lunes, 16 de marzo de 2015

Y Thomas jugó de titular

Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

Inexplicablemente relegado al banquillo en los últimos encuentros, el ghanés sobresalió proporcionando control, fuerza y equilibrio. Thievy habría aportado más que Hemed con diez

Nadie puede negar la entrega y el compromiso mostrado ante un rival como el Villarreal. Hasta ahí de acuerdo, pero yo quiero ir más allá. Si a un ejército no se le suministra el armamento suficiente y la estrategia adecuada, parte de la batalla la tendrá perdida. Eso fue, ni más ni menos, lo que le ocurrió al conjunto de JIM en jornadas precedentes. Si en otros choques nuestro potencial fue desaprovechado, en el de ayer sí se pusieron parte de los medios para intentar contrarrestar al adversario. Y digo parte, porque sigo pensando que todavía hay más balas ocultas. Pero volviendo a la génesis del argumento, el propio JIM aludió varias veces a la extraordinaria entrega y actitud de sus jugadores, clave del moderado éxito obtenido. ¿No sería más bien que la presencia inicial de Thomas resultó ser providencial? Por eso indicaba antes que el resultado final no solo depende de la entrega de los jugadores, sino de la estrategia y de los medios suministrados. La figura de Thomas, inexplicablemente relegada al banquillo en los últimos encuentros, sobresalió esbelta para proporcionar control, fuerza y equilibrio a partes iguales. Quien no quiera ver eso es que es un ciego, futbolísticamente hablando. Lo que no admito es que se intente solapar ese hecho irrefutable con la entrega y el compromiso que, si en otros choques no llegó al nivel de ayer, no terminaba de ser la causa principal por la que el conjunto de JIM rozó el ridículo anteriormente. Sin duda alguna la presencia de Thomas, que liberó a Corona de una incómoda tarea para las características del talaverano, aportó bastante de lo que adolecía un equipo que de seguir con la misma táctica, ni en cien vidas hubiese optado a permanecer en la máxima categoría. Tan solo espero que la lección se haya aprendido de una vez, y que al poner sobre el tapete parte del potencial oculto, nuestro entrenador se anime a colocar todo el arsenal (llámese por ejemplo Azeez) en el campo de batalla. Otra ventaja con la que contó el rival fue la sustitución de Thievy. Una vez que se afrontaba la segunda mitad con un jugador menos, se necesitaba un plus. No he descubierto la pólvora, pero ¿qué plus? Yo apostaba a que Hemed se iba a quedar en la caseta, sin embargo el sacrificado fue Thievy, un jugador que desde mi punto de vista habría aportado más que el israelí en situación de inferioridad. Es sencillo. Hemed es un delantero rematador, aunque más vale no recodar que por su pifia solo se sumó un punto, mientras que Thievy es más veloz e imaginativo, características ambas susceptibles de mitigar nuestra inferioridad. No obstante, JIM manifestó que la decisión tomada en el descanso fue la acertada, entre prescindir de Wellington o de Thievy. Incluso se autofelicitó al apostar por el gran extremo carioca. ¿La elección debía ser obligatoriamente entre el brasileño y el congoleño? Doctores tiene la iglesia. Con la reflexión de hoy intento dejar a las claras que el equipo de JIM tenía más potencial del que ofreció recientemente, y que incluso guarda más balas en la recámara. Espero que se aprovechen.

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