domingo, 28 de mayo de 2017

Quique, un oasis en el desierto

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Ya queda menos para respirar de nuevo. Vaya dos temporadas de sufrimiento en Segunda, con plantillas en teoría diseñadas para disfrutar. En Primera no hay opción, se debe luchar por la permanencia hasta la extenuación, pero en la categoría de plata se llevan dos campañas creyendo en alcanzar altas cotas y, a la postre, batallando por lo contrario, que es lo peor. Cierto es que se ha mejorado en los últimos meses, pero por enésima vez  se pudo comprobar ante el colista que a este conjunto le sigue faltando solidez para competir con garantía en Segunda. Fue un choque relativamente tranquilo, pero de nuevo se le dejó al contrario jugar de más, en este caso al adversario más débil y con menos moral de todos. Entre tanta irregularidad, en los buenos y malos momentos, hay un jugador con una modélica trayectoria en estos años de plomo, que se ha merecido todos los parabienes habidos y por haber. No es otro que Quique. No es una súper estrella, ni llegará a fichar por un grande, pero me atrevería a decir que el delantero vallisoletano ha llegado a sostener una nave que por momentos se iba a la deriva de la Segunda B. Excepto en los albores de esta campaña, Quique no solo ha contribuido con sus tantos, sino que su lucha, a veces en solitario como en la pantomima de hace una semana en Mallorca, le otorga al ariete rojiblanco el título de jugador más valioso entre todo el fango soportado recientemente. Ayer, un ejemplo más. Otros también han contribuido a la resurrección, como Casto y Joaquín. Al guardameta no lo esperaba tan en forma, al menos un servidor, pero ahí ha estado en estos meses con sus paradas y sus reflejos. Apenas intervino ayer tarde, aunque evitó el empate con una buena mano. Joaquín por su parte, ha servido como comodín de lujo, con sus constantes cambios de posición, circunstancia inusual en un jugador tan joven. De nuevo tuvo que volver a la zaga, como si le dicen que juegue de delantero, es genial. Estos pilares, junto al cambio de intensidad promovido desde el banquillo, y un mínimo de orden, han logrado mantener a flote a un conjunto que de nuevo ha podido aprovecharse del calendario en las últimas jornadas. Todos juegan contra todos, no influye la suerte, pero no es lo mismo afrontar choques fraticidas al final, que disputar encuentros frente a rivales con todo hecho. Por el contrario, el reflejo negativo de toda la temporada se volvió a ver en Pozo y en Fidel. Ni ante el recién descendido Mirandés, dos peloteros llamados a ser parte fundamental del buque insignia rojiblanco, pudieron lucirse. Pozo fue un quiero y no puedo, y Fidel un quiero y no doy una a derechas. En cuanto a lo escasos silbidos a Vélez, espero que ya no se vuelvan a repetir. Me temo que habrá que sufrir en el último partido ante el Reus. Ojalá me equivoque, pero frente al Getafe algo similar de lo que ocurrió en Mallorca puede acontecer, mezcla de conformismo y de lo que sea. A ver si en el último partido de la temporada se pudiera al fin, y después de varios años, disfrutar sin mayores sobresaltos.

lunes, 22 de mayo de 2017

El peligro de jugar con fuego

No es normal que un equipo salga a verlas venir jugándose la vida. No es normal que en la segunda mitad, con el marcador en contra, no se fuese a tumba abierta a por el empate. No es normal que diera la impresión de no querer hacer daño al contrario. No es normal que de nuevo se vuelva a jugar con fuego, con lo que ha costado salir de la cueva. No es normal. Aunque pensándolo bien, igual sí es normal y todo cuadra. Hasta el marcador final. Hoy por ti, mañana por mí. Me ganas, pero sin superar el gol average, si bien todo queda en el aire al contar desde estos momentos la diferencia de goles, ligeramente superior por ahora a la UDA Y es que a uno se lo ponen en bandeja. No creo que pueda haber ningún aficionado rojiblanco pensando en que se hizo lo que realmente se pudo o que simplemente la tarde fue aciaga. Quedó un regusto demasiado agrio para pensar que la almendra amarga tocó ayer por mala suerte. Lo peor no fue la salida en tromba del Mallorca, hasta cierto punto comprensible, sino el desarrollo posterior del choque, en especial durante la segunda mitad. Solo Quique puso cierto empeño, y a ratos Puertas, porque el resto, sobre todo Fidel o Azeez, se lucieron de lo lindo. En general, todo el equipo. Los centrocampistas perdidos, los defensas sacando balones como podían y los delanteros fallando en la segunda mitad alguna ocasión medianamente clara. La presión, inexistente, tan solo de forma individual y desordenada. En los minutos finales daba la impresión de que el marcador no se iba a mover, se percibía, se palpaba. Remitiéndome al escrito de la semana pasada tras la victoria ante el Numancia, me referí al peligro de esta jornada si se encaraba este partido de manera relajada. Pues la amenaza ya está ahí. Si al Mirandés le da hoy por ganar al Valladolid, se comprime la clasificación hasta tal punto de que el  mismo Mirandés, con una victoria en el Mediterráneo el próximo sábado, se mete de lleno en la lucha por la salvación. El que se presumía iba a ser un encuentro de guante blanco, se podría convertir en uno dramático, porque siguiendo la estela del calendario luego tocaría viajar a Getafe, con un equipo a la caza y captura del Girona en ascenso directo, aparte de que los madrileños querrán asegurar el tercer puesto que concede todos los privilegios de cara a las eliminatorias de ascenso. Es pensar más allá, pero los de Ramis se pueden complicar, y mucho, una permanencia que tenían casi lograda. En cuanto al titular de esta Acta, de hace una semana, la intensidad marca la diferencia, vaya si la marcó, pero a favor del rival. No sé qué resultará del lío que se ha formado en la cola de cara a eludir los puestos de descenso, pero Robert Sarver, el millonario dueño de la franquicia de la NBA, Phoenix Suns, propietario a su vez del Mallorca, puede estar tranquilo, no creo que su conjunto descienda, y eso que parecía que su equipo tenía los dos pies en Segunda B. Aun así, con todo el justificado enfado de ayer, si la UDA gana lo que le queda en casa la salvación no se escapa, pero va a haber que sufrir, una vez más, hasta el último suspiro.

domingo, 14 de mayo de 2017

La intensidad marca la diferencia

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

El fútbol y las matemáticas son polos opuestos, pero a veces se dan la mano. Si se compite con una alta dosis de intensidad, los resultados terminan por llegar. Esta máxima casi siempre se cumple, si es que se dispone de cierta calidad.  La intensidad con la que este Almería juega no es la de antaño, tanto es así que está resultando clave en el devenir de los rojiblancos en esta sufrida campaña. ¿Por qué no se compitió así desde el comienzo? Razones habrá, pero los jugadores ya actúan como algunos de sus rivales. El Numancia es un ejemplo tipo de Segunda. Desde que el conjunto soriano visita el Mediterráneo, pocas variaciones se le han visto a un equipo adaptado a la categoría de plata como un insecto palo a una rama. No importa que cambie de jugadores, su filosofía está marcada a sangre y fuego. Las plantillas de la UDA han sido, por lo general, superior técnicamente, pero han adolecido con frecuencia de la referida intensidad, de orden táctico y de un sistema trabajado. Durante la primera mitad se vio con claridad. Los de Ramis demostraron ser más poderosos en el plano físico, con una técnica más depurada, mientras que los de Arrasate fueron a lo suyo, como hormiguitas, haciendo su trabajo. Con orden y colocación terminaron por encerrar a los rojiblancos, que han madurado y ya saben sufrir cuando toca. Con el compendio de todo lo expuesto, se han dado los pasos necesarios para encontrar la senda de la salvación. Y estos pasos entroncan con el ímpetu y el ritmo al que, en la actualidad,  se juega. Ayer bastaron 45 minutos para refrendar que la plantilla de la UDA es bastante mejor que la del Numancia, pese a que los sorianos todavía aventajan en tres puntos a los almerienses. Si Joaquín (este jugador siempre jugó al 100%), Borja, Pozo, Fidel o Azeez, por nombrar a algunos, se implican, y en esto siempre tiene que ver el entrenador, pocos equipos hay en Segunda que superen a los de Ramis. Gran mérito el del nuevo técnico, sin olvidar la primera semilla que sembró Fran Fernández. Todavía no hay nada hecho, pero la dinámica es positiva. Tanto, que siguiendo la clasificación parcial desde la jornada del primer cambio en el banquillo, hasta la de este fin de semana, la UDA se encuentra en posiciones de promoción de ascenso a un solo punto del líder de esa tabla parcial, el Getafe. Es más, con la puntuación actual de 45 puntos, la diferencia de haber estado luchando por la promoción de ascenso estribaba en haber conseguido tan solo dos o tres victorias en vez de derrotas. Todavía me acuerdo de hace casi una vuelta, con el fiasco ante el Mirandés en los albores de la Navidad. Si se hubiera intervenido en ese momento, quién sabe dónde se estaría ahora. De vuelta a la realidad, la próxima jornada en Mallorca puede resultar peligrosa. Si se encara el choque con relajación por pensar que casi todo está hecho y no entran en guerra total con un contrario ávido de puntos, que tiene la soga de la Segunda B al cuello, se puede caer en el error de volver a la agonía, pese a que el siguiente visitante es el Mirandés. Que se lo pregunten al Elche.

lunes, 24 de abril de 2017

Nunca es tarde si la dicha es buena

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

No tenían ante sí una papeleta fácil los de Ramis. La inesperada victoria del UCAM en Girona ha desbaratado más de un plan en la categoría, pero el fútbol es la antítesis de las matemáticas, tanto que sí el próximo viernes se logra  la victoria en Elche, la UDA no solo alcanzará a su rival, sino que lo superará en la clasificación y escalará varios puestos. Incluso, se estará a tiro de piedra de la zona tranquila. ¡Lo que iba de un resultado a otro ante el Sevilla Atlético! Por fortuna, las espadas siguen en todo lo alto, al solventar con oficio un partido tipo ante un filial con escaso rigor táctico, que suele imponer en sus choques. Cualquier esquema hubiese pasado a segundo plano ante el fútbol total de ayer en el Mediterráneo. Tampoco es que fuese muy vistoso el espectáculo, pero al menos habrá servido para que los pupilos de Ramis ganen en confianza, porque en algunas transiciones se vislumbró la calidad de algún jugador rojiblanco, en la actualidad quizá adormecida por todo el desbarajuste táctico de antaño. No en vano, existe un dato demoledor: desde que Fran Fernández se hizo cargo de la plantilla debutando en Lugo, más todos los encuentros con Ramis, la clasificación virtual de ese tramo completo coloca al Almería octavo, a solo un punto y un puesto de la promoción de ascenso. ¿Significativo, no? Ojalá la tardanza del cambio no influya al final. A quien no le influye la presión es a Uche. Su calidad se mantiene intacta con el paso de las temporadas, un jugador que entiende el juego como los grandes; solo su discontinuidad le ha impedido triunfar a más alta escala. Su dupla con Quique está resultando letal, porque el ímprobo trabajo del delantero vallisoletano le viene de perlas al killer nigeriano. En la retaguardia luces y sombras, mientras que Ximo demuestra su brillante adaptación al centro de la zaga, Nano no pasa por su mejor momento, desde que nos deslumbró a su llegada. Aun así, se ha olvidado por completo el boquete que había por aquella maldita banda izquierda. De cara a lo que se avecina, el centro del campo, vital, se consolida con Borja y Joaquín, que forman otra sólida pareja como la del ataque, en espera de que Pozo y Azeez aporten de una vez el juego que llevan dentro. Estas notas positivas, a las que agarrarse para lograr la salvación, de nada sirven si en Elche se sale como en Córdoba, a verlas venir. Mejor iría si se plantea un choque a cara de perro, como en Tarragona. Luego, el que tenga más suerte o acierto vencerá. Se me antoja la próxima jornada como la del punto de inflexión definitivo, aunque un empate no es mal resultado. Es tanta la preocupación por el futuro, que un partido como el de ayer, con más detalles individuales que otra cosa, pasa rápidamente al baúl de los gratos recuerdos. No entendí los silbidos dirigidos a Fran Vélez, que reaparecía. Cada vez que contactó con el esférico se escucharon pitidos. Quien me sigue sabe que soy el primero en defender la libertad de expresión de los espectadotes y abonados, que para eso pagan religiosamente, pero lo de ayer no venía a cuento.

lunes, 17 de abril de 2017

A quien madruga, Dios le ayuda

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Se puede ganar o perder, esto no deja de ser un juego, pero con lo que había en disputa no se puede admitir, bajo ningún concepto, un comienzo a verlas venir, como si la reciente cena de hermandad de la plantilla se hubiese alargado más de lo que se extendió. Precisamente por ahí, por esa inconcebible relajación, se perdió un partido trascendental ante un rival directo. No me cabe la menor duda, como al final se demostró, que al menos un empate se podía haber rescatado de no ceder tanto al comienzo. Inclusive se contemporizó más que ante el Zaragoza, que en el Mediterráneo supo ejecutar con sumo acierto. Ni siquiera se pudo llegar a saber si el novedoso esquema que de inicio propuso Ramis hubiese tenido éxito, aunque se hacía extraña la disposición de Isidoro y Nano. Mejor hubiera ido, como más tarde se vio, una colocación más racional con Isidoro de lateral y Motta, que disputó su peor encuentro desde que se encuentra en forma, un poco más adelantado. Por el flanco del italiano llegó buena parte de la avalancha cordobesa durante el opaco inicio rojiblanco. Otro jugador que se desconectó fue Quique. No fue su intención, el delantero vallisoletano no entiende de relajaciones, pero sus intervenciones, sobre todo en la asistencia de gol que le brindó Pozo, fueron realmente desafortunadas. Se presuponía que todo iba a estar en el filo de la navaja, el concepto global y el individual, pero aun así la incomprensible primera media hora certificó la derrota. Algunos no despertaron en todo el choque, como Puertas, que tuvo que presenciar desde la otra banda cómo su compañero del filial, Gaspar, profundizaba como mandan los cánones; el benaducense, tan solo deambuló sobre el Nuevo Arcángel. En el haber de Ramis, aparte de intentar algo distinto desde el comienzo, recae la decisión de realizar un cambio en el descanso. Y es que en los últimos tiempos los seguidores rojiblancos han estado demasiado acostumbrados a que el técnico de turno mueva ficha cuando la remontada ya es inviable. También en el haber, hay que incluir la decisión de agotar los cambios con suficiente tiempo de reacción. Sin embargo, en su debe hay que insertar la inoportuna sustitución de Joaquín, pieza clave en cualquier esquema rojiblanco que se precie. Nunca debería abandonar el terreno de juego el centrocampista canterano si su estado es óptimo; es un lujo que la actual UDA no se puede permitir. Otra carencia con la que se convive tiempo ha, es la pésima ejecución a balón parado. Que me digan si el madridista Ramos hubiese goleado tanto con la testa, si no hubiera tenido ahí a Kroos o a Modric para ponerla. Los córners y faltas del final, con Uche esperando en el área, son para hacérselos mirar. Dicho todo esto, puedo medio certificar que el próximo domingo, sobre las 20:00 horas, la UDA estará fuera del descenso. El calendario, desde ya, favorece más a los de Ramis que a sus rivales, empezando por la próxima jornada. Les invito a que lo analicen, la salvación puede estar más cerca de lo que parece.

lunes, 10 de abril de 2017

Avanzando entre las piedras

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Una oportunidad perdida o un punto rescatado. En esa disyuntiva me inclino por no haber aprovechado la ocasión de salir de los puestos de descenso, aunque gran parte de los seguidores rojiblancos salieran satisfechos con la resolución del choque. A estas alturas de competición, donde cada partido es una auténtica final, no se puede presionar con la mirada ni un solo segundo. Es humano, la situación hasta hace bien poco era muy delicada y la victoria en Tarragona, más las sensaciones transmitidas, pusieron de nuevo en órbita a los de Ramis. Por ello, y tras los resultados favorables de los rivales directos, es comprensible el hecho de caer en una momentánea relajación, que por desgracia resultó decisiva. Y es que en los tantos encajados se partió de una deficiente marca en la parcela central. Puede que Diamanka no se ajustara con Borja o la referida relajación influyera, pero al menos el choque dejó la sensación de que sin tantas bajas y con un comienzo más eléctrico, se hubiese  podido vencer. Lo remarco porque remontar una losa tan adversa y aguantar tras la expulsión de Fidel, dice mucho del estado en el que se encuentra el conjunto de Ramis. Si ante el Alcorcón todavía no se atisbó mejoría, frente al Nástic el equipo renació como conjunto armado y anoche, sin haber completado un encuentro excelente, se demostró que la recuperación va por buen camino. Y todo eso pese a que Diamanka no juega por una sencilla razón: su nivel se encuentra varios peldaños por debajo del de sus compañeros. Aun así, se fajó e hizo lo que pudo. La sociedad entre Nano y Fidel siguió dando sus frutos, no solo porque Fetlscher sea un discreto lateral, sino porque conforme pasan las jornadas la pareja repite las mismas acciones en profundidad que vuelven loco al rival de turno. Lástima la roja de Fidel, quizá algo rigurosa, pero poco discutible según qué colegiado arbitre. Puede que con diez  se pecara en diversas fases de conservadurismo, hay partidos en los que no se nota la inferioridad de uno de los contendientes, pero es entendible que cada punto es oro en la situación actual. Con la pájara inicial y posterior expulsión, nos privamos de ver más en acción a Uche, un jugador que con el balón controlado dentro del área o en sus inmediaciones, interpreta el fútbol como cualquier estrella de las que mañana o pasado veremos en Champions.  Y una vez más Casto rozó la matrícula de honor con dos paradas excepcionales, porque en los dos tantos maños nada pudo hacer. El de ayer fue un choque de transición dadas sus circunstancias, un partido para extraer conclusiones de cara a lo que se avecina, un encuentro para creer en un equipo al que se le ve vivo, pese a las piedras en el camino. Siempre lo repito, ni una victoria, ni un empate, ni una derrota, van a variar mi análisis, porque la impronta que se deja nada tiene que ver con un hecho puntual. No hablamos de eliminatorias, quedan suficientes jornadas para refrendar lo positivo que en los últimos dos partidos, y por qué no decirlo, en alguno de la era de Fran Fernández, se ha dejado entrever. Ojalá así sea.

