Dos malas temporadas seguidas han ratificado la madurez de la afición.
Una masa social de 10.000 seguidores, sin la euforia del momento, es un
logro inédito por estos lares. Pido a la afición que siga ahí, pese a
las críticas (las hacemos por el bien del equipo), la plantilla de turno
o una temporada aciaga, porque por encima está la entidad, que se hará
fuerte cuanto más fieles sean sus incondicionales.
El ambiente del Mediterráneo fue extraordinario, aun a sabiendas
de que el actual plantel se asemeja al anterior. Y tanto, como se pudo
apreciar ante el Cádiz. Más que la plantilla, diría que la disposición
sobre el césped, con viejos defectos como la escasa presión. Quizá no se tienen los hombres adecuados, pero tampoco se
intenta ocultar dicha carencia con un sistema diferente, que potencie el
entramado defensivo desde la delantera. De nuevo, un equipo sin
personalidad, intentando jugar un buen fútbol sin la suficiente técnica y
presionando sin orden ni fortaleza, o sea, quedándose a medio camino de
todo. Un centro del campo, el corazón del equipo, deshilachado, con
Vélez muy distanciado de Pozo y el bueno de Azeez luchando en solitario.
Por delante, Chuli de delantero centro o un cero a la izquierda, lo
mismo es. Hay mimbres, como Fidel, pero para hacer el cesto se necesita
algo más. Si no llegan refuerzos, el cuerpo técnico tendrá que trabajar
en pos de un objetivo prioritario, disimular las carencias. Un empate
ante un rival limitado, preocupa más por las formas que por el propio
marcador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario