Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
Soriano no ha sabido transmitir a sus jugadores el concepto que
él tendrá en mente y que a buen seguro habría llevado a los suyos a
posiciones de privilegio. El rédito de Chuli raya lo esperpéntico.
Cuando no se hace la tarea, o más bien no se sabe ejecutar,
puede pasar lo que ocurrió. Como el equipo de Soriano adolece de un patrón de
juego definido y de una estructura reconocible, se echa mano urgentemente de
los dos fichajes recién llegados y se coloca a Corona donde antaño fue alguien
importante en el fútbol. Luego se mantiene a Vélez en el once, que no da pie
con bola (nunca mejor dicho) y se ubica a Chuli de delantero centro como remate
(nunca peor dicho). De espectadores de lujo en el banquillo, dos de los
goleadores de la plantilla, un mundialista nigeriano que no cuenta y una perla
de Primera como Pozo que hace de Corona, o sea, jugar unos pocos minutos para
sustituir al compañero fatigado. El titular de mi anterior Acta, la madre de
todos los desastres tácticos, se queda tan escaso como esos 21 puntos que
comparten los de Soriano con el colista. Ahí tenemos el resultado práctico del
trabajo de Soriano, que se habrá hecho día a día en los entrenamientos, como
siempre remarca Alfonso García, pero que en la práctica ha llevado a los
rojiblancos a no ser colistas por tan solo tres goles de diferencia. Supongo
que se volverán a escuchar las proclamas de siempre en torno a que no hay
plantilla, a que los jugadores son de Segunda B y otros comentarios por el
estilo. Y digo yo, ¿de verdad alguien piensa que el Reus, por referirme al
rival de hace una semana, tiene mejor plantel que la UDA? Con el corazón en la
mano, ¿los diez puntos de diferencia
entre tarraconenses y almerienses, en prácticamente una vuelta, marca la
realidad de ambas formaciones? ¿Y el Cádiz, que en el choque inaugural del
Mediterráneo vino como una cenicienta frente a un aspirante a todo, al que
anoche pudo vencer con diez jugadores y total solvencia, para ser ahora ellos
los aspirantes? Anoche se pudo distinguir con claridad los frutos del trabajo,
desde la primera jornada, de unos y otros. La conclusión de todo lo expuesto a
día de hoy la tengo clara: Soriano no ha sabido transmitir a sus jugadores el
concepto que él tendrá en mente y que a buen seguro habría llevado a los suyos
a posiciones de privilegio. Además, ha protegido a jugadores que, jornada a
jornada, han desangrado a su equipo con errores de libro. Aun así el técnico
maño no ha dudado en seguir contando con todos ellos. Por no comparar el rendimiento de Joaquín,
que pasa por ser en estos momentos un jugador clave desaprovechado de central,
con el rédito extraído a Chuli, rayano en lo esperpéntico. La comparación entre
los mismos actores en el plano monetario, caería ya en una total sinrazón. ¿Y
ahora qué? ¿Todo sigue igual a la espera de nuevos cambios de cromos? Me llamó
la atención la marcha de Iván Sánchez. Dicen que el extremo no puso de su parte
durante la presente campaña, pero que a nadie se le olvide que la labor
principal de un entrenador es la de extraer el máximo jugo a sus
jugadores y saber cómo motivarlos. ¿Es Soriano el técnico adecuado para todo
ello con la plantilla que quede a partir del próximo 1 de febrero?
No hay comentarios:
Publicar un comentario