domingo, 30 de octubre de 2016

Suficiencia

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

En La Romareda se dieron todos los condicionantes para simular que se avanza por la senda correcta, por un atajo que sortea las trampas que esconde esta complicada categoría. Pero si se rasca, se visualiza el trasfondo del rendimiento de la plantilla y cuerpo técnico, toda una muestra de debilidad en todos aspectos del juego. Lo peor es que sirvan de coartada algunas circunstancias como el estéril dominio de la segunda mitad, la estrechez del marcador final o la propia endeblez de un grande como el Zaragoza, venido a menos. No nos engañemos, ni en las goleadas ante el Rayo y Nástic el conjunto de Soriano dio la impresión de equipo compacto, de los que atacan y defienden en bloque. En algunos partidos, durante determinadas fases del juego, parecieron los rojiblancos un conjunto más de Segunda, pero solo cuando las individualidades aciertan de lleno, se allana el camino. Ayer no hubo acierto individual y, por consiguiente, no se pudo enmascarar  el encefalograma plano en que está sumido este equipo. Observo que de puertas para adentro todo son autocomplacencias y expectativas, se piensa en lo que queda de competición para pasar del supuesto suficiente al notable. Lo malo es que no se ha pasado del insuficiente, y no lo digo yo ni ningún otro agorero, sino la propia clasificación que es capaz de premiar a plantillas insuficientes, como las del Reus o Huesca, precisamente por jugar en bloque. Se incide en preceptos equivocados, o incluso diría  que inocuos, porque no se juega a nada y además se adolece de las más básicas virtudes que cualquier conjunto de Segunda debe llevar intrínsecas en su ADN futbolístico, si es que se pretende competir en igualdad, como el orden y la contundencia, en defensa y ataque. Lo de la zaga salta a la vista, observando los tantos encajados sobran las palabras. En el plano ofensivo, aparte de no disparar entre los tres palos, se ataca sin un patrón de juego definido, aunque reitero que el agujero que conviene tapar cuanto antes se sitúa en la retaguardia. Algo que también resulta incomprensible es la confianza del míster en jugadores que no dan pie con bola, como Trujillo o Vélez, y sin embargo las escasas esperanzas depositadas en otros que, como José Ángel, merecerían continuidad. Otro dato para la desesperanza lo encontramos en la elección de los cambios durante el choque. Dejar sobre el terreno de juego a Vélez para intentar construir con el marcador en contra, prescindir de Fidel para contar con el inédito Chuli o retirar a Ximo para perder profundidad, no hacen sino situarnos en la realidad, la que la propia clasificación dicta pese a que de puertas para adentro se vea la botella medio llena.  

lunes, 24 de octubre de 2016

La afición dictó sentencia


Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

A ver si se entera Soriano, Pozo es quizá el mejor jugador de Segunda. Incluso destacaría en Primera, pero no, aquí hay que preservarlo para cuando triunfe en otro equipo, no se vaya a lesionar gravemente. Bueno, desde un punto de vista de club vendedor, no es un proceder disparatado. Ironías aparte, la victoria ante el Nástic se cimentó en Pozo, con aquel esférico que se perdía. La maniobra del centrocampista malagueño y su posterior centro a lo Pantic (nunca vi a nadie centrar mejor que al exatlético) permitieron encarrilar un choque no exento de dramatismo. Repito, como en mi anterior acta, Pozo es tan necesario para el conjunto de Soriano, que el sistema es el que se debe adaptar al concurso del centrocampista y no al revés. Si al menos fuera indiscutible con el esquema que fuera, eso se ganaría. Es evidente que no está al nivel ni de Messi ni de Cristiano, ni siquiera brillará en todos los encuentros, pero este jugador necesita minutos y confianza. Así no, Soriano. El cambio realizado con la entrada de Juanjo tuvo su explicación en la mente del técnico maño, aunque minutos después de la polémica sustitución de Pozo, los rojiblancos se tambalearon ante el farolillo rojo, que jugaba de visitante y en inferioridad. Según Soriano, Juanjo era necesario con el fin de aportar experiencia y tranquilidad, cuando lo que se precisaba en ese instante, frente a un adversario mermado en busca del empate, era sobre todo velocidad a la hora de contragolpear. Con un hipotético resultado a favor de los catalanes, sí que se hubiese necesitado de su corpulencia. Además, expresar en rueda de prensa que Pozo no juega más por la presión de la prensa, es como decir que la crisis económica fue generada por la propia prensa, al denunciar su existencia. Ansiamos el éxito de Soriano, porque será el de la UDA y el de todos nosotros, pero algunas de sus declaraciones resultan cuando menos contradictorias, cercanas a un oxímoron. A fin de cuentas, de nuevo el almeriense Puertas, con su zurda, sacaba las castañas del fuego como ante el Rayo, interviniendo decisivamente para despejar las dudas que los rojiblancos volvían a mostrar. Esa fue la realidad del choque, sin pretender obviar los detalles positivos. La participación activa de numerosos exintegrantes del filial, incluyendo al mismo Puertas, me congratuló. Otro aspecto positivo vino tras la desgraciada lesión de Corona, pues José Ángel, ante la ausencia de los otros lesionados, Azeez y Diamanka, forma una interesante dupla con Joaquín. Lástima que una incidencia tuviera que descubrir algo medianamente tangible. Es loable la intención de contar con Corona para sacar el balón jugado desde atrás, pero en Segunda se trata de elevar la contundencia por encima de la belleza. Como me comentaba un buen amigo, el lema defensivo procedente del basket, saber, querer y poder, se puede extrapolar a cualquier equipo de Segunda que pretenda conquistar la cima en esta categoría. De momento, se van salvando los muebles, pero el calendario se endurece y ya no se podrán realizar experimentos con gaseosa.

domingo, 16 de octubre de 2016

Adaptados a vivir en el fango

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Se está entrando en una deriva muy peligrosa. El hecho de conformarse con lo bueno, aunque sea poquito, ocultando de soslayo lo malo, pese a ser abundante, no deja de tener un componente hipnótico que esconde una clara realidad, la de un conjunto que ve escapar al líder del grupo que descenderá a Segunda B. Incluso puede que hoy se pase a ocupar el farolillo rojo de tal grupo, y algunos tan contentos por las mejoras experimentadas ante el Levante y el Alcorcón. La expulsión de Vélez fue cuando menos rigurosa, pero con el reglamento en la mano fue justa, por lo que caer en esa trampa es más de ingenuos que de otra cosa. El primer problema, que tardó en resolver Soriano casi un cuarto de hora, partía de la convocatoria al dejar en Almería a José Ángel, máxime cuando Azeez y Diamanka están lesionados y los dos pivotes defensivos son proclives a cargarse de tarjetas pronto. Corona, al que se le ve fuera de forma, por utilizar una expresión comedida, está resultando ser un comodín para Soriano. Si a punto de entrar en el 2017 es lo que requiere un equipo con algunas piezas válidas para incluso buscar un ascenso, ni siquiera el veterano jugador, emblema rojiblanco, merece que le pongan a los pies de los caballos, al hacerle cargar con esa responsabilidad. La realidad es que el proceder de la primera mitad, junto a la mala planificación previa al choque, dice mucho del por qué se comienza a navegar sin pudor alguno por la cola de la clasificación. Lo paradójico aconteció a raíz de jugar con diez, ya que se juntaron las líneas y se defendió mejor. Incluso se llegó a contraatacar con cierto peligro. Esto vino a demostrar lo que en tantas ocasiones un servidor ha reclamado, apuntalar el sistema defensivo para evitar encajar con tanta facilidad. Las veces que el esquema se adaptó a esa idea, primordial para competir en Segunda, se ha logrado un buen botín de puntos. Apostaría que de haber seguido con once, estaríamos hablando de otro resultado. Nada menos que cuatro delanteros presentes en el once inicial y ninguna casaca con el nombre de Pozo. Como decía Díaz-Miguel, menuda "frivolité". La entidad rojiblanca siempre fue muy dada a proteger a sus perlas en el banquillo. Suso sufrió lo suyo, no digamos Espinosa y ahora Pozo. Vuelvo a expresar una vez más que Pozo es uno de los mejores jugadores de Segunda, con categoría de sobra para triunfar en Primera. Pozo debe jugar sí o sí. ¿Cómo se puede prescindir del malagueño? ¿Es que el conjunto de Soriano va sobrado y se pretende tener fresco al centrocampista (como el Barça con Messi) para el tramo decisivo de la campaña? Si hay que cambiar el sistema, se cambia, si hay que adaptarse a las características del jugador, se hace, pero ya está bien de privarse de los mejores, y más en época de máxima necesidad. Ojalá que la coyuntura del choque, la de tener que juntar líneas, sirva de base de cara al futuro, aunque fue la divina providencia la que tuvo que ver con el punto obtenido. Ante el Nástic ya no cabrán medias tintas ni circunstancias especiales, o tres puntos o...

lunes, 10 de octubre de 2016

El sistema defensivo, un agujero negro

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Con la rémora de la debilidad defensiva no se puede continuar, los guarismos cantan y la UDA es el cuadro más goleado de Segunda.  Trujillo por sí solo puede echar por tierra toda una planificación.

El fútbol se suele expresar con total claridad. Alerta de las virtudes, de los defectos y confirma los diagnósticos dictados antaño. Este Almería es un enfermo con el mal totalmente localizado. Si en Gerona no se consiguieron los tres puntos pese a lograr tres tantos, o ante el Levante tampoco se ha vencido tras dos goles, ocasiones, disparos a la madera y buen juego ofensivo, la evaluación tiene un claro dictamen. En esta categoría es preferible adolecer de potencial en ataque con tal de encajar lo menos posible, pero al conjunto de Soriano le ocurre lo contrario. Es el concepto defensivo el que hay que trabajar más, desde la delantera a la defensa, ya que en el plano ofensivo la inspiración ocupa el primer lugar. Uno recuerda la jugada de los taconazos que acabó en el palo y lo confirma. Con la rémora de la debilidad defensiva no se puede continuar, porque a su vez el fútbol son estados de ánimo, que ensalzan las virtudes y engrandecen los defectos, como se pudo comprobar después de cobrar ventaja tras el inesperado penalti. Los guarismos cantan, la UDA es el conjunto más goleado de Segunda, pero en una semana no se puede volver a encontrar al equilibrio, como si esto fuera un juego de niños. El doble pivote con Azeez y Joaquín prometía, pero si el modus operandi no es el mismo desde la pretemporada, en román paladino, el estilo o patrón de juego, en los peores momentos del partido no hay base para anular al contrario. Jugaban primero frente a último, aunque la diferencia entre las plantillas no es la que mostraba la clasificación. Ahí está el quid de la cuestión, el de un equipo que sabe a lo que juega, que explota sus virtudes y tapa sus carencias, y el que no. Hay quien volverá a aludir a la desigualdad entre ambos planteles, pero no se da cuenta de que jugadores como Pozo o Fidel están del lado rojiblanco. También está Trujillo, fijo para Soriano, que por sí solo puede echar por tierra toda una planificación, porque su estado de forma con respecto al Trujillo que se ganó el derecho de ser jugador de Primera, es como la distancia de la Tierra a Plutón. De nuevo insisto en Pozo. El malagueño debe jugar sí o sí. En Almería somos muy dados a ir preservando a jugadores que poseen un toque mágico. El mismo Espinosa, rival ayer, pasó su particular calvario de rojiblanco, y otros creadores han sufrido lo suyo por aquí. Se pretende jugar bonito y no de forma práctica, pero a su vez no se le otorga la confianza necesaria a los que te sacan las castañas del fuego. Espinosa en la última salvación en Primera o el mismo Pozo la pasada campaña, fueron clave. Falta morir con una idea preconcebida, falta jugar a lo que sea, pero de memoria, y sobra improvisación o vivir de los buenos momentos, con el marcador de cara. Basta de golpes de timón en busca de equilibrios momentáneos. De otra forma, en uno de los bandazos, nos la vamos a pegar definitivamente.

