban, con un porcentaje de posesión muy blaugrana y unas sensaciones inmejorables. Era cuestión de esperar a que las fuerzas flaquearan. Cierto es que si no llegan a errar ni Michel al comienzo, ni Quique ni Ramírez después, estaríamos hablando de otra cosa, pero cuando algo marcha hay que triunfar o morir con las botas puestas. En la madurez del choque, la presencia de Pozo se hacía imprescindible con sus asistencias a lo Laudrup. Poco importaba el estado físico del malagueño, porque sus compañeros y la fatiga del rival compensaban. Los dos mano a mano del partido, de Michel y Quique, partieron de la genialidad de sus botas. Con todo lo expuesto y con la certeza de que a este plantel le va como anillo al dedo este sistema, amén de su escasa puntería, faltó paciencia desde el banquillo para rematar la faena. Todo lo positivo y meritorio que Gorosito ha inculcado, con una filosofía torturadora para el contrincante, se fue al garete por querer variar una dinámica que a buen seguro daría sus frutos. Fue abandonar el terreno de juego un acertado Vélez, con la intención de acumular, que no reforzar la delantera, y el mismo Pozo, para que la UDA se diluyera y tan solo aprovechara la positiva dinámica del encuentro. De nuevo mayoría de delanteros, ausencia de enganche y laterales menos ofensivos. Bastaron un par de acercamientos visitantes con un balón parado para, como antaño, sacarnos los colores. Menos mal que el punto obtenido es de oro, al recortar la distancia con la salvación y no dejar que el Mallorca se alejara, pero el equipo se descompuso por falta de paciencia. Un curioso apunte: el Córdoba del ofensivo Oltra, el plantel con más talento de Segunda, malvive en promoción de ascenso, siendo de los más goleados de la categoría (los  mismos goles en contra que el colista, Bilbao Athletic). Sergi en su momento, y más de un aficionado en la actualidad, pretenden jugar como el Córdoba, pero con menos talento. Por fortuna tal ignominia se corrigió a tiempo. Esperemos que a partir de ahora haya más paciencia y se triunfe o se fracase con un sistema inmejorable para este equipo.  

domingo, 20 de marzo de 2016

El equipo se hace mayor


Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Las casualidades no existen, sobre todo cuando ya son cuatro las jornadas sin recibir un tanto. Desde que se juega con defensa de cinco, suma y sigue. Ya no son los resultados, sino las sensaciones que transmite un equipo que es capaz de ir al estadio de un aspirante al ascenso y jugarle de tú a tú. Es más, si desde el comienzo de la campaña se hubiese adoptado la actual filosofía, estoy convencido de que el de ayer hubiese sido un choque de dos aspirantes al ascenso. Se dijo con demasiada alegría que la actual plantilla no daba el nivel, sin primero haber acondicionado el plantel a un esquema según sus características y a la propia Segunda A . Como le ocurría a aquella Selección Española de Clemente, que con  varios centrales goleaba y dominaba, la UDA está siendo capaz de ir equilibrando la solidez defensiva con la generación de oportunidades. En el Martínez Valero las hubo de todos los colores a favor de los rojiblancos, pero comencemos por ir desgranando el referido esquema y la buena disposición de los pupilos de Gorosito. La velocidad de decisión de Casto está resultado clave. Su salida ante el veloz Sergio León fue un claro ejemplo. Tan solo está errando en los balones aéreos, pero compensa sus virtudes sobre sus deficiencias. El fenómeno Saveljich es ya un hecho. Me gustaría saber a quién se le ocurrió traer al gran defensa central, más que nada para darle un abrazo. Presumo que la llegada de Gorosito influyó sobremanera. El recuperado Ximo y Morcillo complementan a las mil maravillas una defensa con escasos resquicios. Veremos cómo se recompone de cara a la enésima final de infarto ante el Mallorca, ante la obligada ausencia del montenegrino. Lo de Dubarbier ya es de EGB. Haber contado tanto con el argentino en la posición de lateral con dos centrales, es como ir a Noruega en febrero en manga corta. El rendimiento del lateral argentino crece conforme pasan las jornadas. Incluso ya centra con marchamo de asistencia. El doble pivote del centro del campo se  hace mayor, sobre todo un José Ángel disfrazado de escoba para barrer cualquier esférico susceptible de quedar a merced del rival. Lo que no funcionó en Elche fue el enganche. Pozo apenas ofreció destellos de calidad y no supo hacer de hilo conductor entre la zaga y la delantera. Si ese nexo se hace realidad, los delanteros corren el peligro de recibir nuestros críticas porque dispondrán de más oportunidades, aunque en esta ocasión no se van a librar. Para que luego se diga que con el actual sistema no se puede llegar con claridad a la meta contraria. Pozo la tuvo, Ramírez, pero sobre todo Chuli, que estuvo muy desafortunado al no rematar con la derecha en la gran ocasión de la que dispuso. Para un delantero, errar así es de pecado mortal. Esperemos que espabile, porque empiezo a pensar que el Betis hizo un gran negocio. En resumidas cuentas, la UDA se dirige hacia la salvación a paso lento pero muy seguro. Cierto es que cada partido es dramático, pero no se puede esperar otra cosa si se ha estado tantas jornadas haciendo el tonto en Segunda, con defensa de dos centrales y dos laterales tan ofensivos.