domingo, 26 de marzo de 2017

Quique, en busca de otra salvación

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

No cabe otra, se trataba de ganar. Otra historia bien distinta son las sensaciones que transmite la UDA, no muy buenas, por cierto. La esperanza del equipo radica en lograr victorias para ganar en confianza, y remarco lo de equipo porque no se termina de ejercer como tal. Por fortuna, enfrente estuvo el Alcorcón, la antítesis de lo que precisamente debe ser un equipo. En los dos choques con Ramis, poco o nada novedoso se ha visto, al contrario de los detalles que sí se atisbaron con Fran Fernández, al que creo que una dubitativa segunda parte ante el Huesca, en cuanto a decisiones se refiere, le sentenció. Aclaro, que nadie piense que soy amigo o conocido de Fran Fernández, con el que no creo que me haya cruzado ni por la calle. Retomando el presente, recalco  la peligrosidad de la situación actual, más por percepciones que por distancia de puntos con la permanencia. Se vuelve a jugar con desorden, sin novedad táctica, con las piezas tan en su sitio, como si del comienzo de una partida de ajedrez se tratara, tan solo al amparo de las individualidades. En ese aspecto, de nuevo Quique es clave; artífice durante la pasada campaña de la permanencia, que tras un mal comienzo en la presente vuelve por sus fueros. El remate del segundo tanto, más complicado de lo que puede parecer, podría valer media salvación en un momento sumamente delicado, tras el jarro de agua fría del empate. Otro que puede marcar diferencias es Fidel, que estuvo más activo que en los últimos choques. La sorpresa vino por parte de Motta, un defensa que generaba recelo, pero que está demostrando que no jugó en el Calcio de casualidad. Estuvo en todas las zonas de la banda, con destellos de calidad. Una gran noticia para el epílogo de la campaña. Quienes no arrancan son dos centrocampistas que tienen aptitud por sí solos como para comandar la parcela central, a la sazón Pozo y Azeez. No están ofreciendo lo que llevan dentro, quizá por falta de un esquema más trabajado o por sus estados de forma; el caso es que es son dos perlas desaprovechadas. Como dato más negativo, otra vez Trujillo, que ayer tuvo enfrente al conjunto menos goleador de la categoría. Habrá que ver cómo se desenvuelve en Tarragona, por ejemplo, pero miedo da, porque nadie puede entender el porqué de su titularidad, y más escorado a la izquierda de la zaga. ¿Es que a Ramis le convenció su actuación frente al Levante? Vuelvo al plano colectivo, del que por desgracia poco hay que decir, aunque sí me gustaría hacer hincapié en el concepto esgrimido por el propio Ramis a su llegada: sacar el balón jugado y evitar desplazamientos largos. Sin embargo, el nuevo técnico ha de saber que siempre es el entrenador quien se debe adaptar a su plantilla, máxime cuando, como él, ha llegado a pocas jornadas del final. Es y siempre será la postura más inteligente. Se acercan más jornadas decisivas, como la próxima, y si nadie lo remedia se volverá a depender de la inspiración individual, so pena de que Ramis sorprenda con alguna variación, tan decisiva para el jaque mate de cualquier permanencia.



lunes, 13 de marzo de 2017

Se agota el tiempo de la adaptación

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Botella medio llena o medio vacía. Detalles positivos y negativos. Confianza en Fran Fernández o recelo. Todo puede ser relativo, pero de lo que no hay duda es del deficiente estado físico de la plantilla. Son numerosas incógnitas, demasiadas elucubraciones con las que hay que contar a la hora de tomar una decisión por el bien de un equipo que ha estado dejado de la mano de Dios. Tras el buen sabor de boca de Lugo, la alineación inicial ante el Huesca sabía a gloria. El centro del campo con Borja, Azeez y Pozo prometía, pero el de ayer pasaba por ser un choque de los que se deciden por un detalle, por un acierto puntual. Si uno se acuerda de las brillantes internadas de Puertas en la primera mitad, con excelsa calidad en su control inicial y deplorable elección en el pase final, o de la que tuvo Fidel tras asistencia de Pozo, que desperdició el extremo al ceder absurdamente a Quique, entiende que la clave del partido estuvo ahí. Si además, ni Azeez ni Pozo lograron controlar la parcela central, obtenemos la respuesta a un encuentro que se pudo encarrilar al comienzo y que tras el descanso, tal y como ocurrió en Lugo, se acusó el cansancio. Quizá el conjunto de Fran Fernández esté más ordenado que antaño y el equipo sea más solidario a la hora de defender; precisamente por ahí pudiera venir el bajón conforme avanza la segunda mitad. Una cosa es lo que pretende el nuevo técnico y otra es el estado físico actual, según la primitiva idea y planificación del otrora entrenador, Soriano. Por consiguiente, puede que haya una descoordinación entre el trabajo de estas fechas y ciertos parámetros del pasado, que habría que acoplar más temprano que tarde. A la espera del ensamblaje, hay que afinar en los cambios durante los choques con el objetivo primordial de minimizar la metamorfosis. En ese campo, Fran Fernández no estuvo fino ayer mañana. Más bien se fueron dando pasos atrás conforme se sucedían las sustituciones. Dos de ellas, sobre todo la de Uche, tardaron en llegar, y tanto Corona como Gaspar casi nada aportaron. A Pozo lo hubiese mantenido sobre el césped y eché de menos la profundidad de otro jugador por la de un Puertas desafortunado. Menos mal que Casto y Joaquín (qué grande es y será el almeriense) estuvieron ahí. Enfrente, el Huesca. Un equipo trabajado, adaptado a la Segunda A como un insecto palo a una rama, con un técnico de carácter. Sí, grandes virtudes para navegar por la categoría de plata, pero es el Huesca, un conjunto exprimido al máximo, pero perfectamente batible. Y es que al término del choque percibí cierto conformismo a nivel general con el punto logrado en el Mediterráneo ante, repito, el Huesca. Son pocos días para exigirle resultados al joven entrenador almeriense o a quien pudiera venir en próximas fechas, pero las jornadas avanzan, rivales como el Córdoba no van repartiendo flores por el camino y la salvación sigue estando a más de una victoria. O te adaptas o te comen.

