lunes, 27 de abril de 2015

Ponga un Thievy en su plantilla

Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería
 
Sigo pensando que nuestro conjunto no se puede permitir el lujo de jugar con tres delanteros, ni siquiera frente a los adversarios de nuestra Liga. Thievy marca con creces la diferencia

Cuanto más avanza la competición, más se adivina el menguado potencial de aquellos conjuntos que en la primera vuelta parecían poco menos que imbatibles. El Eibar es uno de ellos. Por eso, al recordar todos los partidos que se tiraron por la borda, sigo sintiendo una mezcla de rabia por no haber competido con todas nuestras armas, y de impotencia por no poder volver al pasado. Y eso que en la tarde de ayer existió cierto desequilibrio en la parcela central, donde los adversarios casi nos doblaron en número. Si a ello añadimos la gran presión a la que fuimos sometidos, se puede valorar en su justa medida la meritoria labor de Thomas, que estuvo en todas partes, y se debe destacar nuestra capacidad de sufrimiento en los instantes más delicados. Quizá, la sorprendente inclusión de Jonathan de inicio, con la probable misión de trabajar y desgastar al rocoso rival, en espera de la posterior entrada de Wellington, provocó que el referido desequilibrio en la medular se produjera durante demasiados minutos, hasta que mediada la segunda parte los armeros, ya muy cansados, dejaron de asfixiarnos. La continua inoperancia del Eibar también ayudó. Es posible que Sergi no contara con abrir la lata tan pronto, por lo que se decantó por potenciar el plano ofensivo. La jugada le salió a medias, más bien por el paupérrimo encuentro de Jonathan (en defensa y ataque), a excepción de dos jugadas puntuales. A buen seguro que Wellington hubiese sido la auténtica pesadilla del rival, como demostró nada más ingresar en el terreno de juego. Conclusión de la apuesta de Sergi y del posterior desarrollo: sigo pensando que nuestro conjunto no se puede permitir el lujo de jugar con tres delanteros, ni siquiera frente a los adversarios de nuestra liga. Lo más positivo es que Espinosa confirma la calidad que atesora, pese a que no brilló como ante el Granada. Sin embargo Thievy sí que marca con creces la diferencia. El congoleño muestra en cada partido una calidad muy por encima del resto de sus compañeros, si exceptuamos las diabluras de Wellington. Sin un jugador como Thievy, que en momentos clave es capaz de desatascar un choque, difícilmente se podría optar a la salvación. Eso sí, nunca se le debe arrinconar en una banda. Por suerte, el congoleño y el brasileño cumplirán ciclo de tarjetas para el Bernabéu, a la espera de las dos batallas seguidas en casa que nos esperan frente al Celta y Málaga (otro equipo cuesta abajo y sin frenos). Por cierto, la aportación de Rubén se me antoja decisiva. El cancerbero está demostrando el porqué de su retorno a la titularidad. A vueltas con los puntos que serán necesarios para lograr la permanencia, habría que volver a remitirse a la campaña 12/13, la más barata en la obtención de puntos para huir de la quema. Con 37 se libró el Celta. En la misma jornada 33 de aquella temporada, el conjunto que lideraba el trío de descendidos ya tenía 30 puntos, mientras que a día de hoy el Deportivo, antepenúltimo, suma 29. Si continúa el mismo ritmo, no serán necesarios en esta campaña más de 37 puntos para certificar la permanencia. ¿Estaríamos a tan solo dos victorias del objetivo? Ojalá... 

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