Mi nueva Acta, publicada en Diario de Almería
Ya sé, otro empate más, aun así el progreso está ahí, a plena vista. Con
una victoria este conjunto proporcionará alegrías; puede ser más
efectiva que el bálsamo de Fierabrás
En mi anterior acta apunté a una mejoría. Algunos me cambiaron el nombre
por el de don optimismo, aunque ciertamente se veía venir lo que anoche
aconteció. Ya sé, otro empate más y algunas lagunas que permitieron que
el rival de turno nos birlara dos valiosos puntos, no solo por la
última jugada, sino por ciertas fases mejorables en la segunda mitad.
Aun así, el progreso está ahí, a plena vista. Tan solo espero que la
ausencia de una victoria en esta larga y tortuosa travesía, no influya
en el esperanzador devenir de un equipo que con Carrillo se empieza a
parecer a eso mismo, a un equipo. Un inciso, el Numancia visitó Almería
rozando los puestos de promoción de ascenso. Ayer todos vimos al
conjunto soriano. No hace falta decir nada más al respecto. A día de hoy
la UDA es un duro rival. Si el ataque y el ingenio se asociaran al fin,
este proceso de mejora que camina a paso de tortuga, puede que lleve a
los de Carrillo al éxito, si partimos de la actual crisis. Este técnico
comienza a tener a su conjunto trabajado, piensa en alternativas como
la de Iago de lateral (buen debut en esa posición) y hace que la
mordiente y el orden defensivo, desde el delantero más adelantado hasta
el último defensa, sea estructurado y agresivo. De algo estoy más que
convencido: con una victoria este conjunto puede darnos más de una
alegría. Incluso si se hubiese perforado la meta contraria por segunda
vez (qué pena la ocasión de Jonathan), en el mismo choque de ayer se
hubiera recuperado parte de la espontaneidad que la confianza otorga a
los atacantes. No pudo ser, pero así llegarán los resultados. Jonathan
ha aportado frescura a la delantera e Iván Sánchez es de esos jugadores
que debería jugar lo más posible ya que, salvando las distancias, me
recuerda ejecutando el balón parado al gran Pantic del Atlético. Para la
UDA, ese aspecto del juego resulta capital en estos momentos. Vélez
también contribuye por delante de la defensa a que la seguridad sea
mayor, sin embargo me sigue sobrando Montoro, el jugador más insípido
que he visto en años. El banquillo rojiblanco era extenso y de calidad,
con lo que supuso todo un lujo que Fatau o Pozo fueran espectadores de
lujo. El enganche que se necesita para activar a los delanteros, ni se
llama Reyes, que jugó más adelantado de lo habitual, ni mucho menos
Montoro. Equilibro es disponer de Reyes y Vélez, así como de otro
integrante en la parcela central con cierto talento para distribuir y
enlazar con los puntas. Por lo demás, la disciplina que ya se plasma
sobre el terreno de juego, junto a los refuerzos que en el mercado de
invierno deberían llegar, me hace sentirme tan esperanzado o más que a
la finalización de la jornada anterior. No hay nada más que echar un
vistazo a los resultados y a la clasificación para darse cuenta de que
una vez que la UDA se adapte definitivamente a la categoría, y a la
espera de los referidos refuerzos, se puedan escalar posiciones, que en
Segunda es como visualizar de cerca el sexto puesto en escasas semanas.
No iré tan rápido, pero estoy convencido de que una victoria puede ser
más efectiva que el mismo bálsamo de Fierabrás.