Veníamos del abismo, por lo que la forma de caer en Vallecas se puede
considerar una más de las que sufre cualquier modesto de Primera. Hay
que recuperar los puntos regalados
Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería
Veníamos del abismo, de soportar actitudes incomprensibles, de aguantar
tácticas infumables o de padecer con sustituciones inexplicables, por lo
que la forma de caer derrotados en Vallecas se puede considerar como
una más de las que sufre cualquier conjunto modesto de primera. Tocar
fondo con JIM (terrible legado el del alicantino), obliga a Sergi, sine
qua non, a tener que ganarle tiempo al tiempo. Complicada tarea para el
flamante técnico almeriense, al que no le bastará con hacer las cosas
medianamente bien, como en la mañana de ayer. El once inicial, el
planteamiento, las sustituciones y hasta el cambio de sistema durante la
segunda mitad en busca del empate, vinieron en los momentos adecuados.
Un gran jugador como Azeez volvió a disfrutar de minutos partiendo desde
el comienzo, pero como le sucede al equipo, no hay tiempo para la
adaptación, o blanco o negro, y el ejemplo más cercano lo tenemos el
próximo domingo en el Mediterráneo. Pero analizando lo acontecido en
Vallecas, podemos vislumbrar más luces que sombras. El referido Azeez,
Thomas y Espinosa formaron, junto a Corona, un más que decente centro
del campo. Thievy se fajó como el que más y Rubén demostró el porqué de
su vuelta a la titularidad. No obstante, todos estos buenos ingredientes
no juegan solos; enfrente se encontraba el Rayo de Jémez, un conjunto
temible en su estadio, con piel de modesto, aunque con una plantilla
integrada por unos jugadores que para sí quisieran los que realmente
luchan por la salvación. Por eso quizá el técnico vallecano se
encontraba tan molesto con los suyos al término del choque, calificando a
sus jugadores de profesionales de tercera. Dispone de un gran plantel
Jémez, pero creo que también le sobra chulería y le falta un poco de
respeto al medir el trabajo del Almería, que también juega y cuenta en
sus filas con jugadores internacionales. Como indicaba, no hay tiempo
para perder, aunque dando la cara como ayer y gracias a la ocupación
racional del terreno de juego, que nos permite ser un bloque muy junto y
numeroso en la parcela central, sin extremos perdidos en la banda y con
basculaciones defensivas en bloque, se albergan ciertas esperanzas. Lo
malo es que hay que nadar contracorriente en busca de recuperar los
puntos regalados cuando jugábamos tan abiertos, sin centro del campo,
sin mordiente y con Espinosa, Thomas y Azeez calentando banquillo o
grada. El único pero que se le puede achacar a las decisiones de Sergi
fue el prescindir de Wellington tan pronto. Los cambios fueron
inteligentes y en su momento, si bien del extremo brasileño se puede
esperar cualquier cosa en cualquier momento. Una jornada más, la
puntuación del equipo que marca la salvación, nosotros mismos, sigue
siendo muy inferior a la que se suele dar en la jornada 32 de cada
campaña cuando los 40 puntos sirven como referencia de permanencia. Se
va confirmando que en esta temporada, con 38 puntos se puede lograr la
salvación. Complicado para nosotros, pero para nada imposible.
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