domingo, 1 de septiembre de 2013

Un galimatías al servicio del Elche

Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería


Comenzaré por el final. Esteban, ¿por qué le concediste una última oportunidad a tu rival? Con el tiempo prácticamente cumplido escogiste la peor solución. Que no se repita y te sirva de lección. Ahora bien, si se hubieran logrado los tres puntos poco o nada habría variado mi opinión general del choque, que quedó reflejada durante la transmisión en directo de Cope Almería. Nuestro equipo atesora grandes virtudes, pero también exhibe numerosos defectos. Por esa razón nos vemos abocados a mezclar un gran juego junto a errores puntuales de patio de colegio. Una vez que la estupenda disposición se impone sobre el adversario, no basta un tanto para llevarse el gato al agua. Eso es altamente exigente para un modesto conjunto de primera. Si tenemos que obtener dos goles de ventaja para estar seguros, mal lo llevaremos en el futuro. El pasado viernes y sábado (se jugó en dos días) volvimos a ver un equipo sólido, ordenado y solvente en ataque, o sea, lo más complicado. Sin embargo bastaron las dudas de Dubarbier, un centrocampista haciendo de lateral, y el titubeo desde el banquillo a la hora de afrontar, en tu propio estadio, la última media hora con un jugador menos frente al Elche. Sí, frente al Elche, quizá el peor equipo de la categoría. El galimatías organizado para paliar la obligada ausencia del argentino provocó dos nefastas consecuencias: concederle al Elche el título de equipo poderoso y renunciar por completo al contragolpe. Fue patético contemplar nuestro temor, como si jugáramos con nueve, ante un pésimo conjunto. Estoy harto de presenciar encuentros en los que apenas se distingue el equipo que cuenta con un jugador menos. Y a todo esto Christian en el banquillo. Sería conveniente que alguien explicara lo que sucede con el cántabro, porque tontos no son los aficionados. Ojalá que se pueda contratar a un centrocampista que supla con garantías a Tébar o Verza y que se subsanen en el futuro las deficiencias, porque el verdadero fracaso brota cuando se tropieza más de una vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario