Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
Tras la desmedida euforia que se respiraba después de lograr cinco
victorias consecutivas, que nos posibilitaron optar al ascenso directo,
hay que mantener la cabeza fría y saber de dónde venimos y quiénes
somos. Venimos de una pájara inadmisible durante gran parte de la
segunda vuelta, que comenzó cuando el Villarreal apenas nos atisbaba en
el horizonte. Sin embargo ahora somos el equipo favorito del play off,
así que no conviene ir de cien a cero. El hecho de tener que ascender
con un set de seis victorias consecutivas rematado en El Madrigal no
dejó de ser una hazaña, por lo que no debemos quedarnos con el buen
partido del Almería, sino con el cómputo general de la liga regular para
incidir en los aciertos y, sobre todo, para corregir los errores de
cara a la eliminatoria que comienza en Las Palmas. El defecto primordial
se localiza en el sistema defensivo. Hay que tener en cuenta la tónica
general de la liga regular: suelen ocupar los primeros puestos los menos
goleados. El Elche y el Villarreal, como segundo clasificado,
cumplieron con dicha premisa. Y es que el gol local llegó tras un
desajuste defensivo en una jugada sin aparente peligro. Pese a que el
Almería disputó un buen partido, con un diez en actitud, nuestro balance
general de goles en contra, similar al del Racing de Segunda B, o el
Mirandés, nos ha lastrado al carecer de solidez en la parcela central.
Además, como buen visitante que es, al Almería le perjudicó llevar la
iniciativa desde el comienzo. Podría haber contemporizado algo más y
esperar al contragolpe como en Alcorcón. Por otra parte, no entendí la
ausencia de Falque en los últimos minutos. Un jugador con un guante en
su pierna izquierda, con una visión de juego determinante y decisivo a
balón parado, no debió ser sustituido. En cualquier caso, miremos hacia
delante con optimismo, porque con nuestro plantel no se debería escapar
el ascenso, aunque sí me gustaría que pudiéramos ser más aguerridos,
agresivos y combativos, comenzando desde el banquillo.
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