Pasito a pasito

 Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería.

Ahora que está de moda el lema sí se puede, sería el momento de analizar y vislumbrar el inmediato futuro con optimismo, sin dejar de ser objetivo. Los que siguen apostando por el peloteo y la condescendencia se equivocan, porque el mayor perjuicio no es otro que tratar de esconder los males. Así nunca se corregirán los errores que el equipo sigue cometiendo, y más teniendo en cuenta lo que se nos viene encima. Asumo navegar contracorriente y hacer de poli malo, en vez de ilusionarme con los últimos nueve puntos sin más. Es evidente que, como manifestó Alfonso García, los rojiblancos van dando pasitos hacia la recuperación, pero pasitos al fin y al cabo. El paupérrimo Racing, el desmotivado Lugo y el Elche, con un disposición combativa pero emborrachado de su triunfo, han ejercido de sparring para un conjunto que estaba más muerto que vivo. Además, la afortunada transición del calendario ha servido para proporcionarnos nueve puntos y ganar en confianza y actitud, como ayer se demostró. Fue un encuentro de luces y sombras, en el que se consiguió el tanto de la victoria justo cuando pasábamos el peor momento durante la primera mitad, aunque en el cómputo general la victoria fue justa y merecida. Quizá no tan decisiva como apuntó Esteban, pues yo creo que no ha habido un antes y un después tras el triunfo ante los ilicitanos. O si no, que repase el cancerbero almeriense la reciente historia de la Unión Deportiva. A partir de ahora se verá si los pasitos fueron suficientes. Como declaró Gracia, el Almería compite de nuevo. Yo me conformaría con un nivel similar al se que obtuvo al comienzo del año. Ojalá sea así y lo contemos y cantemos con alborozo, pero si afloran las lagunas que todavía atisbo, habrá que rezar para que el Villarreal ascienda de forma directa. Permítanme que todavía tenga mis dudas, pero mejor así antes que ponerse una venda servicial en los ojos. Por último, enhorabuena a Francisco y a su filial, que ha rozado una gesta que, de por sí, ya será casi imposible de igualar.