domingo, 19 de febrero de 2017

La suerte está echada

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Si hoy vence el Mirandés en Vallecas, la UD Almería ocuparía el farolillo rojo. Vamos a reflexionar, en plena segunda vuelta, ¿es el lugar que le corresponde al plantel rojiblanco?  Sinceramente, creo que no. No me refiero a los deméritos contraídos, sino a la calidad de la plantilla, aun con sus luces y sombras. Estimados lectores, no tienen nada más que fijarse en el rendimiento de ciertos  jugadores válidos, como Nano, desaparecido en combate. Y es que en cualquier deporte, una desorganización promovida por un técnico, siempre provoca el mismo efecto: los puntos flacos de los jugadores afloran y las virtudes se ocultan. Esto es lo que le ocurre a este grupo de jugadores vestidos de rojiblanco, que lo mucho o poco que podrían dar de sí se ve ensombrecido por un entrenador incapaz, que en su primera etapa como técnico ha fracasado rotundamente. Desconozco si en el futuro Soriano aprovechará  para reciclarse, pero a día de hoy el otrora importante centrocampista de la UDA no está preparado para comandar la nave rojiblanca rumbo a la permanencia, por más que se empeñe el presidente. Siempre escucho la misma pregunta, ¿quién querrá venir? Pues yo creo que numerosos técnicos. La diferencia con respecto a la salvación no es insuperable y quedan aún bastantes jornadas. Y lo más importante, hay mimbres para el cesto de la permanencia. El de ayer, fue otro sinsentido más, una huida hacia adelante de un entrenador desesperado, en busca de cualquier resquicio por el que salir a flote. Ni corto ni perezoso, Soriano intentó redimir en tres días el mismo esquema que primero probó Joan Carrillo y que luego desarrolló con relativo éxito Gorosito la pasada campaña. Repito, en tres días y con jugadores que hasta hace bien poco, o no tenían equipo o jugaban en la llamada “Súper liga india”. Motta, uno de los más sacrificados en ese dibujo, no está todavía con pulmón suficiente. De verdad, esto no es serio. Además, en un choque que quizá sí requería de la presencia de Vélez como pivote defensivo, se echa mano de un Corona más que amortizado, en compañía de un desesperado Borja. Para rematar la faena, Soriano deja a Pozo en punta, sin una referencia por delante y con la obligación de presionar a los centrales contrarios. En la segunda mitad se demostró que, con cierta sensatez, se compite. No se puede hacer peor, ciertamente existe un arte en la vida, y es el de hacer las cosas al contrario de cómo deben ser. El rutilante artista es Soriano. No me vale la tardía reacción, el culpable de tirar por la borda  la primera mitad tiene nombre y apellidos. Se acabaron las excusas. El banquillo del próximo visitante del Mediterráneo estará ocupado por Francisco, el técnico que más partidos ha dirigido a un equipo de Almería en Primera, pero que a la postre fue destituido con cierta amargura. No quiero ni pensar que el próximo domingo mis ojos pudieran ver a Francisco noquear a Soriano. Eso sería macabro, e incluso contraproducente para el presidente. Por todo ello, probablemente la suerte está más que echada.

domingo, 12 de febrero de 2017

Lo individual prima sobre lo colectivo

Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

Nadie puede decir que no hubo entrega ni ganas de vencer. No en vano, quien más y quien menos es consciente de la complicación que se avecina si en plena segunda vuelta a alguien se le pasa por la cabeza dejarse llevar, con el objetivo final de que algo cambie por la zona del banquillo. Pero tras lo visto ante el Girona, sigo pensando que a este equipo le hace falta otra dirección deportiva como el comer, ya que solo con ganas e individualidades el objetivo de la permanencia se aleja casi sin darnos cuenta. Si nos quedamos con los detalles positivos, se corre el peligro de ir disculpando la ausencia de disparos a puerta, y lo que es peor, la escasez de oportunidades. Los instantes más brillantes vinieron, cómo no, de Pozo, pero el estelar centrocampista no lo puede hacer todo solo. Es cierto que por minutos se atosigó al rival, pero por oleadas, nunca siguiendo una estructura memorizada desde la que partir y en la que el jugador pueda, según su inspiración, romper por sorpresa. Si este decálogo en ataque viniera acompañado de disciplina en la marca y contundencia en la presión, habríamos descubierto la fórmula mágica para competir a un alto nivel en Segunda. Sin ir más lejos, los dos conjuntos en ascenso, Levante y Girona, jugaron frente a la UDA en pretemporada y en la cuarta jornada, respectivamente. En ambos choques, lejos del Mediterráneo, se empató y nunca dio la sensación de que en el futuro la desigualdad iba a ser la que ahora es. De hecho, entre las plantillas tampoco existe una diferencia abismal, por mucho que se critique a la de Soriano. Lo acontecido a posteriori,  ya sería achacable a la forma de impartir los conocimientos. Aun jugando a un nivel similar, el Girona creó en el día de ayer las oportunidades más claras, simplemente porque esas ideas las tienen mucho más claras. Ahora todo son prisas y obligación por ganarlo casi todo en casa, mientras se confía en una forma de trabajar intensa y voluntariosa durante la semana, según dicen, pero sin resultado práctico en el fin de semana. Además, un técnico que ha sido capaz de dejar tantos minutos en un banquillo de Segunda a un tal Pozo, merece la pérdida de credibilidad deportiva de la que ya goza en las comidillas rojiblancas. Si se opta por vivir de las individualidades, pintan bastos. Quique tuvo que  abandonar por lesión, pero su recambio natural, Juanjo, no es un rematador, sino un aceptable pasador desde la media punta. Como se suele decir, a perro flaco todo son pulgas. Flaco porque, pese a alguna carencia, no se le está extrayendo a esta plantilla lo que lleva dentro; si no, la escasa diferencia mostrada en los albores de la campaña con respecto a los dos primeros de la clasificación, no se hubiese convertido en esta desigualdad tan enorme, no la de un partido, sino la de toda una temporada regular. Con esta dinámica, solo queda encomendarse a Joaquín, Borja, Fidel, Pozo o Casto. Lo del absurdo cambio de Corona por Borja lo he dejado para el final, para que ya no tenga más espacio de comentar...

