Mi nuevo artículo de opinión publicado en Diario de Almería
Tras un Barça-Manchester United de champions en el Camp Nou, el entonces entrenador culé Johan Cruyff comentó que se sentía muy satisfecho y que había disfrutado bastante. No, el conjunto azulgrana no arrasó al inglés; es más, ni siquiera venció, sino que el resultado final fue de empate a 3. Pese a que el técnico holandés ya era una institución y posteriormente sentó las bases de lo que ha sido y es en la actualidad el equipo de Guardiola, cada vez que recuerdo dichas declaraciones me comienza a doler la cabeza. Sí, cuando se juega bien hay más posibilidades de vencer, pero quien sabe exprimir al máximo el jugo de su naranja, merece el oportuno reconocimiento. Los que gritaron Lucas vete ya por recibir un par de tantos en el descuento, con infortunio, y en una categoría tan igualada, deberían reconocer la labor de este entrenador en un conjunto que ingresó en el hospital del granadino con una herida abierta de par en par en la zaga gracias al rapsoda de Tolosa, Lillo, y al actual técnico de la mejor plantilla de segunda, Oltra, que con su Deportivo ya lleva encajados nada menos que 14 goles. Yo no soy de los que me lanzo flores, ni mucho menos, pero en los duros y desafortunados momentos de los puntos perdidos en los últimos segundos, seguí confiando en un equipo trabajado al máximo, con la herida de la pasada campaña totalmente restañada y con los conceptos claros gracias a Alcaraz, pese a que su juego es más bien feo. ¿Pero es que, con todo lo expuesto y demostrado, todavía queremos jugar de salón? ¿Y con la inversión del presidente, que le afloró su instinto primitivo hace una semana, pretendemos dar espectáculo? Más vale que reflexionemos una vez más, miremos la clasificación y disfrutemos del puente.
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