lunes, 24 de enero de 2011

Se atisba el horizonte

Gracias a la pésima gestión del anterior técnico, ayer vivimos una final en pleno mes de enero. Y vaya si lo fue, teniendo en cuenta la victoria del Sporting y la del Zaragoza. No obstante, la mejor noticia es que nuestro entrenador va, poco a poco, extrayendo el máximo jugo posible de una plantilla que, pese a su mala planificación, está capacitada para lograr la salvación. Para empezar, se han cancelado las jerarquías no escritas que todavía existen en el vestuario desde que nuestro conjunto milita en primera. La titularidad de Silva en detrimento de Acasiete y el asentamiento definitivo de Ulloa en el once inicial, se han convertido en el elixir que cualquier curandero ambulante de pócimas milagrosas hubiese recomendado. Ya sé, reitero en cada artículo mi parecer acerca de la poderosa dupla, pero hay recordar el pasado para no repetir la historia. Tampoco conviene olvidar el tono físico que se está adquiriendo, máxime cuando en el presente mes se juega cada tres o cuatro días. Ahora que ha llegado Luna, una sola precisión: ¿no sería más interesante adelantar la ubicación de Jakobsen? No quiero obviar el regreso de Soriano. El jugador fue anunciado por megafonía en el último lugar de la alineación, sin corresponderle. La intención, la desconozco. Asimismo recibió aplausos, en pleno partido, por parte de un sector del estadio. Los homenajes para un rival, al comienzo o al final. Y al ser sustituido, no correspondió a la ovación de la grada. En cuanto al choque que disputó por la mañana el filial, querría dejar constancia del indecoroso marco donde se jugó. El anexo es un extraordinario campo de entrenamiento, pero nunca un escenario para un partido de Segunda B. Urge encontrar alguna alternativa.


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