Los colistas más contentos

En esta vida no siempre llega lo más deseado en el momento oportuno. Y es que Alfonso García siempre ha tenido una especial ilusión por la Copa del Rey, sin embargo la situación en la liga y la propia semifinal frente al Barça, con el partido de ida en el Camp Nou, hace que la desbordante alegría que todos los almerienses sentimos ahora se convierta en una tensa calma. En cualquier caso, vivamos el dichoso presente de ser los colistas de primera más contentos de la historia, tras plantarnos en semifinales logrando un pleno de victorias. Decía Cruyff que prefería jugar más partidos y entrenar menos, porque de este modo se obtiene una mejor preparación. Quizá en nuestra coyuntura habría que encomendarse a dicha teoría para intentar salir de este cruce de caminos como mejor podamos, sabiendo extraer conclusiones positivas de cara a la competición liguera. Así, anoche pudimos constatar el agujero que hay en nuestro lateral izquierdo y la presión que, con orden, se empieza a ejercer, supuestamente al amparo de una adecuada preparación física. Pero sobre todo me llamó la atención el regreso de un jugador que parecía perdido en su mundo particular: Henok Goitom. El sueco desarboló al Deportivo mostrando la exquisita clase que lleva dentro. Más tarde, mantuvo un buen tono físico que, a poco que en el futuro lo supere, le puede llevar a convertirse en aquel jugador que deslumbró en el Cuidad de Murcia de Oltra. A propósito, es una pena que la acertada iniciativa de la venta de abonos para la 2ª vuelta venga a remolque, sin apenas tiempo para el necesario marketing que toda campaña necesita y con escaso margen de decisión para los aficionados que deben elegir entre los peores asientos.