lunes, 31 de marzo de 2014

Ruleta rusa

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

 
Este Almería va de retos. Suele reaccionar cuando se ve con el agua al cuello y lo hace ante rivales de categoría. El Valencia en la primera vuelta, así como el Atlético y la Real Sociedad en la segunda, han servido de estímulo en momentos delicados. Lo malo es que cuando salimos a flote para respirar con cierta comodidad, aparece el carácter masoquista de nuestro conjunto, volviendo a dejar las cosas al filo de la navaja. Sólo con observar los primeros compases del choque de Valladolid, nos dimos cuenta de que el Almería conformista de Elche o el apático de Vallecas, se fundieron en uno deambulando sobre el Nuevo Zorrilla. No se trata de ganarlo todo, pero sí de mostrar una actitud competitiva al máximo. Ayer sólo se intentó, con más corazón que cabeza, en las postrimerías del encuentro. Y eso que el Valladolid demostró el porqué de su clasificación. Tuvo contra las cuerdas a un simulacro de rival directo, y aun así sufrió al final para vencer. Por eso creo que en esta temporada descenderán los tres equipos menos malos. La inclusión de Tébar en el once inicial no nos vino nada bien. No es el tipo de jugador que puede cubrir con garantía la ausencia de Verza, que pese a su sorda labor nos acordamos de él cuando no está. Si bien, no es un problema individual, sino psicológico diría yo. Nuestro conjunto no posee una calidad suprema ni puede permitirse el lujo de vivir a la espera de los destellos de Suso, la velocidad de Aleix o de la reciente lucha sin cuartel de Óscar Díaz, amén de la experiencia de sus vacas sagradas. Los nuestros deben estar tan metidos en los choques como ayer lo estuvo Francisco, que poco le faltó para saltar al terreno de juego. Ahora nos la volvemos a jugar a la ruleta rusa con Osasuna y cada vez queda menos campeonato. Seguro que los de Javi Gracia estarán preocupados en espera del Almería ambicioso de turno que sólo reacciona bajo presión, pero como un día nos toque en suerte la bala de la ruleta a la que jugamos en demasía, puede que no salgamos nunca más de la UVI.


sábado, 29 de marzo de 2014

La vieja guardia siempre vuelve

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

La semilla todavía perdura. Ahora que llega el momento decisivo la vieja guardia florece de nuevo. Es como si el embrión de aquel conjunto que hizo historia en primera siguiera tirando del carro. Soriano, Mané y Corona vuelven para desatascar la tubería que conduce a la salvación. Soriano ejerce de timón permanente, Mané ha vuelto a sacar de paseo su zurda de oro y el caso de Corona es especial. El talaverano siempre regresa por Semana Santa, o sea, en el momento decisivo de cada temporada. Con ellos a tope nos sentimos más seguros. Si queríamos más pruebas de fuego la tuvimos frente al Valencia, sí, el mismo conjunto que venció en el Camp Nou. Con factor Torsiglieri incluido, se logró el no va más, tener opciones reales de victoria pese a conceder uno de los regalos más sonados de la historia de la liga. El equipo de Francisco huele a salvación por una sencilla razón: por sobreponerse ante tanta desgracia desde el inicio de campaña. Si además la vieja guardia resurge como el ave fénix y algunos jugadores defenestrados en su momento por la afición, como Azeez u Óscar Díaz, nos sacan las castañas del fuego, tan solo nos falta un pequeño empujón en las dos próximas jornadas para hacer realidad el sueño de la permanencia. No quisiera obviar la vuelta de Rodri. El delantero pasa por un mal momento, y al igual que recibió halagos, en el actualidad merece una reprobación. Frente al Valencia lo hizo todo rematadamente mal. Ojalá que vuelva por sus fueros. Mañana nos la jugamos a cara de perro con el Valladolid. Sus enfrentamientos son tan importantes como los nuestros. Por eso no entiendo por qué se adultera la competición (por mucho que se jueguen Madrid y Barça) y se aplaza el partido de los pucelanos frente al Real Madrid de la jornada 34, al miércoles 7 de mayo, cuando solo resten dos jornadas. En el caso de que los merengues no se jueguen nada en esas fechas, la faena para el Almería sería total y la perversión de la liga, tremenda.



