sábado, 20 de diciembre de 2014

Intensidad

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

No sé si por verse con el agua al cuello, por nueva consigna o por complacer al nuevo técnico, los jugadores del flamante entrenador hicieron lo que hasta ahora hemos observado a cuentagotas: imprimir una intensidad superlativa. En cada lance, mínimo dos jugadores del conjunto de Juan Ignacio Martínez encimaban, cubrían las espaldas del compañero y provocaban al rival para buscar su error. Otra característica fundamental del importante triunfo fue la proximidad entre todas las líneas, algo muy demandado desde esta sección. Es evidente que el Celta creó peligro, es un buen equipo y jugó en su estadio, pero cuando dichas líneas se juntan en un bloque que ataca y defiende al unísono, los grandes de esta liga encuentran dificultades, por lo que los medianos y pequeños rebajan su porcentaje de éxito ante un Almería que no es tan ínfimo como algunos han apuntado en las últimas fechas. Hay plantilla para mantenerse (no vendría mal la llegada de algún refuerzo), pero como demuestra el Eibar, no sólo de individualidades vive el fútbol. Si bien, en un puesto tan especifico como el de portero, se puede evaluar de forma más personal. Ahí, anoche nos llevamos una de las mayores sorpresas que recuerdo, a tenor de la pretemporada y encuentros de Copa de Julián. Las suyas fueron hasta ayer malas decisiones a destiempo, pero en Vigo ha destapado el tarro de las esencias. Es complicado que un portero llegara tan alto en una cantera como la del Sevilla, algo tenía que tener además de altura. Pues sí, Julián se sumó a la fiesta de manera espectacular. No es ya si acierta o yerra, sino que se le vio seguro bajo palos. Con esa disposición, un jugador y cualquier persona en la vida, ya tiene mucho ganado. Más no se puede pedir en este debut liguero de Juan Ignacio Martínez, tres puntos en un estadio complicado, un equipo solidario con las líneas muy juntas y, sobre todo, mucha intensidad. Ya lo comentó nuestro nuevo técnico, ahora importa el resultado (para mí es casi lo único con un Almería en primera). A seguir así.

martes, 2 de diciembre de 2014

Vivan los tontos

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
 
Comienzo por el final. ¿Cómo es posible que unos jugadores profesionales puedan cometer un error tan grave que facilitó el 0-1? Wellington no dejó que el esférico saliera por banda cuando estaba en fuera de juego. No es lo mismo un saque de banda que un lanzamiento a balón parado. Con el saque, el adversario puede ser presionado; con el balón parado, el rival se puede plantar con facilidad y rapidez en el área contraria. Por desgracia, ocurrió lo segundo. En el último tercio de partido ya se empezaba a vislumbrar que la victoria, que tuvimos en la mano al comienzo, pasaba a ser una utopía, pero conservábamos un punto. Por eso da tanta rabia lo que aconteció. Es cierto que el Almería salió a por todas, con un equipo ofensivo incluyendo una delantera internacional por completo. Si pese a disputar en la primera mitad un encuentro dinámico, con múltiples llegadas, se perdona como Jonathan (su zurda va de acompañante) o Hemed (telegrafió su disparo), puede ocurrir que el adversario resurja de sus cenizas y crezca dominar. Sigo pensando que para un rato no viene mal un sistema tan ofensivo, pero para la globalidad de un partido habría que sostener mejor la medular con más efectivos. Y es que durante la segunda mitad ésta se perdió por completo. El calendario aprieta, el triunfo de casa no llega y el Madrid a la vuelta de la esquina. En Eibar habrá mucho, por ser benévolo, en juego.