lunes, 17 de abril de 2017

A quien madruga, Dios le ayuda

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Se puede ganar o perder, esto no deja de ser un juego, pero con lo que había en disputa no se puede admitir, bajo ningún concepto, un comienzo a verlas venir, como si la reciente cena de hermandad de la plantilla se hubiese alargado más de lo que se extendió. Precisamente por ahí, por esa inconcebible relajación, se perdió un partido trascendental ante un rival directo. No me cabe la menor duda, como al final se demostró, que al menos un empate se podía haber rescatado de no ceder tanto al comienzo. Inclusive se contemporizó más que ante el Zaragoza, que en el Mediterráneo supo ejecutar con sumo acierto. Ni siquiera se pudo llegar a saber si el novedoso esquema que de inicio propuso Ramis hubiese tenido éxito, aunque se hacía extraña la disposición de Isidoro y Nano. Mejor hubiera ido, como más tarde se vio, una colocación más racional con Isidoro de lateral y Motta, que disputó su peor encuentro desde que se encuentra en forma, un poco más adelantado. Por el flanco del italiano llegó buena parte de la avalancha cordobesa durante el opaco inicio rojiblanco. Otro jugador que se desconectó fue Quique. No fue su intención, el delantero vallisoletano no entiende de relajaciones, pero sus intervenciones, sobre todo en la asistencia de gol que le brindó Pozo, fueron realmente desafortunadas. Se presuponía que todo iba a estar en el filo de la navaja, el concepto global y el individual, pero aun así la incomprensible primera media hora certificó la derrota. Algunos no despertaron en todo el choque, como Puertas, que tuvo que presenciar desde la otra banda cómo su compañero del filial, Gaspar, profundizaba como mandan los cánones; el benaducense, tan solo deambuló sobre el Nuevo Arcángel. En el haber de Ramis, aparte de intentar algo distinto desde el comienzo, recae la decisión de realizar un cambio en el descanso. Y es que en los últimos tiempos los seguidores rojiblancos han estado demasiado acostumbrados a que el técnico de turno mueva ficha cuando la remontada ya es inviable. También en el haber, hay que incluir la decisión de agotar los cambios con suficiente tiempo de reacción. Sin embargo, en su debe hay que insertar la inoportuna sustitución de Joaquín, pieza clave en cualquier esquema rojiblanco que se precie. Nunca debería abandonar el terreno de juego el centrocampista canterano si su estado es óptimo; es un lujo que la actual UDA no se puede permitir. Otra carencia con la que se convive tiempo ha, es la pésima ejecución a balón parado. Que me digan si el madridista Ramos hubiese goleado tanto con la testa, si no hubiera tenido ahí a Kroos o a Modric para ponerla. Los córners y faltas del final, con Uche esperando en el área, son para hacérselos mirar. Dicho todo esto, puedo medio certificar que el próximo domingo, sobre las 20:00 horas, la UDA estará fuera del descenso. El calendario, desde ya, favorece más a los de Ramis que a sus rivales, empezando por la próxima jornada. Les invito a que lo analicen, la salvación puede estar más cerca de lo que parece.

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