Mi nuevo artículo, publicado en Diario de Almería
Las sensaciones juegan un papel fundamental, pero de ahí a aseverar que
la selección está hundida, va un mundo. Los que vaticinaron lo peor se
pavonean y los que confiaban ya lo ven gris tirando a negro. No redacto
estas líneas con la intención de ir a degüello, sería muy cómodo, sino
con la idea de analizar el porqué de varias situaciones. La elección de
los 23 seleccionados era mejorable. Un jugador como Llorente nunca debe
faltar, por la sencilla razón de que sus características son tan
diferentes al estilo de España que es imprescindible en cuanto los
adversarios, por nuestra propia ineficacia o acierto del rival ,
colapsan un esquema diseñado para acumular posesión. Aun contando con
alguna carencia más en la convocatoria, el partido ante Holanda no dejó
de ser engañoso. Antes del empate Silva tuvo franco el segundo gol, sin
que hasta ese momento se mostraran debilidades; acto seguido Casillas
comenzó su festival. ¿Tuvo Iker la culpa de la goleada? Por supuesto que
sí, demasiados errores (incluyendo el gol de Van Persie) en un puesto
específico. No me valen los típicos comentarios de los gañanes de turno
alegando lo mucho que nos ha dado en el pasado. Claro que sí, pero ¿no
cobró por ello? ¿No era su obligación? ¿Por esa razón le permitimos
todo, hasta una noche con nuestra pareja? No señor, la selección nos dio
un Mundial y ya fueron agasajados; ahora se juega en Brasil. Dicho
esto, tengo la certeza de que España está capacitada para vencer a Chile
por más de un gol, ¿O no? ¡A Chile, no a Alemania! Más trascendente es
la diferencia goleadora ante los chilenos que frente Australia, ya que
lo que se le resta al equipo de su rutilante estrella, Alexis, cuenta
por partida doble. Todo puede pasar, pero si la preocupación es Chile,
apaga y vámonos. Con dos tantos de diferencia tendremos bastantes
posibilidades de pasar, goleando posteriormente sin estridencias a
Australia. No comparto la primacía de la diferencia de goles con
respecto a los enfrentamientos directos, pero es lo que hay.
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