domingo, 26 de marzo de 2017

Quique, en busca de otra salvación

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

No cabe otra, se trataba de ganar. Otra historia bien distinta son las sensaciones que transmite la UDA, no muy buenas, por cierto. La esperanza del equipo radica en lograr victorias para ganar en confianza, y remarco lo de equipo porque no se termina de ejercer como tal. Por fortuna, enfrente estuvo el Alcorcón, la antítesis de lo que precisamente debe ser un equipo. En los dos choques con Ramis, poco o nada novedoso se ha visto, al contrario de los detalles que sí se atisbaron con Fran Fernández, al que creo que una dubitativa segunda parte ante el Huesca, en cuanto a decisiones se refiere, le sentenció. Aclaro, que nadie piense que soy amigo o conocido de Fran Fernández, con el que no creo que me haya cruzado ni por la calle. Retomando el presente, recalco  la peligrosidad de la situación actual, más por percepciones que por distancia de puntos con la permanencia. Se vuelve a jugar con desorden, sin novedad táctica, con las piezas tan en su sitio, como si del comienzo de una partida de ajedrez se tratara, tan solo al amparo de las individualidades. En ese aspecto, de nuevo Quique es clave; artífice durante la pasada campaña de la permanencia, que tras un mal comienzo en la presente vuelve por sus fueros. El remate del segundo tanto, más complicado de lo que puede parecer, podría valer media salvación en un momento sumamente delicado, tras el jarro de agua fría del empate. Otro que puede marcar diferencias es Fidel, que estuvo más activo que en los últimos choques. La sorpresa vino por parte de Motta, un defensa que generaba recelo, pero que está demostrando que no jugó en el Calcio de casualidad. Estuvo en todas las zonas de la banda, con destellos de calidad. Una gran noticia para el epílogo de la campaña. Quienes no arrancan son dos centrocampistas que tienen aptitud por sí solos como para comandar la parcela central, a la sazón Pozo y Azeez. No están ofreciendo lo que llevan dentro, quizá por falta de un esquema más trabajado o por sus estados de forma; el caso es que es son dos perlas desaprovechadas. Como dato más negativo, otra vez Trujillo, que ayer tuvo enfrente al conjunto menos goleador de la categoría. Habrá que ver cómo se desenvuelve en Tarragona, por ejemplo, pero miedo da, porque nadie puede entender el porqué de su titularidad, y más escorado a la izquierda de la zaga. ¿Es que a Ramis le convenció su actuación frente al Levante? Vuelvo al plano colectivo, del que por desgracia poco hay que decir, aunque sí me gustaría hacer hincapié en el concepto esgrimido por el propio Ramis a su llegada: sacar el balón jugado y evitar desplazamientos largos. Sin embargo, el nuevo técnico ha de saber que siempre es el entrenador quien se debe adaptar a su plantilla, máxime cuando, como él, ha llegado a pocas jornadas del final. Es y siempre será la postura más inteligente. Se acercan más jornadas decisivas, como la próxima, y si nadie lo remedia se volverá a depender de la inspiración individual, so pena de que Ramis sorprenda con alguna variación, tan decisiva para el jaque mate de cualquier permanencia.



lunes, 13 de marzo de 2017

Se agota el tiempo de la adaptación

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Botella medio llena o medio vacía. Detalles positivos y negativos. Confianza en Fran Fernández o recelo. Todo puede ser relativo, pero de lo que no hay duda es del deficiente estado físico de la plantilla. Son numerosas incógnitas, demasiadas elucubraciones con las que hay que contar a la hora de tomar una decisión por el bien de un equipo que ha estado dejado de la mano de Dios. Tras el buen sabor de boca de Lugo, la alineación inicial ante el Huesca sabía a gloria. El centro del campo con Borja, Azeez y Pozo prometía, pero el de ayer pasaba por ser un choque de los que se deciden por un detalle, por un acierto puntual. Si uno se acuerda de las brillantes internadas de Puertas en la primera mitad, con excelsa calidad en su control inicial y deplorable elección en el pase final, o de la que tuvo Fidel tras asistencia de Pozo, que desperdició el extremo al ceder absurdamente a Quique, entiende que la clave del partido estuvo ahí. Si además, ni Azeez ni Pozo lograron controlar la parcela central, obtenemos la respuesta a un encuentro que se pudo encarrilar al comienzo y que tras el descanso, tal y como ocurrió en Lugo, se acusó el cansancio. Quizá el conjunto de Fran Fernández esté más ordenado que antaño y el equipo sea más solidario a la hora de defender; precisamente por ahí pudiera venir el bajón conforme avanza la segunda mitad. Una cosa es lo que pretende el nuevo técnico y otra es el estado físico actual, según la primitiva idea y planificación del otrora entrenador, Soriano. Por consiguiente, puede que haya una descoordinación entre el trabajo de estas fechas y ciertos parámetros del pasado, que habría que acoplar más temprano que tarde. A la espera del ensamblaje, hay que afinar en los cambios durante los choques con el objetivo primordial de minimizar la metamorfosis. En ese campo, Fran Fernández no estuvo fino ayer mañana. Más bien se fueron dando pasos atrás conforme se sucedían las sustituciones. Dos de ellas, sobre todo la de Uche, tardaron en llegar, y tanto Corona como Gaspar casi nada aportaron. A Pozo lo hubiese mantenido sobre el césped y eché de menos la profundidad de otro jugador por la de un Puertas desafortunado. Menos mal que Casto y Joaquín (qué grande es y será el almeriense) estuvieron ahí. Enfrente, el Huesca. Un equipo trabajado, adaptado a la Segunda A como un insecto palo a una rama, con un técnico de carácter. Sí, grandes virtudes para navegar por la categoría de plata, pero es el Huesca, un conjunto exprimido al máximo, pero perfectamente batible. Y es que al término del choque percibí cierto conformismo a nivel general con el punto logrado en el Mediterráneo ante, repito, el Huesca. Son pocos días para exigirle resultados al joven entrenador almeriense o a quien pudiera venir en próximas fechas, pero las jornadas avanzan, rivales como el Córdoba no van repartiendo flores por el camino y la salvación sigue estando a más de una victoria. O te adaptas o te comen.