domingo, 26 de junio de 2016

A vueltas con el músculo

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

El presupuesto de la próxima campaña va a sufrir un serio recorte. En principio, la noticia podría caer como un jarro de agua fría entre la afición almeriense, que ve cómo las aspiraciones de antaño se minimizan. Se habla de no pasar apuros, admitiendo que el supuesto ascenso quedará muy lejos. En teoría, el plantel rojiblanco daría para ser un Numancia más, pero ese supuesto queda hecho añicos cuando analizamos la última temporada en Segunda. El fútbol de salón exhibido por el conjunto de Emery en el año del ascenso ya no cotiza al alza, a no ser que la categoría técnica de los jugadores fuera excelsa para contrarrestar a los numerosos pitbulls de los equipos de plata. Como los jugones acaban en Primera, habrá que acertar a la hora de introducir músculo. El primero que debe cambiar de mentalidad es el presidente. Sus buenas intenciones de fútbol preciosista deben caer en el olvido para adaptarse a las circunstancias. De hecho, la UDA va a partir con un presupuesto similar al de Alavés o Leganés, que ascendieron directamente. Una pieza clave sobre la que armar la nueva plantilla ya está en casa, Ramón Azeez. Lo confieso, solo por ver la evolución del nigeriano en esta temporada merece la pena renovar o adquirir un nuevo abono. Si se llena la plantilla de Ramones, junto a extremos veloces, fortaleza atrás y una pizca de ingenio en las inmediaciones de la media luna, se puede hablar de un nuevo Alavés, Leganés, Osasuna, e incluso Nástic o Girona. Para eso no hace falta el presupuesto de la pasada campaña con el que se estaba a medio camino. Ni se tenía la calidad suficiente para sortear la dura presión contraria, ni se podía combatir cuerpo a cuerpo. Habrá que adaptarse al medio formando, de una vez, el Almería más rudo que se recuerda, no solo para sobrevivir, sino para triunfar.

domingo, 19 de junio de 2016

Más músculo para Segunda

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

En estas fechas, de aparente quietud futbolística en Segunda, comienzan a jugarse parte de las posibilidades futuras del nuevo curso. Durante la temporada llegan las quejas en torno a la confección de la plantilla y del técnico, es fácil opinar, pero en la presentación de la anterior campaña en el Teatro Cervantes todo fueron alabanzas. Hay que tener claros dos conceptos: la categoría en la que se rivaliza y el modelo con el que se pretende competir. Intentar priorizar el referido modelo sobre la categoría, suele dar pésimos resultados. De hecho, el año pasado se confeccionó una delantera de escasos centímetros y en general un conjunto endeble físicamente, con la inocente perspectiva de realizar un buen fútbol. Craso error. Aquella idea nunca puede encajar en la categoría de plata a no ser que, como en la temporada del anterior ascenso, se pueda contar con dos futuros campeones de liga española e inglesa, a la sazón Aleix y Ulloa, amén de jugadores como Charles. Volviendo al presente y futuro, ya se conoce la actual categoría, siendo el modelo a elegir el que me preocupa. Espero que se incida menos en el fútbol bonito y se apueste más por nivelar la potencia muscular. ¿Qué conjuntos ascendieron directamente a Primera? Alavés y Leganés, que no destacaron por su bello manejo del esférico, con ex jugadores del Almería B. ¿Qué otro equipo ha ascendido? Osasuna, rácano donde los haya. Ojalá la UDA siga la senda de los rojillos, porque éstos se salvaron del descenso en la última jornada de la campaña 14/15, ocupando finalmente la misma posición que la UDA en esta temporada. Pasados unos meses, de nuevo en Primera. Hay que ver lo que es la categoría de plata de un año a otro. Sin ir más lejos, quien a la media hora del choque inaugural del pasado curso, goleando al Leganés, se le ocurriera vaticinar que la UDA se salvaría in extremis y que los pepineros ascenderían directamente, hubiese sido tildado de perturbado, como mínimo. Qué bonito e imprevisible es el fútbol.

domingo, 12 de junio de 2016

Carencias de la plantilla

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

En estos días en los que los movimientos de la futura plantilla de la UD Almería están en stand by, teniendo en cuenta lo que se ha padecido, quizá sea el momento de analizar el rendimiento de varios jugadores, tal y como hacen las empresas privadas con sus asalariados, para estudiar lo que conviene de cara a la próxima campaña. La UDA, como cualquier otra empresa privada, no es Cáritas (loable labor la suya), no tiene que conceder favores a los que acertaron antaño, para eso se les paga y muy bien, sino que debe vislumbrar el mejor horizonte para una entidad que de por sí, con sus años en LFP, ya ha hecho historia en el fútbol almeriense. En la portería albergo varias dudas. Casto es superior a Julián. No ha completado una mala temporada el guardameta titular, pero el futuro debería ser Julián. ¿Está el espigado guardameta preparado para competir? Desde mi punto de vista, no. En defensa, Michel encontrará acomodo en Primera, mientras que Dubarbier no debería ocupar de nuevo el lateral (a los técnicos que así lo consideren, los tendré enfrente). Morcillo cumplió, Ximo mejor de central y Saveljich es válido, pero habrá que ver las condiciones de su contratación. El mejor fichaje para el centro del campo es Azeez. Menudo jugador para Segunda (y Primera) que competía en Segunda B con el filial. Pozo, si siguiera, podría formar una dupla con Azeez formidable, pero de lo que carece el centro del campo, y la plantilla de la anterior campaña en general, es de fortaleza física. En la delantera, Quique, Iván y poco más, son interesantes. Los demás son prescindibles a día de hoy, incluido Chuli, menudo chasco el suyo. En la reciente Segunda A, y quizá la venidera, prima el músculo sobre la técnica. Lejos queda la Segunda de la UDA con Emery, donde triunfaba el fútbol exquisito. Para la campaña que se aproxima, convendría un cóctel de técnica y fuerza (de la que se carece) a partes iguales. Con el presupuesto que se manejará no se debe errar, máxime si se conocen algunas de las deficiencias expuestas.

lunes, 6 de junio de 2016

Fotocopia del curso

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
 
Campaña irregular, confusa y decepcionante. Pozo en el banquillo en un trance decisivo. Soriano desconectó.


No podía finalizar de otra forma esta temporada: a expensas de que a la Ponferradina no se le ocurriera marcar al final. De hecho, el mismo partido de Córdoba fue un fiel reflejo de una campaña irregular, confusa y por momentos decepcionante, por el potencial que se le suponía a aquella plantilla que en su presentación dejó a cientos de seguidores fuera del Teatro Cervantes, sin poder aclamar, por ejemplo, a uno de los nuevos puntales del equipo, Chuli. De nuevo Soriano optó por dejar en el banquillo a Pozo en un trance tan decisivo, máxime cuando su conjunto dependía de sí mismo con una victoria. Pienso que prescindir de un jugador que, como mínimo, asegura una par de asistencias de gol, es cuando menos una temeridad. Otra vez emergió excelsa la figura del oculto Azeez (cuántas cosas se han hecho mal), si bien con menos contundencia que en Palamós. Y Quique, que con su aportación evitó la debacle, tanto ayer como en gran parte de la temporada. Lo que al filo del descanso perpetró Lolo Reyes quedará en una desagradable anécdota gracias a la permanencia, pero el chileno queda marcado al final por la afición rojiblanca. En la segunda mitad, pese a jugar en inferioridad, los de Soriano desconectaron, incluyendo al nuevo técnico, que incomprensiblemente mantuvo a Uche en un escenario tan hostil para las actuales características del nigeriano, como las que se encontraría Donald Trump en Corea del Norte. El baile final de la pareja andaluza, pegadita como en las lentas de antaño, podría haber tenido un claro damnificado, la UDA, pero para rematar una campaña tan singular, el denostado Cristian Herrera fue quien puso punto y final a una temporada que habrá tiempo de analizar en próximos escritos, con el propósito de que nunca más se vuelvan a repetir los mismos errores, que han sido graves y cuantiosos.