jueves, 9 de abril de 2015

Un halo de esperanza en el Camp Nou

Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

Los laterales casi ejercieron de centrales y los extremos de laterales. No hubiera estado mal contar con Mané en ayuda de Casado en lugar de Édgar. Eché en falta a Azeez por Corona

Riazor. Al unísono, se disputaba un trascendental encuentro en La Coruña; la victoria del Córdoba nos hubiera venido fenomenal, y a punto estuvo de lograrla, pero se puede considerar un lujo el hecho de finalizar esta jornada a tan solo dos puntos de la salvación (estoy convencido de que no nos restarán los tres de sanción, al menos, durante la presente campaña). Eso es lo que puede pensar Sergi como primera conclusión numérica. Después de todo lo acontecido y del pesimismo que, como siempre, suele reinar entre los aficionados rojiblancos, no es un desastroso punto de partida. Como tampoco lo fue el partido en el Camp Nou. Una vez más en esta temporada, los nuestros se esmeran ante los trasatlánticos. En el Mediterráneo sufrieron de lo lindo, y ayer se volvió a jugar lo más parecido a un bloque. O sea, la intención que demandó a su llegada JIM (ha demostrado ser pésimo) y lo que Sergi ha vuelto a remarcar. Es harto complicado extraer conclusiones del flamante técnico catalán debutando en el Camp Nou. A buen seguro que frente al Granada (ya no la madre, sino la abuela de todos los partidos) se podrá notar su mano. Ante el Barça, equipo que te engaña al parecer entrar por las bandas, cuando en realidad casi siempre penetra por el centro, los laterales (excepcional partido de Marín) casi ejercieron de centrales y los extremos de laterales. Quizá, como único pero, no hubiera estado mal contar con Mané en ayuda de Casado, fuera de forma, en vez de con Édgar. En el tanto que abrió la lata, Messi regatea a placer a un extremo como el canario. También en el centro del campo eché en falta a Azeez en detrimento de Corona (no estuvo muy afortunado el talaverano) o Espinosa. Indico esto porque si existe alguna manera de sorprender a los azulgrana en su estadio, es a base de músculo y acumulación de defensas. Todavía recuerdo la estampa de Eto'o de lateral. Al final, un toma y daca es un suicidio frente al conjunto de Luis Enrique. Por esa razón, con Thievy y Wellington en ataque nos hubiera sobrado. Ya sé que más de uno estará alucinando mientras lee estas reflexiones, pero como bien manifestó Sergi los partidos hay que jugarlos. Con ese modelo, los equipos inferiores al Barça pudieron rascar algo en su fortín. En definitiva, si no tachas los números de la primitiva seguro que no te toca. Donde sí tenemos bastante probabilidad de acertar es en el Mediterráneo el próximo sábado. No sé si le dará tiempo a Sergi a inculcar su filosofía. Quizá es más mentalización que otra cosa, aunque recuerdo las características del Recreativo de Huelva que entrenó hasta hace bien poco. Era un conjunto que disfrutaba con el balón, si bien una de las particularidades de los onubenses era la feroz presión en el centro del campo. Tanto, que en aquel encuentro los rojiblancos recibieron órdenes de sortear dicha presión bombeando balones desde la defensa a los delanteros. Veremos a ver si Sergi consigue transmitir con celeridad su credo, porque se supone que sobreviviremos o moriremos con él.

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