Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
Cuando las cosas se hacen con idea, se le pone calor y sobre todo
inventiva, con la referencia fijada en el objetivo marcado, el resultado
final no debe variar del anhelado inicialmente. Ha bastado un poco de
ilusión y coherencia para lograr la renovación, tras un nuevo descenso,
de cerca de 10.000 abonados. Habrá que ver los nuevos que se enganchan.
¿A qué se debe este, digamos, inesperado éxito? Desde mi punto de vista
cohabitan varios factores positivos. Se echan las primeras raíces al
amparo de unos precios razonables y escasean los problemas económicos,
aunque el principal elemento está siendo la cercanía al
aficionado, y por ende a la cuidad y provincia, tantas veces demanda
desde estas líneas. Y eso, sin vender los abonos en el corazón de
nuestra capital. ¿Se imaginan un local en el Paseo o cercanías (por
desgracia hay demasiados en desuso) que sirva de venta y promoción del
club? Se intentó llevar a cabo el proyecto antaño, sin resultado final.
Estoy seguro de que se alcanzaría un récord, pero más allá del logro
numérico volvamos al origen del propósito, el de conquistar a una
afición históricamente somnolienta, que por fortuna despierta al ver un
club consolidado, con sus defectos y sus virtudes. Cuando hablo de
defectos me refiero por ejemplo al último choque de pretemporada, en
Toledo. Si se observa el terreno de juego (la imágenes son
estremecedoras), hubiese sido preferible la suspensión del partido. Una
lesión como la de Chuli (por fortuna no fue grave) no justifica la
segunda prueba de la pretemporada. De ese encuentro se empieza a extraer
alguna conclusión, como la explosión de Iván Sánchez; golazo el suyo en
una de sus especialidades, a balón parado (visionad gol en youtube),
o la ausencia de José Ángel, un extraordinario medio
que podría haber jugado en primera con la UDA. No entendería la decisión
de prescindir de sus servicios. Seguiremos pendientes de la
pretemporada, que ya llegó a tierras asturianas.