Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería
La vida es fútbol y el fútbol es vida. Cuando comienza un nuevo día no
sabes qué ocurrirá o el giro que puede dar tu existencia por un lance
inesperado. Si a los 15 minutos de la segunda mitad nos dicen que el
Almería iba a remontar, nos lo podíamos medio creer. Poco a poco los
nuestros se hacían con el mando del encuentro. Pero si nos aseveran que
la remontada la iba a comandar nuestro lateral derecho con dos tantos
seguidos, habríamos pensado que se trataba de una broma pesada. Por eso
siempre rebato aquel argumento de los más puristas: jugar bonito y
divertir por encima de todo. En la NBA tiene sentido el espectáculo, al
no haber descensos, pero en nuestra competición solo los números te
mantienen en la cúspide. Tres puntos, pero ¿alguien se acuerda del
guardameta del Córdoba? Mientras leéis estas líneas, ¿recordáis su
nombre? El Almería aprovechó su momento, sobre todo esos 20 minutos
mágicos en el ecuador de la segunda parte, para llevarse la victoria.
Así de sencillo y así de práctico. Sin embargo sería un oportunista si
obviara los males de un conjunto que otro día, con mejor juego, pueden
condenarle a la derrota. Al once inicial de JIM, sin Thomas, Vélez o
Azeez (un lujo) le falta una pizca de sal para que sepa un poco mejor.
Lo cierto es que en el descanso nos marchamos vivos a la caseta, pero
seguimos careciendo de contundencia defensiva en numerosas zonas clave.
Incluso me pareció incomprensible que JIM no realizara sustitución
alguna tras la reanudación ante dicha situación. Menos mal que las
circunstancias envolvieron una coyuntura que pintaba mal. Con esto no
quiero restar mérito a la importante victoria, ni a la buena segunda
mitad, en la que el Córdoba deambulaba por su estadio completamente
perdido, pero el brillante tanto de Michel dio el inesperado giro que
todos soñamos. El colosal pase de Wellington, el control del lateral
brasileño y, sobre todo, la decisión de Michel al lanzar por sorpresa
con su pierna mala, valió su peso en oro. No es casualidad la explosión
del lateral brasileño. Junto a Guilherme, recaló en nuestro club como
una firme promesa y va camino, olvidados ya algunos aspectos
extradeportivos, de convertirse en un jugador apetecible para numerosos
clubes de primera línea. Lástima que su compañero Guilherme, con
excelentes condiciones, no le acompañe en su andadura. Otro capítulo
individual lo reservo para Thievy. Cada vez me gusta más. Atesora una
rara habilidad para realizar a menudo lo que él mismo piensa. Eso es una
suerte y una gran virtud. Su potencia le acompaña, pero su destreza
sale a relucir partido a partido. Con Hemed forma una dupla que dará que
hablar. Ya mostraron hace un mes su potencial jugando juntos e
intercambiado sus posiciones. El viernes, a buen seguro, tendremos la
oportunidad de verlos de nuevo en acción. Una simbiosis perfecta al
servicio de nuestros intereses. Espero que el pequeño colchón de puntos
con respecto al descenso nos permita disfrutar de mejor fútbol, pero soy
de los que se quedan con el resultado por encima de todo.
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