Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
Nos las prometíamos felices tras el golazo de Pozo al actual líder,
Osasuna. Parecía que tan solo habría que ir encajando las piezas de
calidad que atesoraba el equipo de Sergi. Se presuponía un plantel
amplio, con la tarea de conjuntar las individualidades con un objetivo
primordial: hacer de este Almería un oponente cuasi inexpugnable. El
partido de Copa, justo tras el referido triunfo en el Mediterráneo,
evidenció un hecho preocupante, el de encajar tantos goles. Los números
en la competición liguera hasta esta jornada no engañan. Los de Sergi
son el equipo más goleado con 12 tantos en contra. Con esos irrefutables
guarismos no solo no se suele atisbar el sexto lugar aunque sea de
lejos, sino que normalmente se ocupa uno de los últimos puestos en la
tabla. Y es que Sergi se confunde en la filosofía con la que operar en
esta complicada categoría de plata. Pretende crear y dominar a base de
fútbol ofensivo, mientras que los adversarios, incluido el líder
Osasuna, responden con una propuesta tan simple como efectiva, la de
permanecer ordenados y arropados en busca de un estructurado
contragolpe. Ahí se la están dando con queso a Sergi y, por ende al
equipo de Alfonso García, que en estos momentos cualquiera sabe lo que
está pasando por su mente. Aparte, la que debería ser la respuesta con
la misma moneda, la presión rojiblanca, es siempre inocua, con lo que el
supuesto dominio territorial de la UDA, y hasta la posesión, se torna
en algo tan inocente como un tema de Enrique y Ana. Si saltas al
campo con Fatau y Reyes (para mí es un acierto) es para destruir, no
para crear con Soriano a mil leguas de ambos combatientes. Si a todo
esto le unimos decisiones de nuestro técnico, cuando menos
sorprendentes, no puede extrañarnos que nos encontremos con una
situación difícil, sobre todo por las expectativas que se habían puesto
sobre una plantilla llamada a estar como mínimo entre los diez primeros.
Lo peor es que se entre en un bucle sin salida y tengamos que
conformarnos con la permanencia a duras penas. Estamos en los albores de
la campaña, ojalá que Sergi cambie su filosofía sobre la marcha, porque
a sabiendas (eso espero) está apostando a caballo perdedor. Me refería a
las decisiones extrañas de nuestro entrenador, como la de prescindir en
la convocatoria de Marín. ¿Cabe en cabeza humana de técnico de fútbol
ir a disputar un choque de visitante con solo cuatro defensas en la
convocatoria, teniendo disponible a una garantía como el zaguero
almeriense? ¿Y la participación de Soriano de inicio, cuando apenas ha
contado? Por no hablar de Montoro, un jugador de los que no mancha por
donde pisa. También llamó la atención la escasa participación del
fichaje más caro de segunda, Chuli, si bien tampoco le asistieron con
acierto. En el pírrico balance positivo se encuentra Michel. Qué pena,
porque tenemos un portento de lateral para la segunda división, amén de
otros integrantes de la plantilla, pero reitero, se pretende jugar a
algo que está vetado en esta categoría.
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