Mi artículo sobre la derrota en Córdoba, publicado en Diario de Almería
No sólo me alarma el preocupante rumbo de nuestro equipo, sino que estoy
inquieto por el parecer del presidente a la conclusión del choque.
Alfonso García aludió a la mala fortuna de los dos últimos encuentros,
sin analizar otros aspectos que en otro tiempo el buen mandatario
rojiblanco no hubiese obviado, al menos en público. Lo que aconteció fue
la consecuencia de un mal endémico denunciado con frecuencia desde
estas líneas, pese a la privilegiada clasificación. El que avisa no es
traidor. Partimos de la base de que para Gracia el once inicial es sota,
caballo y rey. A partir de ahí, comienza a aflorar con claridad el
centro del campo de mantequilla que le brindamos al adversario. Es
cierto, el partido estuvo igualado hasta la autoexpulsión de Soriano(el
veterano centrocampista no puede cometer ese error con tarjeta
amarilla), pero las características de ciertos jugadores hacen que en
choques como el de ayer, se le conceda demasiada libertad de movimientos
al contrario. En algunas ocasiones sería hasta beneficioso perder
potencial ofensivo con tal de sujetar con más garra al conjunto rival.
Ahora bien, lo peor estaba por llegar. Con el descanso por delante,
Gracia no efectuó sustitución alguna para tratar de suplir la ausencia
de Soriano en la parcela central. Inaudito. El Córdoba se regodeaba ante
semejante obsequio. La inacción de nuestro técnico continuó hasta tal
límite, al ordenar la primera sustitución cuando los cordobeses lograron
el cuarto tanto. Para más inri, cambió pieza por pieza. Mientras,
aguardaban resignados Pallardó, un jugador que en inferioridad nos
hubiese venido de perlas, y Rubén. Ambos tuvieron la oportunidad de
actuar, pero con el encuentro más que decidido, si bien llamó la
atención la última permuta de Rubén por Falque a falta de tres minutos.
¿A qué juega Gracia? ¿No quería conseguir el pobre objetivo, según sus
palabras, de ganar el gol average? El propósito no era tan pobre míster,
tal y como se vislumbra la situación. ¿Para eso retiró a Falque? Gracia
no está, pero ¿se le espera presidente?
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