Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
El plantel conserva el mismo miedo que un perro retiene en su memoria si
anteriormente fue maltratado. Ha costado recubrir a este equipo con el
caparazón adecuado para Segunda.
Con el sistema de tres centrales y dos carrileros, la UDA de Gorosito es
prácticamente imbatible. Esa aseveración no la manifiesto como
consecuencia de una racha más o menos prolongada, sino que desde finales
de enero el modus operandi de este conjunto es sobradamente conocido y
padecido por parte de los rivales de turno. Es un sistema machacante,
torturador para el contrario, que anula al oponente. La mayor
deficiencia podría llegar por las escasas oportunidades generadas, si
bien suficientes para vencer en esta complicada categoría de plata. Para
ello, es fundamental la figura de Pozo, que volvió a brindar a sus
compañeros un par de asistencias de oro. Aun así, la máquina engrasada
en la que se ha convertido la UDA, plasmada sobre cualquier terreno de
juego, ya sea Vitoria, Elche o Valladolid, prosigue su marcha en pos de
la permanencia. El camino trazado es el correcto y tan solo hay que
esperar a que caiga la fruta madura, pero existe un grave problema que
está ralentizando el proceso, y es el miedo al triunfo. Estoy convencido
de que el día que se abandonen los puestos de descenso y se consolide
la actual dinámica de equipo dominador del tempo del encuentro, se
disfrutará de lo lindo porque al fin se les verá gozar a los rojiblancos
sobre el césped. Si nos ajustamos al partido de Zorrilla, se comprobó a
las claras que el tanto de Quique ejerció de cortacircuito en la
mentalidad de los jugadores. En vez de seguir en la misma línea, sería
lo lógico, apareció el miedo escénico y se dio un paso atrás en el afán
por conservar de una vez por todas la victoria fuera de casa y salir de
los puestos de descenso. Es una lucha sin cuartel entre la acertada
táctica, demoledora repito para cualquier contrario, y la mentalidad de
un plantel que conserva el mismo miedo que un perro retiene en su
memoria si anteriormente fue maltratado. El tanto final encajado no hace
sino dilatar en el tiempo el temor, aunque a la vez el buen hacer de
los últimos tiempos está logrando, pasito a pasito, algo impensable hace
varias jornadas, cuando el descenso se atisbaba a 7 puntos en el lejano
horizonte y la zaga era un auténtico coladero. Los de Gorosito ya saben
a lo que juegan, y el que diga lo contrario es que está ciego
futbolísticamente hablando. Otra historia bien distinta es que
mentalmente este conjunto sigue desnudo, tanto como lo exhibió Sergi
desde las primeras jornadas. Ha costado recubrir a este equipo con un
caparazón adecuado e impregnarle a sangre y fuego la idiosincrasia de la
Segunda A, porque de aquellos polvos de Sergi están viniendo estos
lodos mentales. En una mini liguilla desde la jornada 22, cuando se
comenzó a apostar por el actual sistema, la UDA ha logrado 15 puntos y
el séptimo puesto, a solo 3 del Gimnàstic, líder de la hipotética mini
liguilla, con 18. Si alguien se atreve a criticar estas estadísticas
pese a todos las dificultades sufridas con anterioridad, o no tiene
pajolera idea de qué va esto o no se ha sentado a analizar en
profundidad de dónde venimos, y hacia dónde y cómo hay que llegar.
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