lunes, 6 de febrero de 2017

Soriano debería ser destituido

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Existen numerosos argumentos como para tomar una decisión dolorosa, pero necesaria para los intereses de la UDA y, por ende, de la sufrida masa social que ha logrado aglutinar con esfuerzo

No se trata de un calentón momentáneo, ni de nadar a favor de corriente, sino de la conjunción de determinados factores y de un prudencial paso del tiempo, por el cual Soriano debe ser destituido de su cargo o, en su caso, cesar voluntariamente del mismo. Existen numerosos argumentos como para tomar una decisión dolorosa, pero necesaria para los intereses de la UDA y, por ende, de la sufrida masa social que con sumo esfuerzo se ha logrado aglutinar a lo largo de las últimas temporadas. Dicho esto, bástese que a partir de la próxima jornada se logren cinco victorias consecutivas, con Soriano de técnico, para que alguno estampe esta Acta sobre mi rostro, pero redacto estas líneas durante la tarde- noche del domingo 5 de febrero de 2017, cuando la situación es la que es, excepto para Soriano, según se deriva de sus propias manifestaciones en rueda de prensa tras el choque. Para el todavía entrenador rojiblanco, existe un grave problema lejos del Estadio Mediterráneo y, concretamente ayer, su equipo mereció el empate. Pues no señor, el problema está dentro y fuera. El partido ante el Oviedo lo tenemos fresco, un encuentro en el que solo la genialidad de Pozo y poco más, pudo con un rival inocuo. Y ayer la UDA no mereció el empate por la falta de un patrón de juego, de organización, de anticipación y hasta de ocasiones. Y todo eso, contando con el penalti errado. La decisión por parte de cualquier entrenador de mantener en el once inicial a Vélez y a Trujillo, tras la cantidad de desaciertos acumulados por ambos desde la primera jornada, supone toda una falta de respeto hacia el entorno futbolístico almeriense, e incluso, hacia la propia entidad que le paga religiosamente. Más que una cabezonería, se llega a convertir en una tomadura de pelo deportiva. Con Pozo tampoco se ha sabido actuar, dada la idiosincrasia del malagueño, necesitado de acumular minutos con el fin de que salgan a relucir sus grandes condiciones. Según soplaba el viento, se ha contado con el malagueño de inicio o no. Y el caso de Azeez tiene una lectura bien sencilla. Otro gran jugador fuera de la lista, aunque se comenta que el nigeriano no entrena a tope y tiene puesta la cabeza en otro club. Si así fuera, ¿por qué se prescinde de José Ángel, que ha jugado y cumplido en abundancia, y se cuenta con Azeez? Porque nadie en su sano juicio deportivo puede pensar que el nigeriano no sería titular indiscutible. En resumidas cuentas, hay jugadores interesantes, antiguos y nuevos, hay plantilla suficiente para competir en Segunda, pero desde el banquillo no se ha sabido administrar el potencial. Alfonso García comenta que Soriano no para de ver y analizar partidos. Yo también puedo repasarme a diario varias tratados de química, pero a fin de cuentas no termino de tener ni idea de esa materia. En los ensayos, los entrenamientos, lo harán muy bien, pero en la representación, los partidos, en los que se juegan los puntos, se raya el más absoluto desastre; dentro, algunas veces, y fuera, siempre. Alfonso, por el bien de todos, incluido el tuyo, destitúyelo.       

lunes, 30 de enero de 2017

No fue oro todo lo que relució

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Pozo es sin duda el mejor jugador, no solo en cualquier choque, sino de toda la Segunda.

Ser colistas con el centrocampista malagueño en plantilla merece una profunda reflexión

El conjunto de Soriano sigue en descenso, y más jornadas que permanecerá en él si continúa por la senda de ayer. Sí, el resultado fue magnífico y ahí quedará para la historia de la estadística, pero no nos engañemos, el equipo sigue sin jugar a algo medio reconocible y el Oviedo demostró el porqué de su pésima racha. Aun así, si el electrónico final hubiese reflejado un resultado adverso, tampoco se podría haber hablado de una injusta derrota. Fue una de esas alegrías que se deben tomar con cautela, porque a este conjunto le queda mucho trabajo, quizá no por hacer, sino más bien por reflejar sobre el terreno de juego lo que se desarrolla a diario. Casi titulo, por tercera semana consecutiva, la madre de los todos los desastres tácticos, en este caso III, pero dejemos como reivindicación estas primeras líneas para que nadie viva engañado. Ciertos aspectos de suma importancia saltan a la vista, como las posibilidades de Pozo, sin duda el mejor jugador, no solo del choque, sino de toda la Segunda División. Partir, instantes antes del comienzo del partido, como colistas teniendo al centrocampista malagueño en plantilla, merece una profunda reflexión, sobre todo cuando precisamente el jugador no se encuentra rodeado de mindundis del balompié. Se comenta en los mentideros futbolísticos que Pozo no termina de poner de su parte para dirigir el timón de su equipo. Puede que algo de razón exista en esa aseveración, pero gran parte del trabajo de un entrenador, sea del deporte que sea, reside en motivar y hacer que su pupilo rinda al máximo a través del sacrificio y de la concentración. Una vez logrado ese objetivo, entra en juego el talento propio e innato de cada deportista. Si Soriano no ha conseguido imbuir a Pozo, que no parece tener la mente del Suso que pasó por aquí, del marchamo de líder, gran parte de demérito debe recaer sobre el técnico de turno. Otro aspecto negativo, para que no se tenga que depender tanto de las circunstancias de cada partido, fue la disposición sobre el terreno de juego y la forma de extraer a cada jugador el máximo jugo posible. Lo de Vélez de centrocampista ya chirría. ¿Por qué no se adelanta a Joaquín para hacer pareja con Borja, teniendo a Pozo por delante? ¿Sería ese un centro del campo para un colista de Segunda? No creo, ¿no? Y Azeez, guardado en cloroformo. Además, todos recordamos a Vélez de central, rindiendo a un aceptable nivel. La aportación del mencionado Borja y de Álamo está siendo decisiva, pero que a nadie se le olvide que si se vuelve a las andadas el efecto llegada se diluirá como un azucarillo. Ni siquiera los grandes compiten como deben si existe desorganización sobre el campo. Que se lo digan a Messi cuando juega con Argentina. No todo van a ser palos, aparte de los parabienes para Pozo y los recién llegados (tampoco quiero olvidarme de Casto), también se deben repartir alabanzas para los dos jugadores del filial, que cumplieron a las mil maravillas. Garrido muy firme en su lateral y Gaspar, que ya figura en la lista de goleadores rojiblancos por delante de Chuli y de Juanjo.

lunes, 23 de enero de 2017

La madre de todos los desastres tácticos II

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Soriano no ha sabido transmitir a sus jugadores el concepto que él tendrá en mente y que a buen seguro habría llevado a los suyos a posiciones de privilegio. El rédito de Chuli raya lo esperpéntico.


Cuando no se hace la tarea, o más bien no se sabe ejecutar, puede pasar lo que ocurrió. Como el equipo de Soriano adolece de un patrón de juego definido y de una estructura reconocible, se echa mano urgentemente de los dos fichajes recién llegados y se coloca a Corona donde antaño fue alguien importante en el fútbol. Luego se mantiene a Vélez en el once, que no da pie con bola (nunca mejor dicho) y se ubica a Chuli de delantero centro como remate (nunca peor dicho). De espectadores de lujo en el banquillo, dos de los goleadores de la plantilla, un mundialista nigeriano que no cuenta y una perla de Primera como Pozo que hace de Corona, o sea, jugar unos pocos minutos para sustituir al compañero fatigado. El titular de mi anterior Acta, la madre de todos los desastres tácticos, se queda tan escaso como esos 21 puntos que comparten los de Soriano con el colista. Ahí tenemos el resultado práctico del trabajo de Soriano, que se habrá hecho día a día en los entrenamientos, como siempre remarca Alfonso García, pero que en la práctica ha llevado a los rojiblancos a no ser colistas por tan solo tres goles de diferencia. Supongo que se volverán a escuchar las proclamas de siempre en torno a que no hay plantilla, a que los jugadores son de Segunda B y otros comentarios por el estilo. Y digo yo, ¿de verdad alguien piensa que el Reus, por referirme al rival de hace una semana, tiene mejor plantel que la UDA? Con el corazón en la mano, ¿los diez  puntos de diferencia entre tarraconenses y almerienses, en prácticamente una vuelta, marca la realidad de ambas formaciones? ¿Y el Cádiz, que en el choque inaugural del Mediterráneo vino como una cenicienta frente a un aspirante a todo, al que anoche pudo vencer con diez jugadores y total solvencia, para ser ahora ellos los aspirantes? Anoche se pudo distinguir con claridad los frutos del trabajo, desde la primera jornada, de unos y otros. La conclusión de todo lo expuesto a día de hoy la tengo clara: Soriano no ha sabido transmitir a sus jugadores el concepto que él tendrá en mente y que a buen seguro habría llevado a los suyos a posiciones de privilegio. Además, ha protegido a jugadores que, jornada a jornada, han desangrado a su equipo con errores de libro. Aun así el técnico maño no ha dudado en seguir contando con todos ellos.  Por no comparar el rendimiento de Joaquín, que pasa por ser en estos momentos un jugador clave desaprovechado de central, con el rédito extraído a Chuli, rayano en lo esperpéntico. La comparación entre los mismos actores en el plano monetario, caería ya en una total sinrazón. ¿Y ahora qué? ¿Todo sigue igual a la espera de nuevos cambios de cromos? Me llamó la atención la marcha de Iván Sánchez. Dicen que el extremo no puso de su parte durante la presente campaña, pero que a nadie se le olvide que la labor principal de un entrenador es la de extraer el máximo jugo a sus jugadores y saber cómo motivarlos. ¿Es Soriano el técnico adecuado para todo ello con la plantilla que quede a partir del próximo 1 de febrero?

lunes, 16 de enero de 2017

La madre de todos los desastres tácticos

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Si Soriano fuera destituido, habrá caído con varios de los jugadores de su confianza sobre el césped, que han gozado de un trato deportivo tan especial como inmerecido, dado su nulo rédito

Hay que reconocerle a Soriano la fidelidad depositada en los suyos. Si el técnico fuera destituido en las próximas horas, habrá caído con varios de los jugadores de su confianza sobre el terreno de juego como Trujillo, Vélez, Corona y Chuli, que han gozado de un trato deportivo tan especial como inmerecido, dado su nulo rédito. El baño táctico, uno más, del técnico contrario de turno (la mayoría de los conjuntos de Segunda están bien trabajados) vino aderezado por la enésima concesión de Trujillo en el decisivo remate con la testa de Mayor. Pero no son solo las pésimas prestaciones de determinados jugadores, sino la imagen de un equipo que da la impresión de que no está trabajado, y si lo está, su entrenador no ha sabido transmitir su filosofía futbolística, a tenor de la paupérrima imagen ofrecida en tantos y tantos choques. Chispazos individualidades dentro del caos táctico, mantienen a este conjunto ahogado pero no hundido, cercano a la superficie. Si fuera por los últimos técnicos que han desfilado por el Mediterráneo, la entidad igual ni estaba ya en Segunda B. Sin embargo, la mayoría de los jugadores rojiblancos que emigran, sí que logran hacerse un hueco importante en sus nuevos clubes. Por algo será. ¿Qué hubiese hecho con esta misma plantilla Bordalás? Me jugaría lo que sea a que le hubiera sacado mucho más rendimiento. Lo acontecido en Reus es una muestra más de un equipo sin patrón de juego, sin coberturas, sin apoyos, que ataca a base de bombear balones al área, con transiciones anárquicas, que adolece de una estructura definida y reconocible, y que ni siquiera contrarresta su estrategia ramplona y simple con un sistema defensivo aguerrido. La UDA de Soriano es un enfermo en coma que sobrevive a base de la inspiración de Pozo, Fidel, Casto o Puertas. Lo malo es que un día nos podemos encontrar al enfermo, muerto. Ayer se prescindió de Morcillo para darle a Trujillo otra oportunidad que no merece, vimos a Vélez en el centro del campo, mientras que otro centrocampista como Pozo calentaba banquillo (eso daña a la vista) y durante la segunda mitad un lamentable Chuli ocupó el lugar de Fidel, ¿en busca de? ¿Más profundidad en banda? No se compite con un esquema claro, y en vez de medio disimular esa carencia con sustituciones apropiadas, se echa más leña al fuego. Y aún se pierde por solo un tanto, porque el Reus dispone de un plantel justo y aseado en el que al menos se prioriza la organización. Lo de Azeez lo tendría claro. El nigeriano, aun despistado, si es que lo está con el tema de su renovación, le da mil vueltas a sus compañeros de línea. Desde luego que por decisión técnica no se quedó el jugador mundialista en Almería. El conjunto necesita que se le dé la vuelta como a un calcetín a nivel táctico, y por supuesto que puedan llegar refuerzos en este mercado de invierno, pero por muchos jugadores interesantes que arriben, si no se contrata a un entrenador que logre organizar las piezas, tan solo se podría lograr la salvación como la temporada pasada y otras tantas, a base de chispazos individuales, aunque a este paso, ni eso.

sábado, 7 de enero de 2017

El tiempo, ese juez insobornable

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

En la mente de cientos de aficionados permanecerá fija la desafortunada cesión de José Ángel que dio origen al tanto de Jorge Molina. Muchos culparán directamente al centrocampista de la derrota, pero desde estas líneas quiero dar ánimos al valiente jugador rojiblanco, porque pasa por ser el conductor del juego, además de ayudar en labores defensivas cuando otros escurren el bulto. Por estadística, puede ser el jugador que más balones pierda, o quizá no, aunque sería normal, ya que es el que más contacta con el esférico aun en situaciones complicadas; por porcentaje de aciertos y errores, seguro que firma unos guarismos positivos. Para errar hay que intervenir, como también le ocurrió a Chuli, al que tampoco se le debe culpar por perdonar un claro mano a mano. Vélez sí que finalizó el choque con una estadística inmaculada porque, entre otras cosas, apenas tocó un balón. Dicho esto, comencemos con cierto orden, a lo Bordalás. El fútbol fue justo en la tarde de ayer. Quien no viera cómo el Getafe perdonó hasta tres ocasiones de gol, no claras, sino flagrantes, y quien no se percatara del dominio absoluto en la segunda mitad de los de Bordalás, es que todavía continúa saboreando los polvorones. Incluso, algunos jugadores y aficionados hablaron al término del encuentro de lo que debió ser un justo empate o una victoria local (menos mal que Soriano no llegó a esos extremos). Se vislumbró el empaque que mostró un equipo rescatado por un técnico como la copa de un pino, especialista en la categoría de plata, que todavía no sé por qué no ha recalado por estos lares. El postrero tanto azulón, no fue sino la consecuencia de varios de los males que asolan a este Almería, débil físicamente, desorganizado y dependiente de la aparición de algunas de sus individualidades. Resulta cuando menos curioso que se encaje tanto a balón parado. Más bien denota falta de físico por una parte y de estrategia defensiva por otra. Para rematar la faena, se prescinde de un baluarte como Azeez por decisión técnica, así como de Iván Sánchez, que por su velocidad hubiese podido inquietar al contragolpe cuando el Getafe encerraba durante tantos minutos a la UD en su área, pese a la necesidad de la victoria. Lo de los cambios es otro capítulo más del triste serial que están rodando los rojiblancos. Quizá, si le hubieran dado a elegir a Bordalás habría prescindido de la magia de Pozo para introducir al goleador Chuli, o hubiese sustituido al mejor Diamanka conocido hasta ahora, pese a que el senegalés tiene que tocar el esférico al menos cinco veces antes de pasar, por un invisible Vélez, amén de no convocar a Azeez. Pero no, las órdenes procedían del banquillo o de la zona desde donde Soriano veía el partido. En mi última Acta de 2106 califiqué la derrota ante el Mirandés como de necesaria, siempre y cuando a los defectos, que saltaron a la vista, se les buscara solución. Pero no, como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual. O peor.

lunes, 2 de enero de 2017

Tarea para el mercado de invierno

Mi primer artículo de 2017, publicado en Diario de Almería

Para este recién estrenado 2017, con el mercado de invierno efervescente, ¿qué le tendría que pedir la UD Almería a los Reyes? Sería muy fácil enumerar lo que a cualquier hijo de vecino se le ocurre: un buen portero, un buen defensa central, un medio organizador y un delantero centro goleador. Y se quedan tan panchos. Todo eso, a veces ni lo tienen los grandes; por eso hay que hilar fino y sobre todo buscar refuerzo en los puntos más vulnerables. Tan solo hace falta rememorar el último desplazamiento a Miranda de Ebro para darse cuenta de lo que adolece el conjunto de Soriano. En dos jugadas a balón parado, un pobre Mirandés tumbó a un Almería superior técnicamente. ¿De qué sirve adelantarse en campo contrario y tener en plantilla a Fidel o a Pozo? ¡Como si estuviera Messi! A ver cuando se refuerza de una vez un aspecto capital en Segunda, la contundencia, que atañe a todas las líneas. Sin ella, al contrario no le hace falta tener un mínimo de talento para hacer daño, porque el ingenio futbolístico es anulado por el físico. Como indiqué, se adolece de lo más fácil, esa firmeza que por ejemplo no permitiría que un córner o una falta se convirtiera en poco menos que un penalti en contra. Imaginemos por un momento que a Morcillo le acompaña otro central poderoso. Seguro que el propio Morcillo se hace más grande en su juego. O que a Azeez, que de por sí ya distribuye el esférico con criterio, le escolte un compañero de línea como el que creíamos que era Diamanka, un centrocampista vigoroso, todo terreno, preparado también para ayudar a balón parado, no para hacer como que marca a los rivales a la hora de defender. O que un fornido delantero, que sepa aguantar de espaldas a la defensa contraria, oxigene en ataque con el objetivo de habilitar a los extremos y de liberar de esa función a Quique. No pido sin más un gran defensa, un excelso centrocampista organizador y un delantero goleador, sino potenciar con más músculo las virtudes, nada baladíes, que ya posee el plantel rojiblanco.