domingo, 2 de octubre de 2016

Falta de disciplina, ausencia de conjunción


Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Ha llegado el momento de analizar no solo el choque de ayer, sino toda la trayectoria de la entidad rojiblanca a lo largo de las últimas campañas. No es una tarea complicada ni pesada, porque lo acontecido en El Alcoraz es una fotocopia exacta de tantos y tantos partidos en los que la UDA ha transmitido idénticos síntomas de lo que es un conjunto carente de una dirección deportiva firme y coherente. Firme por un lado, porque no se vislumbra tiempo ha un técnico que imparta disciplina de la de verdad. De hecho, con independencia de Emery con su ascenso y trayectoria en Primera, y de Gracia, el resto de los entrenadores locales han pasado poco menos que al ostracismo futbolístico. Y coherente, porque los directores deportivos han elaborado las plantillas a golpe de nombres, no de hombres que complementen las carencias específicas que se deben cubrir. Se contratan buenos jugadores que luego no encajan, quizá porque no se parte de un patrón definido ni de cómo y a qué se quiere jugar. Prueba de ello lo tenemos en los elogios que suele recibir el plantel rojiblanco por parte de los técnicos contrarios. El dato es estremecedor si recordamos algunos ejemplos. Los más cercanos los tenemos muy frescos. Montoro vino con marchamo de calidad, de gran organizador, pero el centrocampista fracasó. Sin embargo, en unos meses triunfó, no en Segunda, sino en Primera con una gran UD Las Palmas. A Cristian Herrera le ocurrió algo similar, con su traspaso en el mercado de invierno al Girona. Hay ejemplos aun más directos, porque ayer mismo vimos en el Alcoraz a ese gran Fidel que deslumbraba en Segunda, deambulando por la banda. Por el contrario Samu Sáiz o Borja, los delanteros del Huesca, exrojiblancos del filial y descartados en su momento en Almería, completaron un excelente encuentro. Grosso modo, la mayoría de los adversarios saben a lo que juegan en sus respectivos conjuntos y conocen al dedillo su función sobre el terreno de juego. Lo contrario es lo que ocurre a orillas del Mediterráneo, quizá como indicaba, por falta de firmeza y coherencia deportiva. Se contrata a Pozo y a otras piezas interesantes, pero por ejemplo técnicos enérgicos e ideales para Segunda como Bordalás, con fases de promoción y un ascenso a cuestas, u otros, no se rescatan para la causa. En Almería los jugadores suelen mostrar su mejor cara al final, como los malos estudiantes. Lo peor es que tanto va el cántaro a la fuente, que un día se romperá. Preparémonos para ver triunfar a Pozo con otros colores, como a los anteriormente aludidos, a Espinosa, Raúl García, Alberto y a un largo etcétera. Plantilla interesante suele haber por estos lares, pero aquí no se aplica el término conjunción. El presidente y la directiva suspiran, como todos los abonados y seguidores, por un equipo en el campo y no solo en la teoría. El propio Alfonso García lo manifestó hace unos días, pero para lograr ese objetivo hay que apostar desde el comienzo por un estilo definido (en Segunda debe primar el orden y el físico) y por un técnico que dé miedo, futbolísticamente hablando; si no, el sueño de esta etapa dorada en LFP se nos escapa de las manos.