Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
Podría haber comenzado muy mal la jornada dominical para el conjunto de
Soriano, como farolillo rojo, si el Nástic hubiese vencido el sábado.
Pero nada de eso ocurrió. Superado el escollo psicológico, el buen
comienzo del Mallorca, al amparo de su nuevo técnico, se tornó a favor
de los intereses del conjunto de Soriano. ¿Quién fue el artífice del
viraje? Pues el de siempre, Antonio Puertas. Cuando peor pintaba la
cosa, emergió el esbelto delantero almeriense y su zurda de oro, como el
Ave Fénix, para enmendar el previsible entuerto. Otro partido se vio a
partir de ahí, y ya van unas cuantas de Puertas sacando las castañas del
fuego. En realidad, se volvió a ver el tipo de encuentro que
últimamente suele disputar el conjunto de Soriano en casa, con cierto
equilibrio. El resto, lo ponen las individualidades. ¿Qué le falta a
este equipo de visitante para parecerse algo al que lleva varias
victorias consecutivas de local? Posiblemente un plus basado en la
contundencia que se requiere en campo ajeno. Y no me refiero a la línea
defensiva, sino que vuelvo a incidir en el bloque, con especial atención
al centro del campo. Ahí cabe destacar a José Ángel que, desde mi
punto de vista, fue el hombre del choque. Su labor fue sorda, pero no
dejó de ayudar en defensa y de distribuir con solvencia a la hora de
construir. Es más, tuvo que hacer por dos ante la inoperancia de su
compañero Diamanka, al que trató de defender Soriano en rueda de
prensa. Míster, no se puede justificar lo injustificable. El senegalés
debió ser sustituido tras la reanudación, porque en el fútbol entra en
juego la competencia. Tampoco se trata de cargarse emocionalmente a una
persona, pero el deporte no es una ONG. Con esa rémora hubo que remar
hasta la orilla, gracias a la ayuda del mencionado José Ángel y a la
ventaja en el marcador que da alas e inspira confianza, y si no que se
lo digan a Fidel, que fue de sobrado en alguna que otra acción. Capítulo
aparte Trujillo, que completó un partido poco inteligente. Provocó una
absurda tarjeta amarilla al comienzo cometiendo falta sobre un contrario
que estaba todavía a poco menos de 70 metros de Casto. Más tarde, en la
segunda mitad, se la jugó con una innecesaria entrada en el centro del
campo. Menos mal que al final no hubo consecuencias negativas. Al igual
que José Ángel, Nano estuvo de dulce. Este lateral es de los que hace
equipo, infranqueable, disciplinado y participativo en cualquier parte
del terreno de juego. Qué bueno que viniste. La calidad de Pozo (mal
partido, pero con tres intervenciones que valieron por una entrada) y la
de Fidel, suelen poner la guinda para obrar el milagro de tanta
victoria seguida en el Mediterráneo, pero lejos de él Soriano debería de
variar de sistema en espera del mercado invernal, del que hablaremos en
breve. Como se ha vuelto a ganar y hay que insuflar ánimos, habrá que
darle cierto mérito a la serenidad mostrada por Soriano pese a la
angustiosa posición clasificatoria y al hecho de terminar el choque con
cuatro jugadores que pasaron por el filial. Eso siempre congratula.
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