Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
Las casualidades no existen, sobre todo cuando ya son cuatro
las jornadas sin recibir un tanto. Desde que se juega con defensa de cinco,
suma y sigue. Ya no son los resultados, sino las sensaciones que transmite un
equipo que es capaz de ir al estadio de un aspirante al ascenso y jugarle de tú
a tú. Es más, si desde el comienzo de la campaña se hubiese adoptado la actual
filosofía, estoy convencido de que el de ayer hubiese sido un choque de dos
aspirantes al ascenso. Se dijo con demasiada alegría que la actual plantilla no
daba el nivel, sin primero haber acondicionado el plantel a un esquema según
sus características y a la propia Segunda A . Como le ocurría a aquella
Selección Española de Clemente, que con
varios centrales goleaba y dominaba, la UDA está siendo capaz de ir
equilibrando la solidez defensiva con la generación de oportunidades. En el
Martínez Valero las hubo de todos los colores a favor de los rojiblancos, pero
comencemos por ir desgranando el referido esquema y la buena disposición de los
pupilos de Gorosito. La velocidad de decisión de Casto está resultado clave. Su
salida ante el veloz Sergio León fue un claro ejemplo. Tan solo está errando en
los balones aéreos, pero compensa sus virtudes sobre sus deficiencias. El
fenómeno Saveljich es ya un hecho. Me gustaría saber a quién se le ocurrió
traer al gran defensa central, más que nada para darle un abrazo. Presumo que
la llegada de Gorosito influyó sobremanera. El recuperado Ximo y Morcillo
complementan a las mil maravillas una defensa con escasos resquicios. Veremos
cómo se recompone de cara a la enésima final de infarto ante el Mallorca, ante
la obligada ausencia del montenegrino. Lo de Dubarbier ya es de EGB. Haber
contado tanto con el argentino en la posición de lateral con dos centrales, es
como ir a Noruega en febrero en manga corta. El rendimiento del lateral
argentino crece conforme pasan las jornadas. Incluso ya centra con marchamo de
asistencia. El doble pivote del centro del campo se hace mayor, sobre todo un José Ángel disfrazado de escoba para
barrer cualquier esférico susceptible de quedar a merced del rival. Lo que no
funcionó en Elche fue el enganche. Pozo apenas ofreció destellos de calidad y
no supo hacer de hilo conductor entre la zaga y la delantera. Si ese nexo se
hace realidad, los delanteros corren el peligro de recibir nuestros críticas
porque dispondrán de más oportunidades, aunque en esta ocasión no se van a
librar. Para que luego se diga que con el actual sistema no se puede llegar con
claridad a la meta contraria. Pozo la tuvo, Ramírez, pero sobre todo Chuli, que
estuvo muy desafortunado al no rematar con la derecha en la gran ocasión de la
que dispuso. Para un delantero, errar así es de pecado mortal. Esperemos que
espabile, porque empiezo a pensar que el Betis hizo un gran negocio. En
resumidas cuentas, la UDA se dirige hacia la salvación a paso lento pero muy
seguro. Cierto es que cada partido es dramático, pero no se puede esperar otra
cosa si se ha estado tantas jornadas haciendo el tonto en Segunda, con defensa
de dos centrales y dos laterales tan ofensivos.
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