domingo, 13 de marzo de 2016

Una marcha de primera


Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Regresemos al pasado. Domingo 31 de enero, encuentro en casa frente el Zaragoza. En aquel choque se comienza a apostar por una defensa de cinco como solución alternativa a los males de un conjunto que se distancia de la permanencia de forma alarmante. Se logra vencer con cierta solidez defensiva y peligrosidad a la contra. De hecho, ambos tantos cosechados se generan en sendos contragolpes. A partir de esa victoria los números no engañan. Se podrá estar en contra de una zaga poblada o en desacuerdo con realizar una labor más conservadora,  pero desde que se juega con más practicidad la estadística es irrefutable: 12 puntos de 21. ¿Qué nos dicen tales guarismos? Nos dejan a las claras que con esta marcha se sobrepasarán los 50 puntos (pienso que ni siquiera se necesitarán para salvarse). Además, este dato nos indica algo más; a este ritmo, en una liga completa, se llegaría a los 72 puntos, que en la última campaña sirvieron para entrar en promoción, en la penúltima para ascender directamente y ser campeones y en la antepenúltima para acercarse a la puntuación del súper Almería de Ulloa, Charles y Aléix Vidal, que logró 74 puntos y ascendió. ¿Más guarismos? Ya van tres jornadas sin recibir un tanto, habiendo encajado tan solo cuatro en este mini liguilla de siete encuentros. Y si se quiere profundizar aún más, el peor momento de este tramo fue el vivido al cambiar la disposición táctica en la segunda mitad ante el Lugo. Para rematar la faena, un dato visual. Está meridianamente claro que este equipo no sabe atacar en estático, le faltan argumentos, mientras que con espacios sí es peligroso. ¿Alguien piensa que Chuli o Quique tienen fortaleza física para ir al choque ante las moles contrarias? Defendí en su momento una inmejorable forma de jugar, por las características de esta plantilla. Nunca hubiese anhelado actuar como ahora con un plantel como el de Javi Gracia. Por todo ello creo que se está sumando, porque guste más o menos, la forma de plantear los partidos es lo que toca si se quiere salvar la cabeza. El papel de las individualidades también cuenta, cómo no. Pozo, también reivindicado desde estas líneas, debe jugar sí o sí y porque sí. El enlace que conecta entre el caparazón defensivo y las balas ofensivas está encarnado en la figura del malagueño. No haber contado con su concurso con regularidad, seguramente ha privado a la UDA de algún punto de más. Y ojo, que la victoria conseguida ayer tiene un mérito enorme. El Girona ha sido uno de los mejores equipos que ha  pasado últimamente por el Estadio Mediterráneo. Menuda precisión y fuerza la de los catalanes, que llevaban seis encuentros sin conocer la derrota. Nada está hecho, pero sí hay mucho avanzado al adaptar a la exigencia de la categoría una forma de jugar de una plantilla, que se diseñó con una idea equivocada, la de ser dominadora a base de buen fútbol olvidando que en Segunda, si no se dispone de una calidad  excelsa, se corre el peligro de perecer sin remisión por una escasa fortaleza física. Al menos ya se aprendió la lección y se aplica con éxito.

lunes, 7 de marzo de 2016

Al ritmo que marcan las carencias

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Con defensa de tres, cuatro o cinco, el conjunto confeccionado para la presente campaña adolece de jugadores que trasformen en peligro lo que en principio es un simple dominio

Ya se verá si la historia concluye con final feliz, pero el sufrimiento padecido hasta el momento quedará en los anales de la historia rojiblanca. Queda tramo por recorrer, aunque me da que la gasolina, y no me refiero al aspecto físico, es limitada. Con el trascurso de las jornadas un paso en falso puede costar la vida deportiva, ya que los marcadores difícilmente ofrecerán una victoria siquiera por dos tantos de diferencia. Cualquier equipo que exponga sus vergüenzas puede quedar sentenciado. Las de la UDA sobresalen cada día con mayor claridad y los partidos llegan a parecerse uno al otro. Con defensa de tres, cuatro o cinco, el conjunto confeccionado para la presente campaña adolece de jugadores que trasformen en peligro lo que en principio es un simple dominio. Por esa razón, la defensa de cinco es lo que hasta ahora está dando más puntos y sostiene a la UDA en el límite de la esperanza. Un tanto en contra en los tres últimos choques, dos de ellos de foráneos, no es un mal balance a la hora de sentar las bases. El doble problema que se suscita es la referida falta de magia en las inmediaciones del área y el paso de las jornadas, porque a este ritmo se puede marchar desde un hipotético comienzo de temporada, pero no tanto desde el agónico punto del que se partió en descenso. Cortada la sangría goleadora en contra, la primera dificultad la encontramos en esos famosos metros finales a los que últimamente se refiere Gorosito. La escasez de oportunidades que se generan, para si acaso poder criticar la falta de puntería de los arietes, es cuando menos alarmante. El único jugador capaz de cambiar la naturaleza de una aproximación es, a día de hoy, Pozo. De hecho, volvió a ponerlo de manifiesto en los últimos minutos del partido. Creo que no se debería prescindir de este jugador, de principio, nunca más. Es, junto a la necesaria incorporación de los laterales en el actual sistema de cinco defensas, la única luz que podría dar vida al encefalograma plano en el que se ha convertido el ataque del Almería. En cuanto al paso de las jornadas, poco más se puede hacer por una sencilla razón: el conocimiento de nuestro propio defecto. Si en Tenerife el equipo se hubiese lanzado a tumba abierta a por la victoria , aun con un jugador más, la poca inventiva de los metros finales no tendría por qué haber cambiado de la noche a la mañana, mientras que la sufrida exposición en defensa que antaño destrozó los esquemas, hubiese resultado fatal. Con esta reflexión no pretendo dar por válido el empate, a todas luces insuficiente, si además contamos con los marcadores de los rivales, pero sí habría que tener la cabeza fría y pensar hasta dónde se puede forzar el motor de este conjunto, sin llegar a destrozarlo, para llegar con vida a la meta. En estos momentos solo falta superar a un contrario para abrazar la permanencia, que está a tiro de piedra. Si los adversarios son capaces de distanciarse, que lo hagan por meritos propios, pero no porque el propio Almería intente algo que no ha sabido ni sabrá hacer en lo que resta de temporada.