jueves, 31 de octubre de 2013

Franciscazo

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

 
Cuando al final los minutos pasaban a ritmo de caracol, no se me ocurría otra cosa que imitar a Guillermo Blanes cuando en Valencia abandonó Paterna para dar un paseo en solitario. El otrora mandatario rojiblanco no podía soportar la presión de los instantes finales que a la postre dieron lugar al ascenso del Almería CF. En esta ocasión no me fui a la Rambla porque aquí me encuentro tecleando para dar mi opinión, en un partido que de primeras genera más sensaciones y sentimientos que un análisis riguroso. Pasadas las primeras emociones, retomemos el pulso para desmenuzar la consecución de tres puntos al fin y al cabo, pero que en nuestro ánimo hacen por diez. ¿Qué ha realizado bien nuestro equipo y dónde debe incidir para corregir los defectos? La vuelta al esquema que funcionó en las primeras jornadas y la pizca de fortuna que siempre hay que tener en la vida, se unieron para marcar el camino del triunfo. Si en la primera mitad la Unión salió viva tras los desesperados retoques de Francisco en el once inicial, junto a la enésima jugada tonta del penalti, en la segunda parte Soriano y Aleix resultaron decisivos después de la decisión de Francisco de morir o triunfar con su apuesta futbolística de comienzo de campaña. El entrenador almeriense tomó una de las mejores decisiones de su corta carrera en los banquillos. ¿ Habrá por ello un antes y un después? Ojalá. El equipo sigue siendo relativamente fluido en ataque, de ahí la buena cifra de goles a favor. Por el contrario, y pese a recibir un solo tanto de penalti, la zaga debe afianzarse porque no siempre se sale vivo del peligro. Como agua de mayo ha venido la inclusión de Torsiglieri, que proporciona solidez y para colmo en ataque se vislumbra su aporte a balón parado. Si la victoria ha servido para alejar un viejo fantasma, el del maldito descuento, tan bien gestionado anoche, bienvenida sea. La próxima reválida, sin Suso, o nos saca momentáneamente de la pobreza absoluta o nos vuelve a vestir de luto. Mientras tanto, a respirar hondo.

lunes, 28 de octubre de 2013

De perdidos, al río

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

 
Me gustaría destacar por encima de todo un hecho loable: la última media hora del choque, con un Almería practicando buen fútbol, creando ocasiones y dominando el partido. Esa actitud, con tres a cero en contra y con la situación del equipo, es de valorar. Dicho esto, vayamos al grano. No hay trabajo que valga, no hay planteamiento que aguante, no hay fortuna suficiente en el mundo que te acompañe, si como ocurrió en Sevilla se concede un tanto al contrario como el primero a la Real. Partiendo de esa base, se puede explicar bastante de lo que le sucede a este equipo, un plantel limitado, pero que precisamente por eso no puede servir en bandeja de oro a su rival un gol sí y otro también. Que sean los adversarios los que tengan esforzarse para derribarnos, porque si no se nos cae nuestra propuesta. Una vez que se rompe ese axioma de cualquier conjunto modesto, los defectos se manifiestan tan enormes como una florecilla en un mundo de gnomos. Cualquier adversidad se magnifica hasta pasar por encima de una plantilla que además ya sufre una presión insufrible. Pero tal y como ocurrió al comienzo del encuentro de ayer tras el primer gol y cuando el marcador ya era insalvable, los jugadores se despojaron de dicha presión y ofrecieron su cara más digna, pudiendo empatar durante la primera mitad y mereciendo al menos uno o dos goles al final. La falta de contundencia de la retaguardia (el tercer gol también es un decálogo de blandura) y la obligada ausencia de Suso, nuestro hombre más imaginativo y brillante, hizo el resto. Por cierto, desconozco si Nelson tenía algún problema, pero no nos podemos permitir su suplencia. Ahora nos espera el Valencia, antes de jugarnos nuestras últimas opciones de coger el último tren con destino a la permanencia ante Valladolid y Osasuna. Quizá no vendría mal, dada la actual situación, apartar de nuestra mente cualquier atisbo de presión y jugar como al comienzo, porque así se pudo rendir al 100 % y se estuvo en un tris de lograr puntos que antaño se merecieron. 

lunes, 21 de octubre de 2013

Un fantasma por el Mediterráneo

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

 
Cualquier acción o hecho en la vida tiene unas consecuencias y, con el trascurso del tiempo, las jornadas en las que se pudo y se debió ganar no han quedado en una simple anécdota. Las secuelas encuentran su origen en la puntuación y en lo que ésta ha generado en el aspecto físico y mental, si como indiqué se hicieron méritos para vencer en varios choques. Una vez que se afronta el decisivo partido ante el Rayo podían acontecer dos circunstancias: que se olvidara el pasado y partieran de cero o que la presión pudiera con todo y les venciera. Por desgracia sucedió lo segundo, porque presenciamos un encuentro nefasto, muy alejado de cualquiera de las reglas futbolísticas mínimamente decorosas para imponerse a un rival de primera. No se vio al equipo de Francisco, con sus errores y sus virtudes, con sus debilidades y sus bondades, sino a un conjunto fantasma que deambulaba por el estadio sin orden ni concierto. Daba igual que el adversario jugara con diez o con nueve, el enemigo estaba en casa. ¿Se puede evaluar la labor de cuerpo técnico y jugadores por la actuación de ayer? Yo creo que no, que la mala fortuna en otros partidos y la inexperiencia han influido decisivamente, aunque ciertas actitudes de algunos jugadores fuera del campo no han ayudado. El caso es que nos encontramos con tres puntos en una situación preocupante, con la soga al cuello, y como es lógico se buscan soluciones, que pasan por despojarse de la referida presión. ¿Destituir a Francisco serviría como revulsivo? Yo no lo haría, porque habría que evaluar de dónde venimos y quiénes somos, y cuál es la filosofía de la entidad, si la de formar un club sólido de cantera o disfrutar un par de años más de la máxima categoría, aunque la ley del fútbol dicta su sentencia. Por más que se quiera disfrazar la realidad, el público no se expresó masivamente en contra de su técnico. Los aficionados demostraron que van madurando y ya saben cómo actuar. Ahora la pelota la tiene en el tejado nuestro presidente, que para eso es el que manda.

domingo, 13 de octubre de 2013

Puntos y sensaciones

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

 
Minutos después del nuevo varapalo en Sevilla vaticiné el posible problema que en estos momentos atenaza al equipo de Francisco: el estado mental. De hecho, han sido varias las opiniones que durante la semana se han vertido apuntando en esa dirección. En el Pizjuán se intentó conservar un punto con tal de no marcharse de vacío, cuando existía la posibilidad real de lograr los tres. Las numerosas declaraciones en caliente, incluyendo la del presidente, denotaban más impotencia que otra cosa. No voy a enumerar la serie de infortunios que hemos padecido, pero a la excelente propuesta de Francisco le sobra buena disposición táctica y le falta violencia, en el buen sentido de la palabra. Los goles evitables por errores individuales y alguna decisión arbitral han restado puntos y no hay más remedio que jugársela frente al Rayo. ¿Sería justo que cualquier circunstancia adversa supusiera la destitución de Francisco? No lo sé, pero Emery se la jugó frente al Cádiz y terminó triunfando. A estas alturas yo todavía no creo en los puntos sino en las sensaciones y en la magnitud de los problemas, y éstos me parecen subsanables. Habría que ser más pragmático en determinados momentos, amén de tapar las carencias que todo equipo de la zona baja arrastra. Nuestra plantilla está a la altura de varios de nuestros rivales directos, pero por poner un ejemplo, Osasuna no se ha mantenido en primera tantos años repartiendo rosas precisamente. Volviendo al aspecto mental, no me extrañaría que una victoria trajera tres puntos acompañados de una confianza inusitada. Los que de principio dudaron de Francisco y ahora lo condenan, repito, por la pobre puntuación en vez de por un desastroso dibujo táctico, no se dan cuenta de que la liga de la regularidad premia el trabajo bien hecho, a no ser que la plantilla sea paupérrima o coexistan grandes defectos que anulen por completo las virtudes. El plantel es modesto pero solvente y las deficiencias subsanables, así que igual más de uno se tendrá que tragar sus palabras.

lunes, 7 de octubre de 2013

Mente fría

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería


Si redactara este artículo con el disgusto por el enésimo tanto en contra en el descuento, no analizaría con precisión lo acontecido. Entiendo las reacciones en caliente de numerosos aficionados, y hasta de Alfonso García, pero ¿hubiesen sido las mismas manifestaciones si a Marin, que centró al final, se le marcha el esférico por la línea de fondo? ¿Y si alguno de nuestros defensores, que era mayoría, hubiese seguido la marca de Rakitic? Es evidente que habríamos dado por bueno el empate tras un comienzo irregular, con regalo incluido. Por eso, templemos los nervios y analicemos la situación. Hay dos ideas que tengo claras: nos falta contundencia defensiva en la medular. Los rivales navegan en calma chicha por esa zona. Habría que considerar si disponemos de suficientes jugadores para dicha función, pero hasta ahora es nuestro mal endémico. La otra apreciación es la mental, ya que estoy seguro de que si en anteriores jornadas se hubiesen cosechado los puntos que realmente se merecieron, no se hubiera reculado en el último cuatro de hora y se habría buscado con ahínco la victoria. Una consecuencia trae otra y cuando se unen pueden formar una peligrosa bola de nieve que crece y crece, deportiva y mentalmente, pero creo que aún se está a tiempo de reaccionar. Sin ir más lejos, el próximo partido frente al Rayo podría ser nuestro punto de inflexión, aquel que aleje los fantasmas, si bien como indiqué antes se deben rectificar las numerosas lagunas que se perciben con claridad, dejando de lado nuestra modestia y la mala suerte. Un dato esperanzador: a excepción del Deportivo, los equipos que descendieron la pasada campaña ocupaban cómodos puestos en esta misma jornada. Es más, si logramos vencer al Rayo, como creo que sucederá, estaremos de nuevo a la par con varios rivales directos. Será una final anticipada, pero auguro que la victoria no solo otorgará tres puntos, sino una limpieza mental que dejará de atenazarnos tal y como se pudo constatar (si lo analizamos con frialdad) en la segunda parte de ayer.