Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
No es cuestión de sumar un empate, una victoria o incluso de cosechar
una derrota, es la manera de ejecutar un sistema que, desde mi punto de
vista, descompensa a una serie de jugadores más validos de lo que
parecen. Sin mucho ruido, un conjunto como el Córdoba se bastó para
maniatar durante gran parte del choque a un Almería que interpreta con
orden, un sistema de juego que a la postre le proporciona desorden.
Siendo ya un equipo que no muerde, el páramo existente entre los cuatro
defensas y los cuatro delanteros hace que el contrario se llegue a
sentir cómodo durante muchos minutos. Eso ocurrió anoche, con excepción
de los primeros instantes de ambas partes debido al impulso inicial. Sin
embargo cuando todo se asienta, Thomas y Verza son meras islas en medio
del océano y se recurre una y otra vez al juego aéreo en busca de
Soriano, que sigue demasiado pegado a Hemed. Esta dinámica lo único que
consigue es facilitar la labor del adversario, porque apenas se crea, se
inventa, y no se sorprende con una línea de pase que rompa a la defensa
rival. A consecuencia de todo ello Hemed, el jugador de mayor categoría
que disputó el encuentro, apenas contactó con el esférico. ¿Se puede
permitir ese lujo un equipo como el Almería? Además, ¿estamos tan
sobrados como para prescindir de su concurso en los últimos minutos? Si
me preocupa un sistema descompensado en ataque, la misma receta se puede
aplicar a la defensa. No se forma una primera barrera que debilite las
llegadas de nuestros rivales. Si el ataque es previsible, nuestra
defensa es blanda. Como prueba, las pocas ocasiones en las que el
Córdoba se aventuró, generaron demasiado peligro. La conclusión es que
el equipo está partido en dos, y eso que Thomas es un jugador que ocupa
mucho espacio. Tenemos demasiados jugadores desaprovechados y conjuntos
como el Espanyol en inferioridad, el pírrico Getafe o el aseadito
Córdoba, nos ponen en demasiados aprietos. Lo malo es que ahora se
acercan los más grandes. A rezar.
La suerte que tenemos con el calendario de inicio y lo mal que lo aprovechamos
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