Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
Más allá del resultado, el equipo continúa en progresión con
tres centrales y dos laterales haciendo de interiores. Nadie duda de que la UDA
mereció ganar, pero los partidos duran como mínimo 93 minutos. Quien anhela con
ahínco la victoria nunca debe abandonar lo que le va bien, como se está
demostrando. Ya en Elche los de Gorosito se impusieron en la zona suprema, en
el centro del campo. La tela de araña con dos falsos interiores reconvertidos
en laterales o extremos, según convenga, junto a los dos medios centros con el
apoyo de Pozo, dibuja una incómoda simetría para cualquier rival. Corregida la
fragilidad defensiva con el aditivo de los tres centrales, quedaba la
asignatura pendiente de generar ocasiones. En Elche las hubo y ayer también. Si
además se consigue alejar al contrario de las inmediaciones de Casto, ni
siquiera para conceder una falta en contra, se puede afirmar que se halló la
fórmula perfecta. Lo real y lo virtual así lo indicaban, con un porcentaje de
posesión muy blaugrana y unas sensaciones inmejorables. Era cuestión de esperar
a que las fuerzas flaquearan. Cierto es que si no llegan a errar ni Michel al
comienzo, ni Quique ni Ramírez después, estaríamos hablando de otra cosa, pero
cuando algo marcha hay que triunfar o morir con las botas puestas. En la
madurez del choque, la presencia de Pozo se hacía imprescindible con sus
asistencias a lo Laudrup. Poco importaba el estado físico del malagueño, porque
sus compañeros y la fatiga del rival compensaban. Los dos mano a mano del
partido, de Michel y Quique, partieron de la genialidad de sus botas. Con todo
lo expuesto y con la certeza de que a este plantel le va como anillo al dedo
este sistema, amén de su escasa puntería, faltó paciencia desde el banquillo
para rematar la faena. Todo lo positivo y meritorio que Gorosito ha inculcado,
con una filosofía torturadora para el contrincante, se fue al garete por querer
variar una dinámica que a buen seguro daría sus frutos. Fue abandonar el
terreno de juego un acertado Vélez, con la intención de acumular, que no
reforzar la delantera, y el mismo Pozo, para que la UDA se diluyera y tan solo
aprovechara la positiva dinámica del encuentro. De nuevo mayoría de delanteros,
ausencia de enganche y laterales menos ofensivos. Bastaron un par de
acercamientos visitantes con un balón parado para, como antaño, sacarnos los
colores. Menos mal que el punto obtenido es de oro, al recortar la distancia
con la salvación y no dejar que el Mallorca se alejara, pero el equipo se descompuso
por falta de paciencia. Un curioso apunte: el Córdoba del ofensivo Oltra, el
plantel con más talento de Segunda, malvive en promoción de ascenso, siendo de
los más goleados de la categoría (los
mismos goles en contra que el colista, Bilbao Athletic). Sergi en su
momento, y más de un aficionado en la actualidad, pretenden jugar como el
Córdoba, pero con menos talento. Por fortuna tal ignominia se corrigió a
tiempo. Esperemos que a partir de ahora haya más paciencia y se triunfe o se
fracase con un sistema inmejorable para este equipo.
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