Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
La moderada satisfacción pese a la derrota tiene su lógica. Tras la
imagen ofrecida en San Mamés y en el Mediterráneo en Copa, los viejos
fantasmas volvieron a aparecer. Aquellos temores que situaban a nuestro
equipo en Segunda para estas fechas y que parecieron disiparse con el
encuentro ante el Granada. Ni una cosa ni otra. Ni se jugó tan
desastroso ni tan brillante. Seguimos luchando por evitar el descenso
con nuestras carencias, similares a las de nuestros compañeros de viaje.
En principio la idea de Francisco no era mala, no erró como en Bilbao.
Si en San Mamés se debió haber cubierto con mayor garantía el entramado
defensivo, ayer acertó nuestro técnico al intentar desactivar el punto
fuerte de nuestro rival, su creación en la parcela central. Pero para
nuestra desgracia las casualidades no existen, y si somos uno de los
conjuntos que más tantos encajan no es solo por nuestra debilidad
defensiva, sino por los regalos que solemos conceder. Le ocurrió
anteayer al Rayo y ayer a nuestro equipo. El primer gol y el penalti de
Rafita fueron evitables. Obviando nuestra generosidad, se disputó un
partido aseado tirando a bueno, pero las buenas intenciones no dieron
para más. Poca creación, faltas bombeaditas sin peligro y centros
nefastos, aniquilaron las aspiraciones ofensivas. Por esa razón se
recurrió a tanto disparo lejano. Quien se prodigó en varias ocasiones
fue Suso, que lentamente parece volver por sus fueros, si bien debe
pensar que sus compañeros no son espectadores de lujo. Al menos logramos
hacer dudar al Villarreal, que estaba teniendo dificultades en su
estadio a pesar del temor con el que se acudió. Sin contar el encuentro
de ayer, solo había ganado un partido de los cinco últimos disputados en
El Madrigal. A partir de ahora hay que pensar en el futuro inmediato y
extraer las consecuencias positivas, como la acertada titularidad de
Jonathan. El burkinés promete. La mini recuperación de Suso también es
bienvenida, máxime cuando se acercan las jornadas clave. Abróchense los
cinturones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario