lunes, 30 de enero de 2017

No fue oro todo lo que relució

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Pozo es sin duda el mejor jugador, no solo en cualquier choque, sino de toda la Segunda.

Ser colistas con el centrocampista malagueño en plantilla merece una profunda reflexión

El conjunto de Soriano sigue en descenso, y más jornadas que permanecerá en él si continúa por la senda de ayer. Sí, el resultado fue magnífico y ahí quedará para la historia de la estadística, pero no nos engañemos, el equipo sigue sin jugar a algo medio reconocible y el Oviedo demostró el porqué de su pésima racha. Aun así, si el electrónico final hubiese reflejado un resultado adverso, tampoco se podría haber hablado de una injusta derrota. Fue una de esas alegrías que se deben tomar con cautela, porque a este conjunto le queda mucho trabajo, quizá no por hacer, sino más bien por reflejar sobre el terreno de juego lo que se desarrolla a diario. Casi titulo, por tercera semana consecutiva, la madre de los todos los desastres tácticos, en este caso III, pero dejemos como reivindicación estas primeras líneas para que nadie viva engañado. Ciertos aspectos de suma importancia saltan a la vista, como las posibilidades de Pozo, sin duda el mejor jugador, no solo del choque, sino de toda la Segunda División. Partir, instantes antes del comienzo del partido, como colistas teniendo al centrocampista malagueño en plantilla, merece una profunda reflexión, sobre todo cuando precisamente el jugador no se encuentra rodeado de mindundis del balompié. Se comenta en los mentideros futbolísticos que Pozo no termina de poner de su parte para dirigir el timón de su equipo. Puede que algo de razón exista en esa aseveración, pero gran parte del trabajo de un entrenador, sea del deporte que sea, reside en motivar y hacer que su pupilo rinda al máximo a través del sacrificio y de la concentración. Una vez logrado ese objetivo, entra en juego el talento propio e innato de cada deportista. Si Soriano no ha conseguido imbuir a Pozo, que no parece tener la mente del Suso que pasó por aquí, del marchamo de líder, gran parte de demérito debe recaer sobre el técnico de turno. Otro aspecto negativo, para que no se tenga que depender tanto de las circunstancias de cada partido, fue la disposición sobre el terreno de juego y la forma de extraer a cada jugador el máximo jugo posible. Lo de Vélez de centrocampista ya chirría. ¿Por qué no se adelanta a Joaquín para hacer pareja con Borja, teniendo a Pozo por delante? ¿Sería ese un centro del campo para un colista de Segunda? No creo, ¿no? Y Azeez, guardado en cloroformo. Además, todos recordamos a Vélez de central, rindiendo a un aceptable nivel. La aportación del mencionado Borja y de Álamo está siendo decisiva, pero que a nadie se le olvide que si se vuelve a las andadas el efecto llegada se diluirá como un azucarillo. Ni siquiera los grandes compiten como deben si existe desorganización sobre el campo. Que se lo digan a Messi cuando juega con Argentina. No todo van a ser palos, aparte de los parabienes para Pozo y los recién llegados (tampoco quiero olvidarme de Casto), también se deben repartir alabanzas para los dos jugadores del filial, que cumplieron a las mil maravillas. Garrido muy firme en su lateral y Gaspar, que ya figura en la lista de goleadores rojiblancos por delante de Chuli y de Juanjo.

lunes, 23 de enero de 2017

La madre de todos los desastres tácticos II

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Soriano no ha sabido transmitir a sus jugadores el concepto que él tendrá en mente y que a buen seguro habría llevado a los suyos a posiciones de privilegio. El rédito de Chuli raya lo esperpéntico.


Cuando no se hace la tarea, o más bien no se sabe ejecutar, puede pasar lo que ocurrió. Como el equipo de Soriano adolece de un patrón de juego definido y de una estructura reconocible, se echa mano urgentemente de los dos fichajes recién llegados y se coloca a Corona donde antaño fue alguien importante en el fútbol. Luego se mantiene a Vélez en el once, que no da pie con bola (nunca mejor dicho) y se ubica a Chuli de delantero centro como remate (nunca peor dicho). De espectadores de lujo en el banquillo, dos de los goleadores de la plantilla, un mundialista nigeriano que no cuenta y una perla de Primera como Pozo que hace de Corona, o sea, jugar unos pocos minutos para sustituir al compañero fatigado. El titular de mi anterior Acta, la madre de todos los desastres tácticos, se queda tan escaso como esos 21 puntos que comparten los de Soriano con el colista. Ahí tenemos el resultado práctico del trabajo de Soriano, que se habrá hecho día a día en los entrenamientos, como siempre remarca Alfonso García, pero que en la práctica ha llevado a los rojiblancos a no ser colistas por tan solo tres goles de diferencia. Supongo que se volverán a escuchar las proclamas de siempre en torno a que no hay plantilla, a que los jugadores son de Segunda B y otros comentarios por el estilo. Y digo yo, ¿de verdad alguien piensa que el Reus, por referirme al rival de hace una semana, tiene mejor plantel que la UDA? Con el corazón en la mano, ¿los diez  puntos de diferencia entre tarraconenses y almerienses, en prácticamente una vuelta, marca la realidad de ambas formaciones? ¿Y el Cádiz, que en el choque inaugural del Mediterráneo vino como una cenicienta frente a un aspirante a todo, al que anoche pudo vencer con diez jugadores y total solvencia, para ser ahora ellos los aspirantes? Anoche se pudo distinguir con claridad los frutos del trabajo, desde la primera jornada, de unos y otros. La conclusión de todo lo expuesto a día de hoy la tengo clara: Soriano no ha sabido transmitir a sus jugadores el concepto que él tendrá en mente y que a buen seguro habría llevado a los suyos a posiciones de privilegio. Además, ha protegido a jugadores que, jornada a jornada, han desangrado a su equipo con errores de libro. Aun así el técnico maño no ha dudado en seguir contando con todos ellos.  Por no comparar el rendimiento de Joaquín, que pasa por ser en estos momentos un jugador clave desaprovechado de central, con el rédito extraído a Chuli, rayano en lo esperpéntico. La comparación entre los mismos actores en el plano monetario, caería ya en una total sinrazón. ¿Y ahora qué? ¿Todo sigue igual a la espera de nuevos cambios de cromos? Me llamó la atención la marcha de Iván Sánchez. Dicen que el extremo no puso de su parte durante la presente campaña, pero que a nadie se le olvide que la labor principal de un entrenador es la de extraer el máximo jugo a sus jugadores y saber cómo motivarlos. ¿Es Soriano el técnico adecuado para todo ello con la plantilla que quede a partir del próximo 1 de febrero?

lunes, 16 de enero de 2017

La madre de todos los desastres tácticos

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

Si Soriano fuera destituido, habrá caído con varios de los jugadores de su confianza sobre el césped, que han gozado de un trato deportivo tan especial como inmerecido, dado su nulo rédito

Hay que reconocerle a Soriano la fidelidad depositada en los suyos. Si el técnico fuera destituido en las próximas horas, habrá caído con varios de los jugadores de su confianza sobre el terreno de juego como Trujillo, Vélez, Corona y Chuli, que han gozado de un trato deportivo tan especial como inmerecido, dado su nulo rédito. El baño táctico, uno más, del técnico contrario de turno (la mayoría de los conjuntos de Segunda están bien trabajados) vino aderezado por la enésima concesión de Trujillo en el decisivo remate con la testa de Mayor. Pero no son solo las pésimas prestaciones de determinados jugadores, sino la imagen de un equipo que da la impresión de que no está trabajado, y si lo está, su entrenador no ha sabido transmitir su filosofía futbolística, a tenor de la paupérrima imagen ofrecida en tantos y tantos choques. Chispazos individualidades dentro del caos táctico, mantienen a este conjunto ahogado pero no hundido, cercano a la superficie. Si fuera por los últimos técnicos que han desfilado por el Mediterráneo, la entidad igual ni estaba ya en Segunda B. Sin embargo, la mayoría de los jugadores rojiblancos que emigran, sí que logran hacerse un hueco importante en sus nuevos clubes. Por algo será. ¿Qué hubiese hecho con esta misma plantilla Bordalás? Me jugaría lo que sea a que le hubiera sacado mucho más rendimiento. Lo acontecido en Reus es una muestra más de un equipo sin patrón de juego, sin coberturas, sin apoyos, que ataca a base de bombear balones al área, con transiciones anárquicas, que adolece de una estructura definida y reconocible, y que ni siquiera contrarresta su estrategia ramplona y simple con un sistema defensivo aguerrido. La UDA de Soriano es un enfermo en coma que sobrevive a base de la inspiración de Pozo, Fidel, Casto o Puertas. Lo malo es que un día nos podemos encontrar al enfermo, muerto. Ayer se prescindió de Morcillo para darle a Trujillo otra oportunidad que no merece, vimos a Vélez en el centro del campo, mientras que otro centrocampista como Pozo calentaba banquillo (eso daña a la vista) y durante la segunda mitad un lamentable Chuli ocupó el lugar de Fidel, ¿en busca de? ¿Más profundidad en banda? No se compite con un esquema claro, y en vez de medio disimular esa carencia con sustituciones apropiadas, se echa más leña al fuego. Y aún se pierde por solo un tanto, porque el Reus dispone de un plantel justo y aseado en el que al menos se prioriza la organización. Lo de Azeez lo tendría claro. El nigeriano, aun despistado, si es que lo está con el tema de su renovación, le da mil vueltas a sus compañeros de línea. Desde luego que por decisión técnica no se quedó el jugador mundialista en Almería. El conjunto necesita que se le dé la vuelta como a un calcetín a nivel táctico, y por supuesto que puedan llegar refuerzos en este mercado de invierno, pero por muchos jugadores interesantes que arriben, si no se contrata a un entrenador que logre organizar las piezas, tan solo se podría lograr la salvación como la temporada pasada y otras tantas, a base de chispazos individuales, aunque a este paso, ni eso.

sábado, 7 de enero de 2017

El tiempo, ese juez insobornable

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería

En la mente de cientos de aficionados permanecerá fija la desafortunada cesión de José Ángel que dio origen al tanto de Jorge Molina. Muchos culparán directamente al centrocampista de la derrota, pero desde estas líneas quiero dar ánimos al valiente jugador rojiblanco, porque pasa por ser el conductor del juego, además de ayudar en labores defensivas cuando otros escurren el bulto. Por estadística, puede ser el jugador que más balones pierda, o quizá no, aunque sería normal, ya que es el que más contacta con el esférico aun en situaciones complicadas; por porcentaje de aciertos y errores, seguro que firma unos guarismos positivos. Para errar hay que intervenir, como también le ocurrió a Chuli, al que tampoco se le debe culpar por perdonar un claro mano a mano. Vélez sí que finalizó el choque con una estadística inmaculada porque, entre otras cosas, apenas tocó un balón. Dicho esto, comencemos con cierto orden, a lo Bordalás. El fútbol fue justo en la tarde de ayer. Quien no viera cómo el Getafe perdonó hasta tres ocasiones de gol, no claras, sino flagrantes, y quien no se percatara del dominio absoluto en la segunda mitad de los de Bordalás, es que todavía continúa saboreando los polvorones. Incluso, algunos jugadores y aficionados hablaron al término del encuentro de lo que debió ser un justo empate o una victoria local (menos mal que Soriano no llegó a esos extremos). Se vislumbró el empaque que mostró un equipo rescatado por un técnico como la copa de un pino, especialista en la categoría de plata, que todavía no sé por qué no ha recalado por estos lares. El postrero tanto azulón, no fue sino la consecuencia de varios de los males que asolan a este Almería, débil físicamente, desorganizado y dependiente de la aparición de algunas de sus individualidades. Resulta cuando menos curioso que se encaje tanto a balón parado. Más bien denota falta de físico por una parte y de estrategia defensiva por otra. Para rematar la faena, se prescinde de un baluarte como Azeez por decisión técnica, así como de Iván Sánchez, que por su velocidad hubiese podido inquietar al contragolpe cuando el Getafe encerraba durante tantos minutos a la UD en su área, pese a la necesidad de la victoria. Lo de los cambios es otro capítulo más del triste serial que están rodando los rojiblancos. Quizá, si le hubieran dado a elegir a Bordalás habría prescindido de la magia de Pozo para introducir al goleador Chuli, o hubiese sustituido al mejor Diamanka conocido hasta ahora, pese a que el senegalés tiene que tocar el esférico al menos cinco veces antes de pasar, por un invisible Vélez, amén de no convocar a Azeez. Pero no, las órdenes procedían del banquillo o de la zona desde donde Soriano veía el partido. En mi última Acta de 2106 califiqué la derrota ante el Mirandés como de necesaria, siempre y cuando a los defectos, que saltaron a la vista, se les buscara solución. Pero no, como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual. O peor.

lunes, 2 de enero de 2017

Tarea para el mercado de invierno

Mi primer artículo de 2017, publicado en Diario de Almería

Para este recién estrenado 2017, con el mercado de invierno efervescente, ¿qué le tendría que pedir la UD Almería a los Reyes? Sería muy fácil enumerar lo que a cualquier hijo de vecino se le ocurre: un buen portero, un buen defensa central, un medio organizador y un delantero centro goleador. Y se quedan tan panchos. Todo eso, a veces ni lo tienen los grandes; por eso hay que hilar fino y sobre todo buscar refuerzo en los puntos más vulnerables. Tan solo hace falta rememorar el último desplazamiento a Miranda de Ebro para darse cuenta de lo que adolece el conjunto de Soriano. En dos jugadas a balón parado, un pobre Mirandés tumbó a un Almería superior técnicamente. ¿De qué sirve adelantarse en campo contrario y tener en plantilla a Fidel o a Pozo? ¡Como si estuviera Messi! A ver cuando se refuerza de una vez un aspecto capital en Segunda, la contundencia, que atañe a todas las líneas. Sin ella, al contrario no le hace falta tener un mínimo de talento para hacer daño, porque el ingenio futbolístico es anulado por el físico. Como indiqué, se adolece de lo más fácil, esa firmeza que por ejemplo no permitiría que un córner o una falta se convirtiera en poco menos que un penalti en contra. Imaginemos por un momento que a Morcillo le acompaña otro central poderoso. Seguro que el propio Morcillo se hace más grande en su juego. O que a Azeez, que de por sí ya distribuye el esférico con criterio, le escolte un compañero de línea como el que creíamos que era Diamanka, un centrocampista vigoroso, todo terreno, preparado también para ayudar a balón parado, no para hacer como que marca a los rivales a la hora de defender. O que un fornido delantero, que sepa aguantar de espaldas a la defensa contraria, oxigene en ataque con el objetivo de habilitar a los extremos y de liberar de esa función a Quique. No pido sin más un gran defensa, un excelso centrocampista organizador y un delantero goleador, sino potenciar con más músculo las virtudes, nada baladíes, que ya posee el plantel rojiblanco.