Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
Los nuevos nombres ya sobresalen. Fidel va mostrando quién es
futbolísticamente, uno de los jugadores más valiosos de Segunda.
Diamanka ha entrado con buen pie, ocupando un gran espacio del terreno
de juego y Azeez sigue instalado en su elevada línea de regularidad. Son
nuevos nombres con una clara misión, la de evitar que sus compañeros
caigan de nuevo en la espiral de desesperación y angustia que padecieron
durante la pasada temporada. Pero no nos engañemos, prometedores
jugadores, pueden destacar en partidos de pretemporada, sean o no los
contrarios de la misma categoría. El quid de la cuestión de la Segunda A
es el sistema y la fortaleza física. Cuando las jornadas vayan pasando,
se irá viendo cuáles son los equipos que saben dónde están y a lo que
jugar. Faltan por venir más jugadores e incluso algunos pueden cambiar
de aires, pero a día de hoy, con la esperanza puesta en incorporaciones
que sumen y en la lección que supuestamente Soriano, como jugador y
entrenador, extrajo de hace unos meses, me preocupa algo que comienzo a
vislumbrar, el posible ostracismo de Pozo. Insistí en los meses previos
a la salvación, y al final los números no dejaron lugar a la duda:
gracias a Pozo la UDA salvó los muebles. De sus botas partieron
asistencias imposibles y tantos decisivos. Espero que Soriano sepa
motivar a un jugador clave que ya calentó banquillo y grada en demasía.
Por mucho Azeez, Diamanka o Corona renovado que juegue por su zona, el
talento se paga a precio de oro. Ojalá no nos acordemos de Pozo como
cuando truena de Santa Bárbara.
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