lunes, 2 de febrero de 2015

Soriano y Corona se hacen eternos

Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

Si echamos un vistazo a la clasificación y nos vemos fuera del descenso, con la segunda vuelta ya en juego, cabe pensar que algo se está haciendo medianamente bien. Y así es, aunque yo comparo la marcha actual en liga al partido frente al Getafe. Digamos que se ganó sin disputar un encuentro brillante y que se lograron los tres puntos contando con las carencias del rival, uno de los de nuestra liga. Cierto es que en la primera vuelta no conseguimos triunfo alguno ante este tipo de adversarios, para más inri en situaciones parecidas de superioridad, por lo que en algo se ha ganado. Similar a lo que aconteció en el choque de ayer, ocupamos plaza de salvación sin realizar una temporada especialmente brillante. Claro que, a simple vista, nuestros adversarios no son nada del otro jueves, e incluso nos hemos permitido el lujo de perder más efectivos en el mercado de invierno que de aumentar la competencia. Por eso el fútbol es tan subjetivo; uno nunca sabe si es que los contrarios son tan mediocres o si Soriano y Corona tienen el poder de seguir tirando del carro hasta fechas infinitas. Siempre que los rojiblancos se ven cerca del abismo la actitud sale a relucir, lo pudimos comprobar, aunque me temo que en los siguientes partidos frente a rivales tan directos no deberíamos volver a tener altibajos por el bien de todos. Se notó que Verza estuvo más enchufado que en los anteriores envites. El oriolano es el faro silencioso de este equipo y el jugador del que parte la actitud que muestra el conjunto en cada jornada. La suplencia de Fran Vélez me pareció un acierto de JIM. Nadie debe tener el puesto asegurado, la UD no es una ONG y el término competencia, para mí sinónimo de progreso en todos los ámbitos de la vida, debe ser aplicado con rigor. No se trata de penalizar un error aislado, sino que hay que mantener en alerta a todos y que sepan que la sucesión continua de fallos durante un encuentro tiene sus consecuencias. Por fortuna, Dos Santos respondió a las mil maravillas. Con el zaguero argentino me ha ocurrido algo similar a lo que pasó cuando Rubén se lesionó, que desconfiaba de Julián. Albergué mis dudas al confirmarse la titularidad de Dos Santos, pero el defensor estuvo firme atrás, su punto débil, y matador en ataque, su punto fuerte, cuando se incorporaba en la estrategia. Édgar, otro jugador que como los melones, nunca sabes cómo va a salir y qué día tendrá, nos proporcionó a la postre los tres puntos. Lo expongo una vez más: el día que el extremo canario logre conectar, cual pendrive en un portátil, su mente con sus condiciones futbolísticas, disfrutaremos en el Mediterráneo de un gran jugador hasta que una entidad importante lo fiche. De hecho, ya se escuchan canto de sirenas. Ahora es el momento, la próxima batalla es en Córdoba, a cara de perro, y con el concurso de Jonathan y sobre todo de Thievy. Lástima de la absurda expulsión que el mismo Hemed provocó con una primera amarilla infantil. Si queremos salir vivos de lo que se nos avecina, tenemos que estar muy concentrados y evitar acciones como las del israelí o errores no forzados.

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