Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería
Ya tenemos debate. Por estos lares somos muy favorables a ser ofensivos,
a mostrar un buen juego y, como primera opción, a pasar un buen rato
mientras presenciamos un espectáculo futbolístico, pese a que uno de los
contendientes sea el Almería. No es que todos los seguidores
rojiblancos muestren esa inclinación, pero son numerosas las opiniones
que he podido constatar en general, como anoche tras la derrota en
Valencia. De hecho, nuestro presidente es el primer aficionado
almeriense que suspira por el buen fútbol. Toda esta introducción viene a
colación por la decisión de JIM, al prescindir de Wellington en la
segunda mitad para dar entrada a Dos Santos. Hay quien ya comienza a
cargar contra nuestro entrenador por ser tan defensivo y por tomar un
dictamen tan temeroso. Yo no le voy a recriminar eso, todo lo contrario.
Creo que acertó con el cambio porque el aluvión de centros, sobre todo
por la banda de Dubarbier (como no podía ser de otra manera), era tan
escandaloso como continuo. A priori Dos Santos va bien de cabeza y podía
ser una buena alternativa para contrarrestar los repetidos misiles en
forma de centros que soportaban nuestros zagueros. Por desgracia, el
central argentino recién ingresado no anduvo fino en el tanto de la
victoria de Negredo, pero eso no entraba en los planes de un jugador
experto en el juego aéreo. Si analizamos el choque en general se puede
extraer una conclusión clara: el mayor pecado que cometió el Almería, y
por ende su técnico, fue el de no desactivar la zona de creación
valencianista. Ahí estuvo nuestro error, incluso durante la primera
mitad. Los adversarios llegaban al borde del área con una facilidad
supina. Y es que no podemos estar a la espera de que Hemed tenga su
tarde gloriosa para traernos algo positivo de un estadio tan complicado
como Mestalla. Desde mi punto de vista, dejar jugar al Valencia con
tanta comodidad nos condenó. Fue a pocos minutos del final, pero no nos
engañemos, podría haber sido mucho antes. Con dos tantos vencimos el año
pasado al mismo rival en su estadio, y con otros dos caímos ayer. Por
eso tiene razón JIM, la solidez defensiva es clave, pero ésta se fragua
mínimo desde el centro del campo. Lo que sí resulta cuando menos
sorprendente, es que nos vayamos a jugar la permanencia con varios
jugadores importantes ausentes. Sigue sin venir un refuerzo que a todas
luces debía ser un delantero, porque se conocía tiempo ha nuestra
problemática con la Copa de África. Recurrir a un chaval como Dani
Romera, con un futuro esplendoroso, para salvar la permanencia a cara de
perro, no debe ser nuestra apuesta. Dije antes permanencia porque nos
vamos a enfrentar en las próximas jornadas a varios rivales directos.
Ojala que lo hagamos mejor que en la primera vuelta, a pesar de que en
esas primeras jornadas parecía cómoda nuestra clasificación. No quiero
pensar que nos jugáramos la salvación en los dos últimos choques frente
al Sevilla y al Valencia.
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