domingo, 14 de febrero de 2016

La misma película de romanos

Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
 
Vélez no es Morcillo, ni por asomo, pero arropado puede disimular. Goñi no es Dubarbier, pero en este caso, no hay disimulo alguno. La película de terror de la segunda parte, es repetitiva.

El camino hacia la esperanza que había escogido la UDA tan solo tiene un carril, y es el de la seguridad defensiva. Sin la debida paciencia, un término que va unido a la madurez y el buen hacer, se corre el riesgo de perecer antes de la meta. Este preludio viene a colación por el avance obtenido en las dos últimas jornadas previas al choque ante el Lugo, al amparo de un sistema que, pese a no tener buen cartel, le está sirviendo a más de un conjunto de Segunda para aspirar al ascenso. Ya no digamos para los que luchan por salir del fondo de la clasificación, si es que además se partía con la idea de aspirar a lo más alto. El ejemplo más próximo a lo expuesto, lo visualizamos ayer en el Mediterráneo. De nuevo tres centrales fueron de la partida, con dos laterales adelantados; tanto, que el propio Gorosito manifestó que ambos carrileros tenían orden de permanecer, como base de operaciones, próximos al centro del campo. El primer problema que se suscitó fue el de los hombres. Vélez no es Morcillo, ni por asomo, pero arropado puede disimular. Goñi no es Dubarbier, pero en este caso no hay disimulo alguno. El éxito que comenzó a fraguarse en las últimas semanas, con un esquema en el que los jugadores rojiblancos se sentían más seguros y cercanos entre ellos, se resquebrajaba un tanto debido a las características de Vélez y Goñi. Aun así al Lugo se le mantuvo a raya porque, durante la primera mitad, ni intervino Casto. Tan solo hacía falta buscar una solución en ataque tras la reanudación, que permitiera encontrar una vía más profunda sin tener que debilitar la seguridad y la estructura, por muy sobria y aburrida que ésta fuera. La referida paciencia para continuar por la esperanzadora senda se truncó, al creer que el sufrimiento padecido antaño con una zaga menos poblada (apuesta suicida para esta categoría), no se iba a reproducir. Reducción numérica en defensa, primera oportunidad visitante y primera en la frente. Ya sé que Vélez no es Ximo, y que quizá el granadino hubiese resuelto con su rapidez la papeleta, pero la película de terror que presenciamos al comienzo de la segunda parte, ya la hemos visto esta temporada demasiadas veces. A partir de ahí, un imposible, o sea, encontrar huecos en ataque estático ante una roca más de Segunda. De hecho, los tantos de la victoria ante el Zaragoza llegaron en sendas transiciones ofensivas. Y es que en la actual categoría de plata, el balón parado y los contragolpes facilitados por el robo del esférico representan un tanto por ciento muy elevado del éxito en ataque. Repito una vez más, las características de esta Segunda A y, sobre todo, la actual tesitura en la que se encuentra la UDA, requiere un esquema con tistes defensivos sin olvidar que, gracias a la disposición de los laterales, dicho sistema con tres centrales no está exento de poder ofensivo. No importa ahora que se llegue con peligro más o menos, sino que interesa sobremanera no encajar y aprovechar las oportunidades que se tengan. Nos lo están haciendo los contrarios, tal cual, desde el comienzo de temporada, y no nos queremos enterar.

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