miércoles, 26 de marzo de 2014

Hola, soy Óscar

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
 
 
Los almerienses pasamos del pesimismo más recalcitrante a la euforia desproporcionada. Eso ha podido ocurrir desde que algunos veían a nuestro conjunto descendido en Navidad o cuando se rozaba la permanencia después de vencer al actual líder. Al final, estamos donde nos pertenece, luchando con los rivales que a lo largo del campeonato han demostrado que no son mejores que los nuestros. Eso sí, como comenté tras el choque ante el Atlético, iba a vigilar la intensidad con la que se afrontaban los próximos encuentros. Con más oscuros que claros se llegó al partido frente a la Real, que tuvo que adelantarse en el marcador para despertar la violencia futbolística con la que el Almería debe actuar si pretende salvar la categoría. Solo así se puede optar a una victoria, siendo un jugador condenado por la afición, con el sambenito de segunda, el que nos enseñó el camino: Óscar Díaz. Me atrevería a decir que con jugadores de sus características varios conjuntos de primera han salvado la categoría las anteriores temporadas. El ejemplo de un tosco Osasuna siempre me viene a la mente. Antes de que sus compañeros se pusieran el mono de trabajo ante la proximidad del precipicio (26 puntos y derrota momentánea), Oscar Díaz ya había interpretado lo que había que hacer. Si encima fue capaz de rubricar todo ello con un tanto, nada más hay que decir. Los que después se unieron a la fiesta, como Aleix, no hicieron sino corroborar la teoría de nuestra salvación, el violento cuerpo a cuerpo. Si además el técnico se impregna de la atmósfera, tal y como sucedió, puede pensar en Hicham y en que un empate no es suficiente. Francisco esta vez acertó de lleno con su decisión y gracias a él se ganaron dos puntos. Cualquiera hubiese amarrado el empate en esos instantes, sin embargo se decidió por el delantero marroquí que, como más de una vez he comprobado, está casado con el gol. Al césar lo que es del césar: lucha, entrega y colocación ante una buena Real Sociedad y puntilla colosal de Francisco.

domingo, 16 de marzo de 2014

¿Por qué?

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

No quiero parecer como Mou con su típica retahíla llorona, pero ¿por qué se alinea a Corona de inicio en un campo tan hostil y poco propicio para las características del talaverano? ¿Por qué se plantea el choque como un intercambio de golpes, táctica suicida si tenemos en cuenta las peculiaridades del rival? ¿Por qué no se utilizó, en un encuentro tan físico, al supuesto refuerzo de invierno Hans Martínez?¿Por qué no se intentó desactivar al contrario primero, para que luego nuestra tarea resultara más fácil? ¿Por qué remata tan libre de marca el rayista Bueno en el primer tanto local? ¿Por qué no se presionó con intensidad en un partido algo más importante que un torneo de verano? La madre de todas las preguntas, ¿por qué Francisco, pese a observar la deriva del choque al final de la primera mitad, no introduce cambio alguno tras el descanso? ¿Por qué se conformó el técnico almeriense con lo visto hasta ese momento? ¿Por qué no tomó una decisión nuestro entrenador en los albores de la segunda mitad, a pesar de comprobar que su equipo continuaba en encefalograma plano? ¿Por qué siempre se realizan las sustituciones cuando nuestra sentencia es inminente? ¿Por qué se sienta a Jonathan pese a ser uno de los delanteros más activos dentro del paupérrimo nivel? ¿Por qué se deja tan desestructurado al equipo en el plano ofensivo? ¿Por qué permanece Corona y no continúa Verza? ¿Por qué no se reacciona, aunque fuera psicológicamente, después de acortar distancias injustamente? ¿Por qué anduvieron los centrales tan despistados con Larrivey? ¿Por qué Suso ni quiere ni puede? ¿Por qué el gaditano no asume que los aficionados le pitan, sobre todo, por su supuesta inadecuada vida fuera del rectángulo de juego? ¿Por qué al menos no se calla, como le dijo el Rey a Chavez? ¿Por qué se insiste con Rodri cuando se aprecia con claridad que todavía está fuera de forma? ¿Por qué no se juega con identidad, o a la defensiva como en Pamplona, o a tumba abierta como al comienzo de la temporada? ¿Por qué?

lunes, 10 de marzo de 2014

Sin Jonathan no hay paraíso

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

Alguna jornada de las que quedan en casa nos iba a ocurrir lo acontecido ante el Sevilla. Como decía Chiquito, una mala tarde la tiene cualquiera, y por eso me acuerdo de algunos encuentros que no fueron tildados de auténtica final, como frente al Málaga. Quizá la holgada clasificación, tras el sufrimiento de las primeras semanas, hizo que el conformismo se instalara sin querer en nuestro subconsciente en espera de otros envites. Éstos llegaron y, con mejores o peores sensaciones, la realidad fue que se logró un solo punto de los últimos doce en disputa que nos coloca en una previsible situación, si bien sumamente incómoda después de ver a cierta distancia las plazas de descenso. Aun con todo, y pese a la inesperada victoria del Valladolid, Francisco prescindió de Jonathan. ¿Hasta qué punto nuestro equipo se puede permitir el lujo de relegar al burkinés a la suplencia? ¿Por venir de un largo viaje con su selección? ¿De verdad fue por eso? ¿Alguna razón táctica? No me vale ninguna excusa, ni siquiera la física, tratándose de un jugador tan joven y tan poderoso. Seguramente también habríamos perdido con el concurso inicial de Jonathan, pero para ir sobrados nos queda un largo trecho. El delantero es, hoy por hoy, nuestro jugador franquicia. Suso, su teórico sustituto, no sale del bache en el que él mismo se introdujo. Apenas aportó en alguna acción aislada, con escasas apariciones por banda, mientras que Soriano anduvo incómodo con la cercana presencia del gaditano. El éxito logrado en anteriores choques en el Mediterráneo se cimentó en la seguridad defensiva, aunque como indiqué no siempre se cumplen los preceptos a rajatabla, por lo que siempre habría que tener bajo el brazo un plan B, en este caso ofensivo, tan molesto para los rivales por la velocidad endiablada por las bandas del mismo Jonathan y de Aleix. Por cierto, desconozco la razón de la enorme cola que se produjo a la entrada por tribuna. Numerosos aficionados se perdieron los primeros minutos del choque. Y a petición propia, los últimos.

lunes, 3 de marzo de 2014

No me resigno


Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería

El mérito ha sido incuestionable. Nunca se ha estado tan cerca de mojar en el Camp Nou pese a la diferencia final en el marcador. Aquel marcaje ordenado por Hugo de Chico a Xavi, solo sirvió para mostrar una imagen antediluviana que dejó a Piñero y a Maguregui a la vanguardia del fútbol moderno. Y es que en aquel enfrentamiento, a pesar de caer por la mínima, nunca se tuvo la oportunidad que anoche se mascó en algunos instantes. El momento en el que Aleix disparó en el minuto 63, ante la pitada del respetable a los suyos, quedará en nuestra retina. Por eso, el hecho de haber sembrado la incertidumbre al Barça en su estadio hasta las postrimerías del choque, aunque los azulgrana no sean la trituradora de antaño, nos debe llenar de optimismo y orgullo al mismo tiempo. Ya hemos pasado por el Camp Nou bien entrada la segunda vuelta y estamos a tres puntos del descenso. De todas formas, nunca en la vida hay que dejar de lado la ambición para reflexionar y pensar en lo que pudo ser y no fue. ¿Qué habría ocurrido si Francisco hubiese prescindido inicialmente de Rodri para reforzar aún más el centro del campo? Lo cierto es que en un encuentro así, un delantero centro pintaba bien poco. Con la velocidad de Aleix y Jonathan bastaba. ¿Y si además se hubiera reforzado la parcela central con el chileno Hans Martínez? Con estas preguntas al aire ni mucho menos pretendo desmerecer el buen planteamiento del técnico y el encomiable partido de Corona, pero como indiqué antes, la legítima ambición siempre debe estar por encima de la merecida oda que los nuestros se han ganado. Trato de no dar por buena la goleada recibida sin más, y de sacar conclusiones para futuros partidos. De esa forma, exprimiremos la naranja al máximo y el objetivo, a buen seguro, se logrará antes. Como colofón, no puedo dejar de alabar el juego de Jonathan. No le duraron las fuerzas hasta el final, pero si continúa progresando así, se va a convertir en una mina de oro para el club en todos los sentidos.